Tecnología
Agua de Marte, demasiado salada para que haya vida
El agua que haya derivado de los minerales que los investigadores han observado en Marte debe haber sido extremadamente salobre
La publicación del estudio encabezado por Nicholas Tosca, del Departamento de Biología de Organismos y Evolución en la Universidad de Harvard, coincide con el comienzo de trabajos en Marte de la sonda “Phoenix”, que estudiará el agua en la región septentrional del planeta.
“Dado que el agua líquida es un requisito para todos los organismos en la Tierra, las pruebas de agua actual o pasada se han considerado como un requisito primario para la existencia de ambientes habitables en Marte”, indicó el artículo.
Tosca y sus colaboradores han compilado los datos geoquímicos obtenidos de la planicie conocida como Meridiani Planum, ubicada dos grados al sur del ecuador marciano, y de otros ambientes del planeta donde se han precipitado los minerales de las salinas.
Los resultados indican que el agua que haya derivado de los minerales que los investigadores han observado en Marte debe haber sido extremadamente salobre, mucho más que cualquier fluido natural conocido en la Tierra.
Los investigadores señalaron que aunque algunos organismos terrestres son capaces de sobrevivir en una salinidad extrema, son todos descendientes de ancestros que no tenían esa capacidad, lo cual lleva a la conclusión de que, al menos en la Tierra, la vida no se originó en aguas extremadamente salinas.
La región donde la sonda “Phoenix” hará sus estudios se encuentra en las latitudes más altas del hemisferio Norte de Marte.
La sonda despliega brazo
La sonda estadounidense “Phoenix Mars Lander” desplegó exitosamente su brazo robótico, un elemento clave en la misión de búsqueda de indicios de vida pasada o presente sobre suelo marciano.
“El brazo está listo” para empezar a trabajar, dijo Matt Robinson, del Jet Propulsion Laboratory de la agencia espacial estadounidense en Pasadena, California, donde se ubica el centro de control de la misión Phoenix.
El miércoles la NASA envió los comandos para desplegar el brazo y ayer se llevaron a cabo los ensayos necesarios para controlar su funcionamiento, explicó Robinson.
“Me complace informarles que el procedimiento fue exitoso (...) El brazo robótico ya está instalado”.
Antes de empezar a cavar el permafrost de Marte, la NASA deberá probar las cuatro articulaciones del brazo, que aseguran sus movimientos laterales y verticales, y en la “muñeca” permiten el movimiento excavatorio y la toma de muestras del suelo.
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