Tecnología

El sensor del Curiosity trabaja según lo programado pese a la avería

A pesar del inconveniente el explorador sigue en condiciones óptimas para recaudar datos ya que cuenta con otros sensores que le ayudarán a la NASA a obtener datos

MADRID, ESPAÑA (23/AGO/2012).- El equipo español encargado de la estación medioambiental del explorador marciano "Curiosity" destaca que ésta está "funcionando perfectamente" pese al daño que sufrió en uno de sus sensores, y que está recogiendo todos los datos de la superficie del Plantea Rojo según lo programado.

El pasado 21 de agosto se conoció que la estación medioambiental del explorador, conocida por sus siglas en inglés REMS (Rover Environmental Monitoring Station) y uno de los diez instrumentos del "Curiosity", sufrió daños probablemente en los minutos finales del descenso del robot.

"Teniendo en cuenta el reto científico que suponía la misión y el amartizaje del rover, es todo un éxito", aseguró el investigador Felipe Gómez, quien negó que esta avería ponga en entredicho el trabajo científico que también está siendo "un éxito".

Este investigador del Centro de Astrobiología, que se encuentra junto a otros científicos españoles en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (JPL, en sus siglas en inglés) en Pasadena (California), explicó -vía correo electrónico- que lo que se dañó es una de las tres tarjetas de uno de los sensores de viento.

REMS tiene un sensor por cada variable que mide y dos son para obtener datos de viento.

El deterioro se produjo en uno de estos dos sensores, en concreto en una de sus tres tarjetas o centros sensitivos, por lo que aún con una de ellas rota el sensor puede seguir midiendo (el otro de viento no está dañado).

Este investigador aseguró que el resto de sensores de REMS que miden la temperatura del suelo y aire, la presión, la humedad relativa y la radiación ultravioleta están en perfecto estado.

REMS está colocado delante del "Curiosity" por lo que, debido a la avería, se verán afectados "los detalles del viento que se recibe por detrás del rover".

En cuanto a cómo surgió esta rotura, Gómez sostuvo que estaba previsto que en la zona de amartizaje del rover hubiera lo que los investigadores llaman 'regolito marciano' -polvo-, pero no rocas.

"Y ha resultado que había rocas de cierto tamaño", resumió.

La parte dañada supone un "porcentaje muy bajo" del coste de la contribución española -unos 20 millones de euros incluyendo REMS y una antena que facilita el envío de datos-, detalló el investigador, quien descartó que esta avería ponga en entredicho el futuro de REMS o la misión española.

Los primeros datos indican que las temperaturas son "muy suaves", precisó, desde -70 grados a -1 grado.

Ayer se supo que la superficie de Marte ya cuenta con el surco de "huellas" de las ruedas del explorador, después de que completara con éxito su primer recorrido por el Planeta Rojo.
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