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Efectúan en Boston el séptimo trasplante facial en el mundo

No existe riesgo de reconocer al donante en el nuevo paciente

MASSACHUSETTS, EU.- Hace cinco años habría sido materia de ciencia ficción: reemplazar el rostro de alguien con el de un donante muerto. Pero el jueves, un grupo de médicos de Boston efectuó el séptimo trasplante de ese tipo en el mundo _menos de una semana después de otro en Francia_ y hay planes de concretar otros.

"La sociedad nos permite hacer esto. Creo que vamos a ver cada vez más'', especialmente en soldados desfigurados en las guerras recientes, dijo el Dr. Frank Papay, un cirujano que ayudó a efectuar el primer trasplante facial estadounidense en diciembre en la Clínica Cleveland.

Algunos de los resultados han sido resonantes. Pacientes que no podían comer, hablar normalmente o mostrarse en público ahora pueden caminar por la calle sin que nadie sepa que tienen cara nueva.

De todos modos los trasplantes faciales probablemente van a seguir siendo esporádicos, utilizados solamente en los casos de mayor desfiguración debido a los grandes riesgos y a la necesidad de tomar remedios de por vida para evitar el rechazo.

"No va a ser como algunos imaginan, una rutina como quienes se someten a cirugía estética'', aclaró Stuart Finder, director del Centro de Etica Médica en el Centro Médico Cedars-Sinai en Los Ángeles.

"Tenemos lo que parece ser un éxito'', observó, pero siempre existe la posibilidad de que algunos pacientes experimenten problemas serios de rechazo o se nieguen a mantenerse de por vida con los remedios.

Los médicos de Boston resaltaron el cuidado físico y los exámenes sicológicos que requirieron antes de efectuar el jueves el segundo trasplante facial. La operación en el Brigham and Women's Hospital, afiliado a Harvard, se efectuó en un paciente que padeció lesiones faciales traumáticas debido a un accidente.

Los trasplantes faciales van mucho más allá de transferir la piel y las características faciales, al reconstruir el rostro con hueso y cartílago. El equipo dirigido por el cirujano plástico Bohdan Pomahac reemplazó la nariz, paladar, labio superior, parte de la piel, músculos y nervios del paciente con los de un donante muerto.

El hospital no identificó a ninguno de los dos, pero familiares del donante emitieron una declaración en la que manifiestan la esperanza de que el procedimiento convenza a otros de donar.

"El hecho de que fuésemos capaces de dar este don fue un tremendo consuelo en nuestra etapa de dolor'', dijo la declaración.

En una conferencia de prensa el viernes, Pomahac dijo que "no existe riesgo de reconocer al donante en el nuevo paciente. Hay un 60% de probabilidades de que el paciente luzca tal como solía''.

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