Tecnología
Crean retratos genéticos digitalizados
Los retratos genéticos digitalizados en forma de secuencia de ADN, de huellas digitales o de labios son lo último en arte moderno
ADN, de huellas digitales o de labios son lo último en arte moderno, y se han convertido en el regalo de moda, una obra única, concebida como arte personalizado.
Los creadores de este nuevo concepto de "arte genético" son dos jóvenes empresarios canadienses, el diseñador gráfico Adrian Salamunovic, de origen boliviano, y el experto en genética molecular, Nazim Ahmed, quienes a mediados de 2005 fundaron DNA 11 en su Iowa natal.
"Nazam vendía las máquinas para hacer imágenes científicas de ADN, y mirando algunas fotos en un catálogo, me parecieron arte moderno. Quise tener una imagen de mi ADN, así que le di una muestra de saliva, la mandamos a un laboratorio y el resultado fue sorprendente”, explicó hoy a Efe Salamunovic.
Desde entonces, DNA 11 ha vendido más de cinco mil retratos genéticos, que distribuye en 50 países.
Sus productos están en la tienda del Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York y Tokio, y sus retratos digitalizados hasta protagonizaron un capítulo de la popular serie de televisión "CSI" .
Para el empresario de origen boliviano, de 33 años, las principales claves del éxito radican en que sus artículos son un regalo "único y original", que se pueden comprar a través de internet y que no son caros (los precios comienzan en 169 dólares).
"Normalmente el arte moderno cuesta miles de dólares, parece que si no alcanza esos precios no es arte de verdad. Pero el nuestro es un arte para todos los bolsillos", subrayó.
DNA 11 ofrece tres tipos de retratos genéticos (una fotografía del ADN, de las huellas dactilares o de los labios) que se convierten en infinitos productos diferentes, ya que el cliente puede elegir entre millones de combinaciones de colores.
El producto final es siempre único e irrepetible, ya que es fruto de la muestra genética de cada uno, explicó el empresario.
Para tener uno de esos retratos hay que entrar en la página web (www.DNA11.com) y escoger el tipo de producto, en función del cual le enviarán a casa un kit con: un bastoncillo para coger una muestra de saliva para retrato genético, un molde para imprimir las huellas genéticas o un lápiz de labios.
Una vez extraída, la muestra se remite a la empresa en Canadá, que enviará el retrato en un plazo de entre cuatro y seis semanas.
Las muestras genéticas se procesan en un laboratorio de Montreal (Canadá) propiedad de BASF y los trabajadores de DNA 11 las modifican digitalmente para darles el diseño y el color deseados.
Salamunovic recalcó que todo el proceso respeta la privacidad de los clientes, "todas las muestras son anónimas y se identifican por un código numérico. Además, cada pieza viene con su certificado de autenticidad", aseguró.
En un futuro, el objetivo de la firma es que los clientes puedan acudir físicamente a un sitio para donar su muestra en el momento y recibir su retrato en casa.
NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- Los retratos genéticos digitalizados en forma de secuencia de
Los creadores de este nuevo concepto de "arte genético" son dos jóvenes empresarios canadienses, el diseñador gráfico Adrian Salamunovic, de origen boliviano, y el experto en genética molecular, Nazim Ahmed, quienes a mediados de 2005 fundaron DNA 11 en su Iowa natal.
"Nazam vendía las máquinas para hacer imágenes científicas de ADN, y mirando algunas fotos en un catálogo, me parecieron arte moderno. Quise tener una imagen de mi ADN, así que le di una muestra de saliva, la mandamos a un laboratorio y el resultado fue sorprendente”, explicó hoy a Efe Salamunovic.
Desde entonces, DNA 11 ha vendido más de cinco mil retratos genéticos, que distribuye en 50 países.
Sus productos están en la tienda del Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York y Tokio, y sus retratos digitalizados hasta protagonizaron un capítulo de la popular serie de televisión "CSI" .
Para el empresario de origen boliviano, de 33 años, las principales claves del éxito radican en que sus artículos son un regalo "único y original", que se pueden comprar a través de internet y que no son caros (los precios comienzan en 169 dólares).
"Normalmente el arte moderno cuesta miles de dólares, parece que si no alcanza esos precios no es arte de verdad. Pero el nuestro es un arte para todos los bolsillos", subrayó.
DNA 11 ofrece tres tipos de retratos genéticos (una fotografía del ADN, de las huellas dactilares o de los labios) que se convierten en infinitos productos diferentes, ya que el cliente puede elegir entre millones de combinaciones de colores.
El producto final es siempre único e irrepetible, ya que es fruto de la muestra genética de cada uno, explicó el empresario.
Para tener uno de esos retratos hay que entrar en la página web (www.DNA11.com) y escoger el tipo de producto, en función del cual le enviarán a casa un kit con: un bastoncillo para coger una muestra de saliva para retrato genético, un molde para imprimir las huellas genéticas o un lápiz de labios.
Una vez extraída, la muestra se remite a la empresa en Canadá, que enviará el retrato en un plazo de entre cuatro y seis semanas.
Las muestras genéticas se procesan en un laboratorio de Montreal (Canadá) propiedad de BASF y los trabajadores de DNA 11 las modifican digitalmente para darles el diseño y el color deseados.
Salamunovic recalcó que todo el proceso respeta la privacidad de los clientes, "todas las muestras son anónimas y se identifican por un código numérico. Además, cada pieza viene con su certificado de autenticidad", aseguró.
En un futuro, el objetivo de la firma es que los clientes puedan acudir físicamente a un sitio para donar su muestra en el momento y recibir su retrato en casa.
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