Basura, la huella negativa del hombre en los océanos
Uno de los principales retos que enfrenta actualmente el mundo es recobrar la consciencia de la importancia que guarda el océano
CIUDAD DE MÉXICO (08/JUN/2017).- Uno de los principales retos que enfrenta actualmente el mundo es recobrar la consciencia de la importancia que guarda el océano, ya que se trata de una de las principales fuentes de vida del planeta.
Independientemente de las regiones en que se divida el océano, todo lo que ocurre en un punto geográfico del planeta, irremediablemente le afecta.
Muestra de ello es la denominada "Isla de Plástico" en el Océano Pacífico Norte, formada a lo largo de las últimas décadas al acumular más de 100 millones de toneladas de desechos plásticos que flotan a la deriva.
Investigadores como Marín Soto, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, han subrayado que la vida en la Tierra comenzó en el agua, por ello la contaminación de los mares nos afecta como especie.
Con motivo del Día Mundial de los Océanos, el académico subrayó que lo anterior se debe a que la mitad de la actividad productiva del mundo, al igual que el sostenimiento de la supervivencia, dependen de estos ecosistemas y su conservación.
Lo cierto es que esta isla se forma con toda la basura que se tira en las playas de América y Asia, que son llevadas por las corrientes marinas que se detienen en los conocidos como giros oceánicos, particularmente el giro del Pacífico Norte.
Actualmente, dijo, la isla de plástico que se ha formado en esta región del planeta, es del tamaño de Chihuahua o Coahuila, pero de continuar la actitud de tirar basura al mar, esta podría alcanzar en un futuro cercan el tamaño de un continente, alertó el experto de la UNAM.
Un problema que supera las expectativas
De acuerdo con datos de Greenpeace, al año se tiran cerca de ocho millones de toneladas de basura a los océanos, lo que equivale al peso de 800 torres Eiffel con un volumen suficiente para cubrir 34 veces la isla de Manhattan, en Nueva York.
Esto significa que cada segundo se tiran más de 200 kilos de basura a los océanos, de la cual el 70 por ciento se va al fondo marino, 15 por ciento permanece en la columna del agua y 15 por ciento flota a la superficie, por lo que las islas de plástico solo representan "la punta del iceberg".
A ello se suma el hecho de que el ritmo de producción de plásticos aumentará al año 2020 hasta 900 por ciento con respecto a los niveles de 1980, lo que equivale a más de 500 millones de toneladas anuales.
En ese sentido, el organismo "El Plástico Mata" ha revelado que millones de animales de más de 370 especies de todo el mundo comen plástico, yendo desde el plancton microscópico hasta las tortugas marinas y ballenas.
Muestra de ello son las innumerables imágenes y videos que cada día llenan más las redes sociales, revelando cómo especies marinas son encontradas muertas y en cuyos estómagos hay grandes cantidades de plástico.
Un ejemplo son las tortugas marinas, que terminan por comerse las bolsas de plástico pensando que son "medusas", sin embargo, al no poder digerirlas terminan por acumular tanto plástico en sus estómagos que terminan muriendo de inanición.
Como resultado de ello, diversas organizaciones activistas han sumado esfuerzos para combatir, desde sus nichos, el problema creciente de la basura que llega a los océanos día con día.
Limpiar el mar, un reto y compromiso indiscutible
Este fenómeno se ha extendido a tal grado que no solo existe una sola isla de basura, sino que incluso se han identificado hasta cinco formaciones similares tanto del lado del océano Atlántico como en el Pacífico.
Esta es la razón que llevó al investigador holandés Boyan Slat a desarrollar uno de los proyectos más ambiciosos en la materia, denominado "The Ocean Cleanup" y que es el de limpiar los océanos con ayuda de los océanos mismo.
De acuerdo con información difundida en su portal de internet, www.theoceancleanup.com actualmente en todo el océano se acumulan cinco parches de basura plástica, de los cuales el más grande se ubica en el Pacífico Norte, entre las islas de Hawai y la costa de California.
Dichas manchas ya representan un peligro para la salud de los ecosistemas, por lo que su solución requiere de dos medidas y que consisten en cerrar la fuente (dejar de tirar basura al mar) e iniciar acciones para recolectar la basura flotante.
Para ello, Boyan Slat ha desarrollado este sistema cuyo fin es aprovechar el movimiento natural de las corrientes marinas, para capturar la basura flotante, mediante la colocación de barreras flotantes y plataformas en dirección al fondo del mar y que permitan concentrar el plástico.
De esta manera, se puede recolectar esta basura con un sistema 100 por ciento impulsado por los vientos y las corrientes marinas, de manera que en un periodo de cinco años podría solucionarse hasta el 50 por ciento este problema que ya afecta a los cinco continentes.
Actualmente el proyecto "The Ocean Cleanup" tiene identificadas cinco manchas de basura plástica flotando en el Pacífico Norte (la más grande del mundo), Pacífico Sur (entre Australia y Argentina), Atlántico Norte (entre Estados Unidos y Europa) y al sur del océano Indico (entre Madagascar y Australia).
Ante la magnitud que representa este reto, Boyan Slat se mantiene abierto a la cooperación mundial mediante su portal de internet, para extender este proyecto y garantizar la limpieza total del océano.