Tecnología
El IPN encabeza proyecto para preservación de tortugas marinas
El Instituto realiza diversas acciones enfocadas al cuidado de la especie
IPN) realiza diversas acciones enfocadas a la preservación y cuidado de las diferentes especies de
tortuga marina en las costas del norte del país,
Así lo destacó Alan Alfredo Zavala Norzagaray, quien encabeza al grupo de trabajo, mediante el Programa de Protección y Conservación de Vida Silvestre, a cargo de especialistas del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR), unidad Sinaloa.
En un comunicado, indicó que desde hace más de 10 años se busca evitar la sobreexplotación y extinción de estos ejemplares milenarios, a través de un proceso de estudio que incluye monitoreo de las poblaciones de tortugas y determinación de sus amenazas.
Ellas incluyen contaminación y saqueo de huevos; rehabilitación de ejemplares lastimados o enfermos, y actividades de educación ambiental.
En el proyecto también participan los especialistas Renato Leal Moreno y César Paul Ley Quiñonez, así como pasantes de servicio social y estudiantes de posgrado del propio CIIDIR Sinaloa.
Desde su inicio, el programa ha contado con el apoyo estatal y municipal de asociaciones nacionales e internacionales, y actualmente se trabaja de manera muy estrecha con el Grupo Tortuguero de las Californias y la Red Tortuguera.
Al respecto, Zavala Norzagaray indicó que el trabajo de monitoreo inicia muy temprano, momento en el que salen las embarcaciones del CIIDIR a las zonas de alimentación de las tortugas, ahí se capturan, pesan y miden, se anotan datos básicos de la especie, se toman muestras y se recaba información precisa sobre la ubicación geográfica y características del lugar donde se localizó.
Explicó que a cada ejemplar se le realiza una revisión minuciosa para conocer su estado de salud, si se encuentra sana se le marca y se devuelve al mar, pero en caso de que presente algún daño físico o enfermedad, es llevada a los estanques del centro de investigación.
Ahí, se le curan las heridas, se hacen pruebas de sangre, se suministra alimento y vitaminas, y una vez recuperado es devuelto al mar.
Estos proyectos se realizan con la autorización previa de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
La evaluación y la rehabilitación de las especies se realizan con base en los lineamientos que marca la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), así como la normatividad vigente para el manejo de áreas de conservación, manifestó el experto.
Abundó que como resultado de estas investigaciones, en la región se han detectado cinco especies de tortuga marina: golfina, negra, carey, amarilla y laúd, todas ellas protegidas por leyes nacionales debido a su riesgo de extinción.
Sin embargo, aún existe demanda de su carne y huevos, lo que provoca que muchos pescadores las comercializan de manera ilegal.
El especialista precisó que para evitar que se siga consumiendo o sean robados los huevos de las tortugas, el proyecto del CIIDIR incluye tareas de concientización y cuidado ambiental entre los pescadores y las comunidades.
Lo anterior, para que a través de pláticas, talleres y participación directa en los proyectos, conozcan el daño que se puede ocasionar a los ecosistemas y se busquen alternativas económicas sustentables.
Norzagaray agregó que como resultado de los esfuerzos realizados, se han desarrollado 12 proyectos de investigación que han dado lugar a cinco trabajos de maestría y cuatro de licenciatura, así como a varios artículos científicos.
CIUDAD DE MÉXICO (24/FEB/2016).- El Instituto Politécnico Nacional (
Así lo destacó Alan Alfredo Zavala Norzagaray, quien encabeza al grupo de trabajo, mediante el Programa de Protección y Conservación de Vida Silvestre, a cargo de especialistas del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR), unidad Sinaloa.
En un comunicado, indicó que desde hace más de 10 años se busca evitar la sobreexplotación y extinción de estos ejemplares milenarios, a través de un proceso de estudio que incluye monitoreo de las poblaciones de tortugas y determinación de sus amenazas.
Ellas incluyen contaminación y saqueo de huevos; rehabilitación de ejemplares lastimados o enfermos, y actividades de educación ambiental.
En el proyecto también participan los especialistas Renato Leal Moreno y César Paul Ley Quiñonez, así como pasantes de servicio social y estudiantes de posgrado del propio CIIDIR Sinaloa.
Desde su inicio, el programa ha contado con el apoyo estatal y municipal de asociaciones nacionales e internacionales, y actualmente se trabaja de manera muy estrecha con el Grupo Tortuguero de las Californias y la Red Tortuguera.
Al respecto, Zavala Norzagaray indicó que el trabajo de monitoreo inicia muy temprano, momento en el que salen las embarcaciones del CIIDIR a las zonas de alimentación de las tortugas, ahí se capturan, pesan y miden, se anotan datos básicos de la especie, se toman muestras y se recaba información precisa sobre la ubicación geográfica y características del lugar donde se localizó.
Explicó que a cada ejemplar se le realiza una revisión minuciosa para conocer su estado de salud, si se encuentra sana se le marca y se devuelve al mar, pero en caso de que presente algún daño físico o enfermedad, es llevada a los estanques del centro de investigación.
Ahí, se le curan las heridas, se hacen pruebas de sangre, se suministra alimento y vitaminas, y una vez recuperado es devuelto al mar.
Estos proyectos se realizan con la autorización previa de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
La evaluación y la rehabilitación de las especies se realizan con base en los lineamientos que marca la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), así como la normatividad vigente para el manejo de áreas de conservación, manifestó el experto.
Abundó que como resultado de estas investigaciones, en la región se han detectado cinco especies de tortuga marina: golfina, negra, carey, amarilla y laúd, todas ellas protegidas por leyes nacionales debido a su riesgo de extinción.
Sin embargo, aún existe demanda de su carne y huevos, lo que provoca que muchos pescadores las comercializan de manera ilegal.
El especialista precisó que para evitar que se siga consumiendo o sean robados los huevos de las tortugas, el proyecto del CIIDIR incluye tareas de concientización y cuidado ambiental entre los pescadores y las comunidades.
Lo anterior, para que a través de pláticas, talleres y participación directa en los proyectos, conozcan el daño que se puede ocasionar a los ecosistemas y se busquen alternativas económicas sustentables.
Norzagaray agregó que como resultado de los esfuerzos realizados, se han desarrollado 12 proyectos de investigación que han dado lugar a cinco trabajos de maestría y cuatro de licenciatura, así como a varios artículos científicos.
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