Suplementos
Pintura contemporánea mexicana en el MUSA
El edificio emblemático de la Universidad de Guadalajara que alberga los murales que José Clemente Orozco pintó en 1937, fue habilitado como museo en el otoño de 1994
GUADALAJARA, JALISCO (17/AGO/2010).- El Museo de las Artes (MUSA) posee un colección de arte jalisciense que se incrementa año con año y que actualmente reúne el trabajo de 40 artistas. Se presentan además de la Colección Permanente, exposiciones temporales tanto de artistas nacionales como extranjeros.
Cumple con las funciones didácticas de un museo, no sólo al presentar obras significativas del hacer contemporáneo, sino promoviendo la investigación en las artes plásticas y la sensibilización de quienes asisten a su recinto a través de visitas guiadas y programas de iniciación a las artes para los infantes.
Además establece las vinculaciones entre arte y la cultura mexicana con exposiciones temporales como la del pintor oaxaqueño Filemón Santiago.
Bajo el título de Simplicidad compasiva se presentan 98 piezas que continúan en exhibición hasta el 22 de agosto bajo la curaduría y museografía de Guillermo Sepúlveda. La firmeza y seguridad en los trazos, el color, la síntesis y la fuerza expresiva del trabajo del pintor oaxaqueño se manifiestan en esta exposición.
Filemón Santiago nació en San José Sosola, población ubicada en la Mixteca Alta oaxaqueña, en 1958. A los 14 años se trasladó a estudiar a la ciudad de Oaxaca. Fue de los primeros alumnos del Taller de Artes Plásticas Rufino Tamayo, fundado y dirigido por Roberto Donís; sus compañeros fueron Cecilio Sánchez, Ariel Mendoza, Abelardo López, Alejandro Santiago y Felipe de Jesús Morales.
Filemón Santiago plasma la contundencia y universalidad de las emociones en escenas íntimas del pueblo oaxaqueño, saturadas de colorido y viveza extraordinarios. El arte de Santiago, entremezcla de sueños y realidad, explora con belleza y fuerza vital el sufrimiento humano revestido de misticismo y de la cotidianeidad.
Filemón Santiago emigró a la ciudad de Chicago a los 20 años de edad, y luego de 15 años regresó a la ciudad de Oaxaca, donde vive actualmente. La muestra abarca las etapas más significativas de sus 35 años de carrera.
Quizá sin pretenderlo, la obra de Filemón Santiago aborda el rigor del sufrimiento con un particular sentido de empatía y compasión. Los personajes de Santiago no se muestran sometidos ante la adversidad; llenos de color y fuerza, conmueven al espectador, quien descubre en escenas aparentemente simples el complejo universo de las emociones humanas.
Filemón Santiago. Simplicidad compasiva es un recuento de la fructífera carrera del artista oaxaqueño. Se remonta a sus primeras obras, hacia 1973, elaboradas durante su breve paso por la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca y su formación en el legendario Taller de Artes Plásticas Rufino Tamayo. En este último, Santiago perfeccionó la técnica de la acuarela, la que practicaba desde los catorce años. De esa época surgen piezas inspiradas en cuentos populares y recuerdos de su infancia.
Tras emigrar a Estados Unidos en 1978, el joven pintor descubrió el trabajo de grandes artistas como Münch, De Chirico y Hart Benton, quienes influyeron y motivaron su obra. El encuentro con nuevas tendencias artísticas, el estudio y la confrontación le permitieron madurar proyectos y reafirmar sus raíces.
Hacia 1986, Santiago abandonó la acuarela cuando encontró en el óleo un medio más efectivo para dar solidez y consistencia orgánica a sus personajes; seres que trabajan y viven inmersos en un constante agobio. Dejó atrás las figuras estilizadas y los colores de sus acuarelas para elaborar brillantes cuadros en óleo, por medio de pocos colores planos, proporcionando a las figuras humanas una nueva densidad.
Su regreso a Oaxaca, después de tres lustros en el extranjero, marca una etapa de plena madurez en el pintor. Sus composiciones se vuelven más audaces y emplea formatos mayores. En sus cuadros se acentúa el drama envuelto en silencio, tristeza y melancolía.
Guillermo Sepúlveda escribió acerca de Filemón Santiago: “Rufino Tamayo fue para él una enseñanza superior, al entender que el pintar es un acto de suma sencillez, que nada tiene que ver con la arrogancia, que el trabajo del artista puede ser comparado con el de un obrero, que la pintura es un trabajo arduo, solitario, y que exige una gran paciencia. El artista nunca se jubila”.
Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara
Avenida Juárez 975. Tel. (0133) 3134-1664
www.museodelasartes.udg.mx
Horario: martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas.
