Tecnología
El 10% de personas con VIH sufren complicaciones neurológicas
Demencia, alteraciones en la marcha, dolor de cabeza y pérdida de la movilidad son algunos datos clínicos que presentan los pacientes con VIH
Demencia, alteraciones en la marcha, cefalea (dolor de cabeza) y pérdida de la movilidad, semejante a la que ocurre como secuela de alguna embolia, son algunos datos clínicos que presentan los pacientes con VIH que desarrollan complicaciones a nivel cerebral.
Explicó que se trata de complicaciones neurológicas del paciente con VIH que, en su inmensa mayoría, son de origen infeccioso como meningitis tuberculosa, criptococosis y toxoplasmosis cerebral, entre las más frecuentes.
Dijo que el VIH actúa directamente sobre células que nutren y dan soporte a las neuronas, pero existen complicaciones que se ubican dentro de las llamadas infecciones oportunistas que ocurren cuando el paciente tiene conteos muy bajos en las células encargadas de la defensa del organismo (linfocitos), especialmente de los CD-4.
"Hemos visto atrofia cerebral en algún grado en personas jóvenes que no se veía antes, esto es, cerebros de 70 años en personas de 40, lo que significa una degeneración de este importante órgano", aseguró.
Esta degeneración cerebral, dijo, se "manifiesta con demencias precoces, alteraciones en el comportamiento, falta de interés por relacionarse, por arreglarse, por trabajar, hay olvidos".
El médico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indicó que este tipo complicaciones neurológicas en personas con VIH, suele tener su pico de presentación en el rango de los 30 a los 50 años.
Por otra parte, cuando el origen de la afección cerebral es infeccioso, hay otro tipo de manifestaciones como las ya descritas, pero sobre todo fiebre.
"Cuando el paciente llega, generalmente a urgencias, con dolor de cabeza, fiebre, alteraciones en el estado de conciencia, hay que hacerle una tomografía" e incluso análisis clínicos a nivel del líquido cefalorraquídeo para determinar el origen de la infección, precisó.
Por su parte el investigador Eduardo Vázquez Valls, del Centro de Investigación Biomédica de Occidente (CIBO) del IMSS Jalisco, coincidió en el sentido de que mantener un nivel inmunológico adecuado, lo que se logra con un estricto apego al tratamiento, baja ostensiblemente el riesgo de infecciones oportunistas.
Comentó que una infección del sistema nervioso central, puede dejar secuelas permanentes, afirmó y citó que las repercusiones de una toxoplasmosis son equiparables a las que deja una embolia, es decir, limitaciones en el movimiento.
En el caso de las tuberculosis meníngeas y la criptococosis, el paciente puede quedar con pérdida de la visión y del oído, y "si nos vamos solamente al VIH, puede derivar en demencia, alteraciones permanentes en la marcha, eso siempre sucede en la neuropatía por VIH si no se trata".
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