Tecnología
Analizará medidas para reducir el daño al oído a causa de los reproductores MP3
Si un usuario escucha durante cinco horas semanales música con auriculares a volumen alto superará los niveles máximos de ruido permitidos
"Estoy preocupada porque hasta 10 millones de personas en la UE, que son usuarios habituales de reproductores y teléfonos móviles a alto volumen, pueden estar dañando su oído sin saberlo", advirtió hoy la comisaria europea de Consumo, Meglena Kuneva.
En opinión de la comisaria, es necesario "actuar rápidamente" y analizar los controles existentes para que éstos sean efectivos y estén adaptados a los últimos avances técnicos.
La conferencia del próximo martes servirá, según explicó hoy la CE en un comunicado, para discutir sobre medidas de precaución que se pueden recomendar a los usuarios, analizar soluciones técnicas por parte de la industria y examinar si es necesario revisar las normas de seguridad de este tipo de productos.
En el encuentro, junto a científicos y expertos, participarán algunas de las principales empresas del sector como Nokia y Apple, informó hoy el Ejecutivo comunitario.
Intervendrán también en las discusiones asociaciones de consumidores, entre ellas, la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) de España.
Según Bruselas, a día de hoy entre 50 y 100 millones de europeos usan a diario reproductores portátiles de música, un producto cuyas ventas se han multiplicado en los últimos cuatro años.
Para evitar daños en el aparato auditivo, existe una norma europea de seguridad que limita a 100 decibelios el volumen máximo de los reproductores portátiles.
Sin embargo, las autoridades advierten de que la exposición prolongada a altos volúmenes dentro de esos límites puede tener también consecuencias.
Según el comité científico de la UE, si un usuario escucha durante cinco horas semanales música con auriculares a volumen alto (por encima de 89 decibelios) superará los niveles máximos de ruido permitidos en el puesto de trabajo por las normas europeas.
El mismo organismo advierte de que una persona que supere esa exposición (se calcula que entre el 5 y el 10 por ciento de los usuarios lo hacen) corre tras cinco años el riesgo de sufrir pérdidas auditivas permanentes.
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