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Científicos españoles e indígenas acuerdan compartir una reserva en Amazonas

Los científicos e indígenas compartirán la gestión de los recursos para combatir la tala y el narcotráfico

COLOMBIA.- Científicos españoles han llegado a un acuerdo con comunidades indígenas de Colombia para adquirir 100 mil hectáreas en el corazón de la Amazonía Central, con el objetivo de crear una reserva natural cuya gestión será compartida.

La reserva, amenazada por las empresas madereras, la actividad agropecuaria y los narcotraficantes, se situará en los alrededores de la ciudad colombiana de Leticia, en el departamento del Amazonas, en el trapecio amazónico configurado por la frontera de Colombia con Brasil y Perú.

La ONG Manguaré, integrada por científicos españoles y promotora de esta iniciativa, lleva a cabo un proyecto piloto en una finca de 80 hectáreas.

"Unas 100 mil hectáreas es una unidad aproximada, que englobaría todos los hábitats que necesitan las comunidades indígenas para explotar los recursos naturales", explicó Javier Lobón, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ( CSIC) y miembro de Manguaré.

Para financiar la adquisición de los terrenos, situados en plena selva tropical, con bosques inundables y tierra firme, los científicos están en negociaciones con empresarios españoles y europeos.

Son, según Lobón, "empresarios con una visión filantrópica y que quieren contribuir a conservar el Amazonas".

El territorio donde está prevista la reserva pertenece actualmente al Gobierno colombiano y a pequeños propietarios, aunque "se puede comprar por un dinero razonable", afirmó el investigador.

La exuberancia de la "selva pura", indicó Lobón, con más de 500 especies de aves, 150 de mamíferos y miles de peces, salta a la vista cuando el visitante se aleja unos kilómetros tierra adentro de la única carretera que sale de Leticia hacia el norte.

Aunque se trata de una zona bien conservada, la propia expansión de la ciudad y del hombre blanco amenazan la supervivencia del "corazón del Amazonas", una cuenca de 5,4 millones de kilómetros cuadrados considerada como la de mayor riqueza forestal del mundo.

Para Lobón, que planea quedarse a vivir en la reserva, el mayor peligro para su conservación son "las inversiones esotéricas", las que puede llevar a cabo "quien llega con dinero del narcotráfico, compra una finca de 1.000 hectáreas, quema el bosque y suelta vacas".

Una "cumbre" entre los miembros españoles y las comunidades indígenas, que se celebrará en Leticia en 2010 con el apoyo de la Universidad Nacional de Colombia, acordará la localización de la reserva natural así como su gestión.

"Será una semana en la que decidiremos cuál es la mejor manera de gestionar las fronteras de la biodiversidad y cómo explotar la pesca, la caza o el bosque", precisó Lobón, quien ha confiado en que indígenas y científicos logren la unanimidad.

A su juicio, esta "iniciativa participativa", que persigue mantener la cultura y la forma de vida tradicional de los huitoto, la etnia mayoritaria en esta zona amazónica, demuestra "que es posible un nuevo modelo de colaboración con los países latinoamericanos".

Hasta ahora, lejos de implicar a los indígenas en la administración de su propio territorio, "los países de la cuenca amazónica han optado por dar autorizaciones de explotación a empresas", concluyó.
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