Sábado y domingo de 10:00 a 16:00 horas. Entrada libre.
Servicios: Visitas guiadas, talleres para niños y adultos, conciertos, conferencias y librería con venta de artesanías.
En La Red
Filemón Santiago habla de su obra y sus procesos creativos.
Con información de Laura Ayala.
Cumple con las funciones didácticas de un museo, no sólo al presentar obras significativas del hacer contemporáneo, sino promoviendo la investigación en las artes plásticas y la sensibilización de quienes asisten a su recinto a través de visitas guiadas y programas de iniciación a las artes para los infantes.
Además establece las vinculaciones entre arte y la cultura mexicana con exposiciones temporales como la del pintor oaxaqueño Filemón Santiago.
Bajo el título de Simplicidad compasiva se presentan 98 piezas que continúan en exhibición hasta el 22 de agosto bajo la curaduría y museografía de Guillermo Sepúlveda. La firmeza y seguridad en los trazos, el color, la síntesis y la fuerza expresiva del trabajo del pintor oaxaqueño se manifiestan en esta exposición.
Filemón Santiago nació en San José Sosola, población ubicada en la Mixteca Alta oaxaqueña, en 1958. A los 14 años se trasladó a estudiar a la ciudad de Oaxaca. Fue de los primeros alumnos del Taller de Artes Plásticas Rufino Tamayo, fundado y dirigido por Roberto Donís; sus compañeros fueron Cecilio Sánchez, Ariel Mendoza, Abelardo López, Alejandro Santiago y Felipe de Jesús Morales.
Filemón Santiago plasma la contundencia y universalidad de las emociones en escenas íntimas del pueblo oaxaqueño, saturadas de colorido y viveza extraordinarios. El arte de Santiago, entremezcla de sueños y realidad, explora con belleza y fuerza vital el sufrimiento humano revestido de misticismo y de la cotidianeidad.
Filemón Santiago emigró a la ciudad de Chicago a los 20 años de edad, y luego de 15 años regresó a la ciudad de Oaxaca, donde vive actualmente. La muestra abarca las etapas más significativas de sus 35 años de carrera.
Quizá sin pretenderlo, la obra de Filemón Santiago aborda el rigor del sufrimiento con un particular sentido de empatía y compasión. Los personajes de Santiago no se muestran sometidos ante la adversidad; llenos de color y fuerza, conmueven al espectador, quien descubre en escenas aparentemente simples el complejo universo de las emociones humanas.
Filemón Santiago. Simplicidad compasiva es un recuento de la fructífera carrera del artista oaxaqueño. Se remonta a sus primeras obras, hacia 1973, elaboradas durante su breve paso por la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca y su formación en el legendario Taller de Artes Plásticas Rufino Tamayo. En este último, Santiago perfeccionó la técnica de la acuarela, la que practicaba desde los catorce años. De esa época surgen piezas inspiradas en cuentos populares y recuerdos de su infancia.
Tras emigrar a Estados Unidos en 1978, el joven pintor descubrió el trabajo de grandes artistas como Münch, De Chirico y Hart Benton, quienes influyeron y motivaron su obra. El encuentro con nuevas tendencias artísticas, el estudio y la confrontación le permitieron madurar proyectos y reafirmar sus raíces.
Hacia 1986, Santiago abandonó la acuarela cuando encontró en el óleo un medio más efectivo para dar solidez y consistencia orgánica a sus personajes; seres que trabajan y viven inmersos en un constante agobio. Dejó atrás las figuras estilizadas y los colores de sus acuarelas para elaborar brillantes cuadros en óleo, por medio de pocos colores planos, proporcionando a las figuras humanas una nueva densidad.
Su regreso a Oaxaca, después de tres lustros en el extranjero, marca una etapa de plena madurez en el pintor. Sus composiciones se vuelven más audaces y emplea formatos mayores. En sus cuadros se acentúa el drama envuelto en silencio, tristeza y melancolía.
Guillermo Sepúlveda escribió acerca de Filemón Santiago: “Rufino Tamayo fue para él una enseñanza superior, al entender que el pintar es un acto de suma sencillez, que nada tiene que ver con la arrogancia, que el trabajo del artista puede ser comparado con el de un obrero, que la pintura es un trabajo arduo, solitario, y que exige una gran paciencia. El artista nunca se jubila”.
Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara
Avenida Juárez 975. Tel. (0133) 3134-1664
www.museodelasartes.udg.mx
Horario: martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas.
Sábado y domingo de 10:00 a 16:00 horas. Entrada libre.
Servicios: Visitas guiadas, talleres para niños y adultos, conciertos, conferencias y librería con venta de artesanías.
En La Red
Filemón Santiago habla de su obra y sus procesos creativos.
Con información de Laura Ayala.
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