Suplementos
Un gigante por conquistar
Peñón Blanco, un monumento natural en el semidesierto
DURANGO (18/DIC/2011).- Ante la mirada de aquellos ajenos a las maravillas que esconde el semidesierto de Durango, se asoma un monolito de dos mil 600 metros de altura.
Escalar esta formación rocosa provoca un sinfín de aventuras que vale la pena experimentar, porque al llegar hasta su cumbre, un paisaje idílico se descubre.
Walter Bishop, director de Aventura Pantera, empresa especializada en actividades de este tipo, dice que el lugar se conoce como Peñón Blanco y que llamó la atención por su caída vertical de 300 metros.
Este cerro se ubica a 150 kilómetros de la capital del Estado. Es un monumento natural que se puede disfrutar en familia, pero sobre todo con amigos que gustan derrochar grandes niveles de adrenalina. Así que hay que cargar el equipo necesario para armar el campamento con todo y fogata.
Existen ocho caminos a la cima. Cada uno ofrece diversas condiciones, según la capacidad de los aventureros.
Los inexpertos suben por la ruta más ligera: un recorrido de 22 horas. Por eso es importante llevar un buen suministro de alimentos y agua.
“Vas cargado y de subida, el peso de la mochila se multiplica en serio, por el jalón de la gravedad que te trae desquiciado, así que prácticamente, vas gateando”.
Otro de los encantos de este cerro son sus pinturas rupestres dentro de dos cuevas La Pinta y El Blanco.
Los guías pueden encontrarse en el poblado de Covadonga, a 25 kilómetros del peñón. En este mismo lugar se puede contratar equipo para acampar.
Durante la noche se disfruta de una fogata, “la televisión de los pobres” como dice Walter. Entonces se observan las Pléyades y después, al calor de unas copas, se distingue Tauro, Virgo y Géminis. También habla a los viajeros de la grandeza de Venus. Cuando puede, carga con un telescopio para mostrarles las lunas de Júpiter y Orión.
Después de esta aventura, vale la pena darse una vuelta por otros rincones de Durango; sin duda Walter Bishop será una buena guía para decidir qué camino tomar.
PARA SABER
En detalle
* El poblado de Peñón Blanco es oficialmente fundado el 4 de octubre de 1599 y de ahí en adelante son los españoles los que marcan el paso de desarrollo de la región, en medio de ataques de los indígenas de la Gran Chichimeca y luego, en los 1800, de los indios Apaches.
En contacto
Para contactar a Walter Bishop hay que marcar el teléfono (618) 813 98 75.
Escalar esta formación rocosa provoca un sinfín de aventuras que vale la pena experimentar, porque al llegar hasta su cumbre, un paisaje idílico se descubre.
Walter Bishop, director de Aventura Pantera, empresa especializada en actividades de este tipo, dice que el lugar se conoce como Peñón Blanco y que llamó la atención por su caída vertical de 300 metros.
Este cerro se ubica a 150 kilómetros de la capital del Estado. Es un monumento natural que se puede disfrutar en familia, pero sobre todo con amigos que gustan derrochar grandes niveles de adrenalina. Así que hay que cargar el equipo necesario para armar el campamento con todo y fogata.
Existen ocho caminos a la cima. Cada uno ofrece diversas condiciones, según la capacidad de los aventureros.
Los inexpertos suben por la ruta más ligera: un recorrido de 22 horas. Por eso es importante llevar un buen suministro de alimentos y agua.
“Vas cargado y de subida, el peso de la mochila se multiplica en serio, por el jalón de la gravedad que te trae desquiciado, así que prácticamente, vas gateando”.
Otro de los encantos de este cerro son sus pinturas rupestres dentro de dos cuevas La Pinta y El Blanco.
Los guías pueden encontrarse en el poblado de Covadonga, a 25 kilómetros del peñón. En este mismo lugar se puede contratar equipo para acampar.
Durante la noche se disfruta de una fogata, “la televisión de los pobres” como dice Walter. Entonces se observan las Pléyades y después, al calor de unas copas, se distingue Tauro, Virgo y Géminis. También habla a los viajeros de la grandeza de Venus. Cuando puede, carga con un telescopio para mostrarles las lunas de Júpiter y Orión.
Después de esta aventura, vale la pena darse una vuelta por otros rincones de Durango; sin duda Walter Bishop será una buena guía para decidir qué camino tomar.
PARA SABER
En detalle
* El poblado de Peñón Blanco es oficialmente fundado el 4 de octubre de 1599 y de ahí en adelante son los españoles los que marcan el paso de desarrollo de la región, en medio de ataques de los indígenas de la Gran Chichimeca y luego, en los 1800, de los indios Apaches.
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