Tecnología
El cultivo de transgénicos crece en España mientras baja en casi toda Europa
El pasado enero la multinacional BASF anunció sus planes de dejar de desarrollar y comercializar transgénicos en la UE, debido al rechazo de la opinión pública, los agricultores y muchos Gobiernos
En 2011 se autorizó el cultivo en la UE de dos tipos de transgénicos: el maíz MON810 de la multinacional Monsanto y la patata Amflora, de la química alemana BASF.
España pasó en un solo año de 67 mil 700 hectáreas a 97 mil 300 hectáreas de cultivos de maíz transgénico, después de tres años consecutivos de reducción de la superficie dedicada a ese objetivo.
Otros países donde aumentaron esos cultivos, aunque en menor medida que en España, fueron Portugal (donde se pasó de cuatro mil 800 a siete mil 700 hectáreas) y la República Checa (de cuatro mil 800 a cinco mil).
El crecimiento contrasta con la situación en estados miembros como Alemania, donde desde 2009 no se cultiva maíz transgénico, o Rumanía o Eslovaquia, que en un año han registrado una reducción considerable, según el informe.
Por otra parte, el cultivo de la patata Amflora, resistente a los antibióticos, cayó drásticamente en los dos países donde estaba presente (Suecia y Alemania).
Según el informe, en toda la UE la industria biotecnológica destina a la siembra de transgénicos un total de 110 mil hectáreas.
El crecimiento en 2011 de ese tipo de cultivos fue del 0.1 %, frente al 4 % que experimentó la agricultura orgánica.
Según Amigos de la Tierra, en los últimos cinco años la preocupación de los europeos por el impacto de los transgénicos ha crecido un 66 %.
Por su parte, Greenpeace explicó que la caída del cultivo de OGM en Europa se debe a la gran oposición de los ciudadanos y a la preocupación por su impacto ambiental.
Greenpeace culpó a España del "ligero crecimiento" registrado en el cultivo de los transgénicos en Europa el pasado año.
Los datos de los ecologistas se dieron a conocer coincidiendo con la publicación de las estimaciones anuales de la siembra de transgénicos por parte del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (Isaaa, por sus siglas en inglés).
El documento, según Greenpeace, confirma el fracaso comercial de los transgénicos en Europa.
El pasado enero la multinacional BASF anunció sus planes de dejar de desarrollar y comercializar transgénicos en la UE, debido al rechazo de la opinión pública, los agricultores y muchos Gobiernos.
Monsanto anunció ese mismo mes, por su parte, que ya no venderá su maíz en Francia, debido a la inexistencia en el país de "condiciones favorables" a esa comercialización.
El único cultivo que seguirá adelante en 2012 en Europa será el maíz MON810, prohibido en siete países (Francia, Alemania, Austria, Grecia, Hungría, Luxemburgo y Bulgaria).
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