Actividad humana, factor de cambio climático: estudio
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la NASA señala que el calentamiento no tiene precedentes en los últimos mil 300 años
CIUDAD DE MÉXICO (01/ENE/2017).- La evidencia científica para demostrar que existe un calentamiento climático es inequívoca y demuestra que la actividad humana ha sido uno de los principales motores que lo han propiciado, según un estudio.
Así lo asienta un análisis elaborado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la NASA, y señala que ese calentamiento no tiene precedentes en los últimos mil 300 años.
De acuerdo con el estudio publicado en el portal de Cambio Climático Global de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA por sus siglas en inglés), lo anterior ha podido ser observado por los satélites en órbita y otros avances tecnológicos.
En general uno de los factores que han detonado este cambio climático acelerado ha sido el dióxido de carbono (CO2), entre otros gases de efecto invernadero que comenzaron a tener una importante concentración a partir del siglo XIX.
Como resultado de esa acumulación de gases la energía infrarroja atrapada en la atmósfera ha hecho que el planeta presente un constante incremento de calor, debido a que no ha reflejado la energía solar como en años previos.
Las consecuencias de ese calentamiento son que se ha registrado un importante incremento en el nivel del mar, el cual subió hasta 17 centímetros en el siglo pasado y en la última década hasta el doble, demostrando una alarmante velocidad en este fenómeno.
El estudio agrega que la mayor parte del calentamiento se ha producido en los últimos 35 años, con 15 de los 16 años más calientes registrados a partir de 2001, siendo 2015 cuando por primera vez registró un promedio mundial por arriba de la media hasta por un grado centígrado.
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Esto cobra importancia si se considera que a partir de la década desde 2000 se empezó a producir un descenso de la actividad solar, resultando con un mínimo solar inusual en el período de 2007-2009. Aun así, la temperatura superficial del planeta continuó aumentando.
En gran medida ello también se debió a que los océanos han absorbido la mayor parte de este aumento de calor, de manera que presentan una temperatura promedio mayor en 0.302 grados desde 1969.
A ello se suma el importante deshielo que registran Groenlandia y las capas de hielo de la Antártida, reportado en el estudio Recuperación de Gravedad Climática de la NASA.
De acuerdo con ese análisis, Groenlandia ha perdido de 150 a 250 kilómetros cúbicos de hielo entre 2002 y 2006, mientras que la Antártida perdió casi 152 kilómetros cúbicos de hielo entre 2002 y 2005.
Aunado a ello hay un retroceso de los principales glaciares del mundo, incluyendo el de los Alpes, el Himalaya, Los Andes, las Montañas Rocosas, Alaska y África, donde importantes picos comienzan a verse casi sin nieve como el monte Kilimanjaro.
Destaca la acidificación que presenta el océano y que comenzó a registrarse a partir del comienzo de la Revolución Industrial hasta presentar un incremento de 30 por ciento.
Este incremento es el resultado de los seres humanos que emiten más dióxido de carbono a la atmósfera y por lo tanto más se ha absorbido en los océanos. La cantidad de dióxido de carbono absorbido por la capa superior de los océanos está aumentando en unas dos millones de toneladas por año.
Los investigadores recordaron que el clima de la Tierra ha cambiado a lo largo de la historia, de manera que en los últimos 650 mil años se han producido siete ciclos de avance y retroceso de los glaciares, con el abrupto final de la última edad de hielo hace unos siete mil años.
La mayor parte de estos cambios climáticos se atribuyen a variaciones muy pequeñas en la órbita de la Tierra que cambian la cantidad de energía solar recibe el planeta.
Sin embargo, las actividades antropogénicas han favorecido un cambio radical en estos fenómenos, ya que por siglos no se había presentado una acumulación mayor a las 300 partículas por millón de CO2, cifra que se disparó a partir de 1950 y continúa en ascenso para superar las 400 partículas.