Tecnología
El meteorito de Rusia no vino solo; le siguen más que tienen ruta similar
Investigadores en Madrid y de la NASA revelaron cálculos que indican la peligrosidad de otros cuerpos rocosos
meteorito un incidente semejante no volverá a ocurrir, dos científicos indican lo contrario.
Cálculos realizados por dos investigadores de la Universidad Complutense de Madrid detectaron al menos una veintena de rocas voladoras que se mueven por la misma ruta que la del meteorito que cayó en Rusia, causando heridas a mil 500 personas, además de provocar pánico entre la población del lugar y saturar las redes sociales.
De acuerdo con estos investigadores, el meteorito de Chelyabinsk, mejor conocido como el meteorito de Rusia, se habría separado de este grupo para impactar contra la atmósfera de la Tierra el pasado 15 de febrero, publicó Monthly Notices of the Royal Astronomical Society: Letters.
Según Carlos y Raúl de la Fuente, muchos asteroides comparten órbita con el de Chelyabinsk, los cuales, al igual que aquél, se han desprendido de una gigantesca roca que se localizaba en el cinturón de asteroides.
Aunque se desconoce con exactitud el número de las rocas emparentadas con el meteorito de Rusia, se sabe que en cualquier momento podrían impactarse con la Tierra, debido a su ruta.
“Hay unos 20 objetos conocidos que tienen órbitas similares, el número de objetos pequeños, con tamaños similares (20 metros) o más pequeños que el fragmento que causó el superbólido puede estar en los varios centenares”, dice de la Fuente.
Sin embargo, a pesar de todos los escenarios catastróficos que represente un escenario de cientos de asteroides dirigiéndose a la Tierra de manera simultánea, los expertos advierten que la posibilidad de que estos lleguen en forma de nube no ocurrirá como en las películas.
A pesar de ello, los actuales sistemas de monitoreo permiten predecir de manera más aproximada la trayectoria de los meteoritos que cruzan por el Sistema Solar. No obstante, aún resta hacer mejoras en cuanto al análisis de las trayectorias de estos objetos.
Pero independientemente de su efectividad, la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) dibujó en una sola imagen las trayectorias de mil 400 asteroides de al menos 140 metros de diámetro que orbitan alrededor del Sol y son considerados como “peligrosos” por su paso cercano a la Tierra, cuyo destino podría ser bastante aleatorio dentro de un siglo.
De acuerdo con lo anterior, no existe peligro alguno de colisión de estos asteroides con la Tierra. Sin embargo, no existe una seguridad al 100% de esto y, por si fuera poco, los pronósticos no aplican para los próximos 100 años.
Los mil 400 asteroides son mejor conocidos como PHAs o Potentially Hazardous Asteroids (asteroides potencialmente peligrosos) y con justificada razón. Su tamaño de 140 metros de diámetro o más y sus órbitas bastante cercanas al movimiento de traslación de la Tierra los colocan como una amenaza en puerta que no puede predecirse con precisión.
No obstante, aunque de momento no resta más que intentar predecir lo que ocurrirá luego de este siglo en el que, en teoría, no hay nada que temer, no queda más que ampararse con simulaciones que la agencia espacial desarrolló para observarlos en la distancia.
Sinembargo.mx
CIUDAD DE MÉXICO (07/AGO/2013).- El Sistema Solar es cruzado constantemente por rocas de diverso tamaño, pero son aquellas que tienen la posibilidad de estrellarse con la Tierra las que más preocupan a la humanidad. No obstante, mientras algunos piensan que donde cayó un
Cálculos realizados por dos investigadores de la Universidad Complutense de Madrid detectaron al menos una veintena de rocas voladoras que se mueven por la misma ruta que la del meteorito que cayó en Rusia, causando heridas a mil 500 personas, además de provocar pánico entre la población del lugar y saturar las redes sociales.
De acuerdo con estos investigadores, el meteorito de Chelyabinsk, mejor conocido como el meteorito de Rusia, se habría separado de este grupo para impactar contra la atmósfera de la Tierra el pasado 15 de febrero, publicó Monthly Notices of the Royal Astronomical Society: Letters.
Según Carlos y Raúl de la Fuente, muchos asteroides comparten órbita con el de Chelyabinsk, los cuales, al igual que aquél, se han desprendido de una gigantesca roca que se localizaba en el cinturón de asteroides.
Aunque se desconoce con exactitud el número de las rocas emparentadas con el meteorito de Rusia, se sabe que en cualquier momento podrían impactarse con la Tierra, debido a su ruta.
“Hay unos 20 objetos conocidos que tienen órbitas similares, el número de objetos pequeños, con tamaños similares (20 metros) o más pequeños que el fragmento que causó el superbólido puede estar en los varios centenares”, dice de la Fuente.
Sin embargo, a pesar de todos los escenarios catastróficos que represente un escenario de cientos de asteroides dirigiéndose a la Tierra de manera simultánea, los expertos advierten que la posibilidad de que estos lleguen en forma de nube no ocurrirá como en las películas.
A pesar de ello, los actuales sistemas de monitoreo permiten predecir de manera más aproximada la trayectoria de los meteoritos que cruzan por el Sistema Solar. No obstante, aún resta hacer mejoras en cuanto al análisis de las trayectorias de estos objetos.
Pero independientemente de su efectividad, la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) dibujó en una sola imagen las trayectorias de mil 400 asteroides de al menos 140 metros de diámetro que orbitan alrededor del Sol y son considerados como “peligrosos” por su paso cercano a la Tierra, cuyo destino podría ser bastante aleatorio dentro de un siglo.
De acuerdo con lo anterior, no existe peligro alguno de colisión de estos asteroides con la Tierra. Sin embargo, no existe una seguridad al 100% de esto y, por si fuera poco, los pronósticos no aplican para los próximos 100 años.
Los mil 400 asteroides son mejor conocidos como PHAs o Potentially Hazardous Asteroids (asteroides potencialmente peligrosos) y con justificada razón. Su tamaño de 140 metros de diámetro o más y sus órbitas bastante cercanas al movimiento de traslación de la Tierra los colocan como una amenaza en puerta que no puede predecirse con precisión.
No obstante, aunque de momento no resta más que intentar predecir lo que ocurrirá luego de este siglo en el que, en teoría, no hay nada que temer, no queda más que ampararse con simulaciones que la agencia espacial desarrolló para observarlos en la distancia.
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