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Al Gore lleva su mensaje medioambientalista a Ecuador

El exvicepresidente instó a las empresas a tomar medidas para ser sustentables en el presente siglo.

GUAYAQUI, ESCUADOR (18/MAR/2011).- El exvicepresidente de Estados Unidos Al Gore llevó hoy su mensaje de alerta sobre los efectos del cambio climático a Ecuador, donde clausuró la Cumbre Internacional de Medio Ambiente (CIMA) 2011.

El premio Nobel de la Paz de 2007 se presentó en un salón en el Centro de Convenciones de la ciudad portuaria de Guayaquil, Ecuador, con más de 300 asistentes, que habían pagado 190 dólares para escucharle.

La prensa se tuvo que contentar con oír tan solo los primeros minutos del discurso de Gore, quien como buen invitado en el país dijo estar "maravillado" por las hermosuras geográficas y la biodiversidad de Ecuador.

En particular, citó las islas Galápagos y el volcán Chimborazo, que con seis mil 310 metros de altitud sobre el nivel del mar, es la mayor montaña del país y que él comparó con el monte Everest.

Entrando en materia, Gore instó a las empresas a tomar medidas para ser "sustentables" en el presente siglo.

Asimismo, habló sobre experiencias personales y cómo se fue interesando sobre los efectos de la industrialización de la humanidad en el medio ambiente, hasta culminar con investigaciones sobre el cambio climático.

Tras perder las elecciones presidenciales de 2000 en Estados Unidos, Gore se ha dedicado a alertar sobre el calentamiento global mediante charlas en su país y el extranjero, lo que le ha ganado el reconocimiento como uno de los principales defensores de iniciativas para reducir los impactos de la contaminación sobre el planeta.

En Guayaquil le escuchaban el vicepresidente ecuatoriano, Lenin Moreno, los ministros de Electricidad, Esteban Albornoz; y de la Producción, Nathalie Cely, y el alcalde de la ciudad, Jaime Nebot.

Además, estuvieron en el foro empresarios, representantes de gobiernos regionales y ambientalistas, quienes entraron al Salón Principal del Centro de Convenciones tras una minuciosa seguridad.

La audiencia, que en su mayoría llegó con más de media hora de anticipación, aplaudió durante varios minutos la entrada al salón de Gore, quien también ganó dos premios Oscar por su documental "Una verdad inconveniente".

Previamente se había reunido con Moreno, quien intentó convencerle de que se sumara a la lista de famosos que apoyan el proyecto Yasuní-ITT, el cual busca dejar sin explotar un gran yacimiento petrolero en la Amazonía a cambio de que la comunidad internacional dé contribuciones económicas a Ecuador.

Gore opinó que el programa es "una idea brillante y creativa para conservar la reserva de la Amazonía ecuatoriana" y se comprometió a investigar más a fondo la propuesta, según indicó la vicepresidencia de Ecuador en un comunicado.

El Gobierno ha dicho que cuenta ya con el apoyo del director de cine Woody Allen, el expresidente del Banco Mundial James Wolfensohn, los actores Bob Dereck y Leonardo Di Caprio, y pretende ganarse al cantautor español Joan Manuel Serrat, quien visitará mañana Yasuní con Moreno.

El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, también dio hoy el apoyo de su entidad al proyecto Yasuní ITT, en unas palabras de introducción previas a la charla de Gore.

"El proyecto ITT ha generado un gran debate sobre la necesidad de buscar nuevas opciones para cambiar nuestra matriz energética", dijo Moreno, tras indicar que desde el 2006 el BID comenzó a apoyar iniciativas de este tipo.

La decisión se tomó porque el cambio climático está afectando a la región en la producción y en la vida de los más pobres, afirmó Moreno, quien hoy también se reunió en Quito con el presidente de Ecuador, Rafael Correa, antes de viajar a Guayaquil.

Moreno anunció que el BID destinará 3.000 millones de dólares anuales de su cartera de inversiones para financiar proyectos relacionados con el desarrollo sostenible y el cambio climático.

Gore cerró con su discurso la Cumbre Internacional de Medio Ambiente (CIMA) 2011, que durante cuatro días reunió a ambientalistas, académicos y empresarios interesados en la ecología.

El último acto oficial fue una cena, en la que el privilegio de comer con el exvicepresidente de Estados Unidos costó 300 dólares por persona.
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