Suplementos
Violencia psicológica de padres a hijos provoca ansiedad e insomnio
El siguiente paso es diseñar programas de intervención y de prevención de la violencia, estima especialista
violencia psicológica y de control que ejercen los padres sobre sus hijos les provoca trastornos como ansiedad e insomnio, reveló la terapeuta María Ángela Gómez Pérez con base en un estudio aplicado a 647 personas de la zona metropolitana de Guadalajara.
La coordinadora de la maestría en Terapia Familiar del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) indicó que los resultados abarcan un periodo de estudio de 2014 a 2015, y la mayor parte de los encuestados residen en Guadalajara (44.8 por ciento), Zapopan (24.9), Tlaquepaque (9) y Tonalá (8.7 por ciento).
La especialista, quien encabezó la investigación, añadió que 10.54 por ciento de los papás encuestados ejercen este tipo de violencia en sus hijos, así como las madres lo hacen en 13.42 por ciento.
Limitar la manera de vestir y la libertad de la persona son ejemplos de violencia de control, mencionó.
"En la violencia psicológica hay comentarios constantes que hacen sentir a la persona torpe, inútil o que la descalifican", puntualizó.
Detalló que al analizar los resultados se encontraron los porcentajes más elevados en la violencia expresada en los reactivos: 'lo manda en todo', con 24.3 por ciento por la madre y 17.3 por el padre y 'Le controla el tiempo y le hace explicarle dónde ha ido cuando sale', un 27.8 por ciento la madre y 19.3 el padre.
Así como en 'Critica su forma de vestir o comportarse', 28.3 por ciento la mamá y el papá 24 por ciento; y 'Lo chantajea', 22.3 por ciento la madre y 11 por ciento el padre.
Gómez Pérez precisó que como consecuencia de la violencia, 13.4 por ciento de los encuestados tienen algún tipo de trastorno como ansiedad e insomnio.
Asimismo presentan la disfunción social (que ocasiona que las personas no se desempeñen adecuadamente dentro de la sociedad, suelen ser tímidas, aisladas y retraídas, les cuesta trabajo interactuar con los otros).
La especialista manifestó que lo anterior da como resultado personas con baja autoestima.
Afirmó que afecta más la violencia psicológica que la física, ya que "a una persona que constantemente le dicen que es un inútil o que no sirve para nada, llega un momento que se lo cree; por lo tanto es la psicológica la que impacta más y la que se ejerce con mayor frecuencia".
"El siguiente paso es diseñar programas de intervención y de prevención de la violencia, y formar grupos de padres y madres para concientizar sobre la necesidad de cambiar los mensajes que les dan a sus hijos", concluyó.
GUADALAJARA (29/MAR/2016).- La
La coordinadora de la maestría en Terapia Familiar del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) indicó que los resultados abarcan un periodo de estudio de 2014 a 2015, y la mayor parte de los encuestados residen en Guadalajara (44.8 por ciento), Zapopan (24.9), Tlaquepaque (9) y Tonalá (8.7 por ciento).
La especialista, quien encabezó la investigación, añadió que 10.54 por ciento de los papás encuestados ejercen este tipo de violencia en sus hijos, así como las madres lo hacen en 13.42 por ciento.
Limitar la manera de vestir y la libertad de la persona son ejemplos de violencia de control, mencionó.
"En la violencia psicológica hay comentarios constantes que hacen sentir a la persona torpe, inútil o que la descalifican", puntualizó.
Detalló que al analizar los resultados se encontraron los porcentajes más elevados en la violencia expresada en los reactivos: 'lo manda en todo', con 24.3 por ciento por la madre y 17.3 por el padre y 'Le controla el tiempo y le hace explicarle dónde ha ido cuando sale', un 27.8 por ciento la madre y 19.3 el padre.
Así como en 'Critica su forma de vestir o comportarse', 28.3 por ciento la mamá y el papá 24 por ciento; y 'Lo chantajea', 22.3 por ciento la madre y 11 por ciento el padre.
Gómez Pérez precisó que como consecuencia de la violencia, 13.4 por ciento de los encuestados tienen algún tipo de trastorno como ansiedad e insomnio.
Asimismo presentan la disfunción social (que ocasiona que las personas no se desempeñen adecuadamente dentro de la sociedad, suelen ser tímidas, aisladas y retraídas, les cuesta trabajo interactuar con los otros).
La especialista manifestó que lo anterior da como resultado personas con baja autoestima.
Afirmó que afecta más la violencia psicológica que la física, ya que "a una persona que constantemente le dicen que es un inútil o que no sirve para nada, llega un momento que se lo cree; por lo tanto es la psicológica la que impacta más y la que se ejerce con mayor frecuencia".
"El siguiente paso es diseñar programas de intervención y de prevención de la violencia, y formar grupos de padres y madres para concientizar sobre la necesidad de cambiar los mensajes que les dan a sus hijos", concluyó.
Síguenos en