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Comisión Ballenera autoriza que Groenlandia cace ballenas jorobadas

Acordó por consenso conceder a Groenlandia una cuota de caza de nueve ballenas jorobadas al año durante los próximos tres años

AGADIR, MARRUECOS (25/JUN/2010).- La Comisión Ballenera Internacional (CBI) acordó hoy por consenso conceder a Groenlandia una cuota de caza de nueve ballenas jorobadas al año durante los próximos tres años, lo que le permite cazar esa especie por primera vez desde hace 24 años.

A cambio, se le redujo de 19 a 16 la cuota de ballenas Aleta que ya tenía asignada para dicho periodo, pero en el acuerdo figurará por escrito el "compromiso voluntario" de Groenlandia de no sobrepasar la cantidad de diez ejemplares cazados de ese tipo de cetáceos.

"Para continuar nuestros deseos de mantener los progresos del último año y crear un ambiente que nos permita hacer crecer el papel de la comisión, pido a aquellos países que no están a favor que no bloqueen los esfuerzos de adoptar la resolución mediante consenso", había pedido al pleno el presidente en funciones, Anthony Liverpool.

Este tema ha sido objeto de un tenso debate en el seno de la 62 reunión anual que la CBI finaliza hoy en la localidad marroquí de Agadir, hasta el punto de que Groenlandia había amenazado con dejar de pertenecer al organismo en caso de que no se satisfagan sus demandas.

Desde la moratoria a la caza comercial impuesta en 1986, la inclusión de la ballena jorobada en la cuota de caza de subsistencia permitida a Groenlandia, que captura especialmente las especies Minke y Aleta, le supone el logro de una petición histórica, pero había sido recibida con fuerte oposición del grupo latinoamericano.

"La población de ballenas jorobadas se reproduce en aguas jurisdiccionales de otros Estados, en particular del Caribe, en donde existe una industria floreciente de turismo de avistamiento", dijo la delegada argentina, Susana Ruiz.

Su homóloga de Costa Rica, Eugenia Arguedas, quiso destacar que el hecho de que nueve ejemplares no afecten a la supervivencia de la especie no significa que no vayan a resultar perjudicados los países caribeños, que comparten ese recurso con Groenlandia.

El turismo relacionado con la observación de cetáceos, según un informe de ONG y tour operadores latinoamericanos presentado ayer por Uruguay, generó entre 1998 y 2006 en Latinoamérica más de 278 millones de dólares, y en los últimos 15 años atrajo a 1.4 millones de turistas.

"Vosotros habláis de turismo de avistamiento, mientras que nosotros lo hacemos de comida y supervivencia", señaló en defensa de Groenlandia la delegación de Rusia, cuya comunidad indígena también tiene autorizada una caza limitada de subsistencia.

Grupos como la Sociedad para la Conservación de Ballenas y Delfines (WDCS) cuestionaron sin embargo la alegada necesidad de cazar dichos mamíferos marinos por parte de los esquimales, y denunciaron que la carne de ballena acaba también en supermercados locales y en los menús para turistas en hoteles de alta categoría.

La delegada española, Carmen Asencio, que al ostentar España la presidencia de turno de la UE habló en nombre de ese organismo, calificó en cambio de "muy positivo que la propuesta se haya adoptado por consenso, lo que significa que se ha visto que era positiva" y destacó que en número no se le ha concedido a Groenlandia "ni una ballena más".

Con las nuevas cuotas, ese territorio tiene autorizado capturar en sus aguas 190 ballenas Minke, dos "bowhead", nueve jorobadas y 16 (diez en la práctica) Aleta.
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