Tecnología

El CERN lanza estudio de poderoso colisionador de partículas

La idea de la que parten las altas instancias del CERN es que ese nuevo colisionador pueda alcanzar una energía sin precedentes

GINEBRA, SUIZA (06/FEB/2014).- El Laboratorio Europeo de Física de Partículas ( CERN) anunció hoy el lanzamiento de un estudio para la eventual construcción de un nuevo colisionador de hadrones que tendría entre 80 y 100 kilómetros de circunferencia y para el que incluso tiene un nombre: Futuro Colisionador Circular (FCC).

Durante el estudio se explorarán las posibilidades concretas de construir tal equipo a largo plazo, en reemplazo del Gran Colisionador de Hadrones ( LHC), el experimento del CERN que ofreció al mundo el último gran avance en la comprensión del origen de la masa de las partículas elementales.

El LHC fue apagado hace un año para ser sometido a un complejo plan de mantenimiento técnico, tras el cual volverá a ser encendido a lo largo de 2015 para funcionar a una energía de colisión de 14 TeV (teraelectronvoltios).

Se considera que a ese nivel de energía -con respecto a los 8 TeV que había alcanzado antes de ser desconectado- se podrá confirmar con certeza científica el descubrimiento del Bosón de Higgs e incluso observar partículas no vistas hasta ahora.

Sin embargo, el CERN ya mira más lejos y ha decidido lanzarse en el estudio de un colisionador de nueva generación con la esperanza "de ensanchar las fronteras de nuestros conocimientos en el ámbito de la física de partículas", según indicó hoy en un comunicado.

La idea de la que parten las altas instancias del CERN es que ese nuevo colisionador -de un tipo similar al LHC- pueda alcanzar una energía sin precedentes, del orden de los 100 TeV.

El estudio para este nuevo experimento será organizado a través de un programa de cinco años de duración que empezará en una conferencia internacional que tendrá lugar la próxima semana en la Universidad de Ginebra.

Este plan se incorporará al estudio que por años se realizó para el Colisionador Lineal Internacional (ILC), otro acelerador de partículas de 31 kilómetros de longitud cuyo diseño se presentó el pasado junio.

Ambas opciones competirán hasta que se determine cuál de ellas es la más apropiada para continuar avanzando en cuestiones como la comprensión del Bosón de Higgs, de la materia oscura y de la supersimetría.

Otro elemento esencial que se tomará en cuenta será el costo de cada alternativa, con lo que una proposición clara deberá estar sobre la mesa en el horizonte 2018-2019.

"Debemos plantar hoy las semillas que nos darán las tecnologías del futuro, con el fin de estar listos para tomar las decisiones de aquí a algunos años", explicó el director de Aceleradores y de Tecnología del CERN, Frederick Bordry.

Aunque parezca prematuro, experiencias anteriores han demostrado que se requieren muchos años de investigaciones y análisis para decidir sobre la infraestructura que requiere el avance de la ciencia.

El LHC fue ideado en los años ochenta, pero no empezó a funcionar sino 25 años más tarde, y tiene todavía 20 años de operación por delante.
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