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Respiración sana, libertad pura
Especialistas señalan que el asma es una enfermedad crónica que de no tratarse adecuadamente puede causar un desenlace fatal
Todo puede parecer normal hasta que dichas reacciones se desarrollan a diario y a cualquier hora, sin importar que haya frío, calor, o se esté en el hogar donde la limpieza es constante. Hasta cierto punto es normal que los niños sean más sensibles a las enfermedades respiratorias y alérgicas; sin embargo, el alergólogo pediatra, Fernando Iduñate Palacios, presidente del Colegio Mexicano de Pediatras Especialistas en Inmunología Clínica y Alergia (Compedia), advierte que estas características pueden ser los primeros síntomas de asma.
El especialista señala que el asma es una enfermedad crónica y de raíces hereditarias que de no tratarse adecuadamente puede causar un desenlace fatal. Por años se ha creído que una persona asmática tiene prohibido realizar actividades que implican esfuerzo de impacto, como practicar deportes de alto rendimiento o exponerse a actividades de entretenimiento, como los juegos mecánicos. Hoy se sabe que un asmático puede desarrollar actividades de alta condición y esfuerzo físico, siempre y cuando siga detalladamente su tratamiento clínico.
Iduñate Palacios comenta que los primeros cinco años de vida es la etapa de mayor prevalencia a manifestar asma, aunque la adolescencia y la adultez no quedan fuera de esta posibilidad; se estima que actualmente 300 millones de personas padecen de asma a nivel mundial.
El alergólogo pediatra añade que en México el diagnóstico no suele ser oportuno, pues en ocasiones el paciente conoce su condición cuando la enfermedad ha avanzado durante cinco o 10 años, lo que genera un acondicionamiento y costumbre a vivir con las complicaciones respiratorias, de las cuales la mayoría está ligada a reacciones alérgicas que no son atendidas en sus primeras fases, sobre todo en la etapa infantil.
Entre las principales manifestaciones asmáticas están las relacionadas a la nariz: hay mucho taponamiento, comezón, los ojos pican y los estornudos y la presencia de moco es constante, así como frecuencia en tos y bronquiolitis, sin causas justificadas.
“Hay pacientes que se acostumbran a vivir con los síntomas, a toser diariamente, al efecto del aire acondicionado, a cansarse por subir la escalera o tener resfriados constantes, pero eso es sinónimo de un asma no controlada”.
La herencia es un factor de riesgo para desarrollar la enfermedad (que el padre, la madre o ambos la padezcan), pero hay otros para desencadenar los diversos tipos y niveles de asma. El médico recomienda acudir con el especialista, pues ésta “es una enfermedad inflamatoria y crónica que puede ceder (desaparecer o controlarse) en una fase inicial leve, con o sin tratamiento, pero conforme los bronquios se van inflamando, el paciente puede morir por un ataque de asma”.
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