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¡Una mordidita al año no hace daño!
Para sobrevivir a la Navidad y no enfermar en el intento, la gastroenteróloga Martha Urquidia lanza una serie de recomendaciones
Imposible resistirse: buñuelos, pozole, tamales, ponche, vino, pavo, frituras, pasteles de fruta, galletas, cerveza, manzanas caramelizadas, carnes asadas, sodas y cacahuates al por mayor. El problema no es comer un poco de todo lo servido en el banquete, el inconveniente es la forma y el tiempo en cómo se consume cada uno de los platillos, botanas y bebidas propias de la temporada navideña.
Para sobrevivir a la cena de Navidad y Año Nuevo y no enfermar en el intento, la gastroenteróloga Martha Urquidia, recomienda poner atención no solo en las cantidades que se consumen de harinas y grasas, principalmente, pues la forma de preparación de cada alimento (hervido, frito, crudo), pueden determinar qué tan afectado resultará el estómago, incluso, hasta impedirte dormir tranquilo.
La diarrea es una de las manifestaciones más comunes cuándo un alimento no es muy amigable con el estómago, puntualiza la especialista al asegurar que además de los excesos en porciones y diversidad de alimentos que pueden ingerirse en una sola reunión, el hecho de que la mayoría de alimentos son preparados fuera de casa, por muchas personas o sin la higiene necesaria, también provocan que las bacterias e infecciones se apoderen inmediatamente del organismo.
Ponerse a dieta en estos días es impensable y para ello, Martha Urquidia aconseja tratar de visualizar las consecuencias que el consumo descontrolado en carbohidratos, azúcares y ácidos tendrá no solo en forma de gastritis y reflujos pasajeros, pues el aumento de peso y los riesgos de diabetes y alto colesterol también estarán a la orden del día.
Tómalo en cuenta
• Hay que esperar mínimo una hora antes de acostarse después de haber consumido alimentos más complejos de digerir, especialmente cuando se trata de harinas, carnes y picantes. Intenta caminar moderadamente o sentarte si sientes el estómago muy lleno. A la mañana siguiente procura salir a trotar o realizar alguna actividad física para no acumular calorías.
• De dos a cinco kilos es lo que se puede aumentar de peso en cuestión de una o dos semanas de consumo constante de alimentos ricos en grasas, carbohidratos y azúcares. No omitas desayunar o dejar de comer ante los excesos gastronómicos de días anteriores, mejor procura consumir platillos, bebidas y postres navideños hechos con frutas y verduras naturales e intercalando con agua natural para brindar una sensación se satisfacción más inmediata y no tener ansiedad por seguir comiendo.
• Evita automedicarte o exagerar en el uso de medicamentos de venta libre para malestares pasajeros de gastritis, inflamación o estreñimiento. Si las molestias persisten más de un día, lo mejor es que acudas con el doctor, pues puede tratarse de infecciones, bacterias o úlceras estomacales que requieren de supervisión profesional.
• Mátente hidratado. Opta por acompañar tus alimentos e incluso bebidas con agua natural, ya que estos evitarán que la “resaca” te llegue con mayor fuerza ante el consumo excesivo de alcohol o en caso de presentar diarrea.
• Siempre pregunta cómo fueron elaborados los platillos y qué ingredientes contiene, o avisa que requieres de algunos cuidados como lácteos deslactosados, ligth, sin grasas, sin azúcar o que eres alérgico a ciertas frutas, vegetales o productos en específico.
CUIDA TU CUERPO
Remedios caseros
Si las recomendaciones que señala la doctora Martha Urquidia no surtieron efecto y terminaste con una molestia gastrointestinal, no te preocupes; existen remedios naturales para que tu estómago te deje seguir disfrutando de las fiestas:
• El ajo ayuda a combatir las infecciones intestinales causadas por los alimentos incluso mejor que algunos antibióticos, según lo hallado por un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Estatal de Washington.
• Suero casero. Es muy efectivo en casos de diarrea, sólo tienes que colocar en un recipiente con agua dos cucharadas de sal, dos cucharadas de bicarbonato y una cucharada de azúcar.
• Té de manzanilla. En la antigua Grecia, Egipto y Roma era usada para tratar diversas dolencias. Se le atribuyen propiedades antiespasmódicas y para tratar la inflamación intestinal. Puede preparar una infusión con bolsas de té envasado, o comprar las flores y hervir.
• Agua de arroz. Ayuda a la hidratación y es una rica fuente de vitaminas y minerales. También es fuente de almidón, no tiene gluten y cuando es hervido ayuda a bloquear el canal de cloruro en las células del intestino.
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