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Para sincretismo... Mitla

Mitla es un rincón en el que dos culturas se funden en su arquitectura

GUADALAJARA, JALISCO (10/SEP/2017).- Comenzaba a platicarles sobre la espléndida ciudad de Mitla en el estado de Oaxaca; ese importante centro cívico que ya existía desde principios de nuestra era, y que floreció al decaer la gran ciudad de Monte Albán, tan cercana y tan montada entre los cerros cuando, al notar el innegable sincretismo que aparece hasta en la última piedra del último rincón del sitio… vino a mi mente el descifrar la palabra “sincretismo” tan en boga últimamente en la Perla Tapatía en donde, una inocente escultura con reminiscencias de imágenes del antes y del después de nuestro México surrealista, ha causado escozor entre algunas personas intolerantes y confundidas.

Como tengo la dicha de que la cabecera de mi cama esté formada por los hermosos doce tomos del antiguo “Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano” fechado en 1896, magníficamente encuadernados en el bello pergamino amarillento de antes… saqué el primer tomo que al azar localicé. Su innegable olor a papel viejo agregó un aire de sapiencia al ambiente que todavía lluvioso ya olía a café. Para mi asombro, la primera palabra que apareció, en la página que al azar abrí (la 28 del Tomo 19) era precisamente “Sincretismo” donde contundentemente señalaba: “Sistema filosófico que consiste en la conciliación de diversas doctrinas”. Y más adelante agregaba… “que gradualmente va capacitando al hombre para adquirir conciencia de sí mismo y de la realidad que le circunda” Más claro ni el agua, pensé. Una vez que el hermoso libro satisfizo de golpe y porrazo mis inquietudes, con todo respeto lo guardé para transcribir sus rotundas palabras a este texto. Consideré oportuno no hablar más sobre el asunto y platicarles -al menos algo- sobre los invaluables restos de la bella Mitla que sobrevivieron a la infame y cruel conquista española y al famoso sincretismo, avasallador de nuestra invaluable civilización nativa.  

 Después de haber venido a menos la cercana ciudad de Monte Albán, fue que Mitla, la importante ciudad-estado zapoteca de edificios admirablemente labrados piedra por piedra, y colocados cual rompecabezas en la decoración de las intrincadas grecas de las paredes de cuanta edificación existe, comenzó su época de esplendor con tan solo unas 10 mil almas quienes, al tener todo tan en paz y tan lleno de bonanza, sus habitantes se pudieron dedicar a ciencia y paciencia a construir sus templos, sus santuarios de oración y sus lugares de reunión, empleando en ellos las artes y técnicas de construcción que solo se pueden dar en la bonanza. Posteriormente, con la llegada de los mixtecos, se pudo notar su importante influencia en la arquitectura y en el ornato de los edificios. Más tarde, los españoles, vinieron a destruir muchos de los templos para utilizar la cantería en la construcción de la Iglesia de San Pablo que actualmente domina casi totalmente el panorama.

La guía de viajes Peugeot me quitó las palabras de la narración al citar… “el grupo de Las Columnas es un antiguo palacio que consta de tres grandes estancias dispuestas en torno a unas tumbas y un patio. Los muros están decorados con grecas de los mosaicos geométricos típicos de Mitla; cada friso está compuesto de hasta 100 mil piezas. Una de las estancias interiores, el del salón de las columnas, encierra seis pilares monolíticos que en su día sustentaron al techo. Al norte está ‘el Grupo de la Iglesia’ con el templo colonial católico por centro. Los edificios precolombinos que sobrevivieron a su  construcción, son de traza similar a los del grupo de Las Columnas, pero de menor escala, y aún conservan restos de pintura”.

NB: Como dicen que una imagen vale más que mil palabras, veamos esas dos edificaciones que aparecen en la foto -diferentes en todos los sentidos- que explican claramente el famoso sincretismo. El dibujo de los barcos, hecho por un niño y publicado en el libro “México visto por sus Niños” es más que sincero y emotivo, tanto en el dibujo como en su espontánea nota al calce.

A disfrutar pues, sin complicaciones, el gran don que es la vida “Carpe Díem”.

pedrofernandezsomellera@prodigy.net.mx

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