Suplementos
Palizada, donde el río es protagonista
Su estilo pintoresco hace de esta comunidad algo más que un destino mágico en Campeche
GUADALAJARA, JALISCO (06/JUL/2014).- Muchas localidades se han asentado a la orilla de los ríos convirtiéndolos en el protagonista central de su historia y atractivo, así es Palizada, en Campeche, cabecera municipal al suroeste de la Entidad, muy cerca de la Laguna de Términos, que fue nombrada “Pueblo Mágico” en 2010 gracias a su carácter pintoresco, a sus casas de techos de teja francesa, a la paz y comodidad que brinda una comunidad pequeña con tradiciones centenarias, una herencia multicultural y una naturaleza exuberante.
Palizada debe su nombre a la gran cantidad de palo de tinte o palo de Campeche que caracteriza a la zona —en especial el río, afluente del Usumacinta, que se cargaba de troncos en ciertas épocas del año—, en épocas remotas los náhuatl chontales la bautizaron en su lengua como “Lugar de canoas”; pero en este sitio convergieron varias culturas y, con la llegada de los españoles, se llamó primero San Joaquín de la Palotada, después San Ignacio de la Empalizada y finalmente Palizada.
Así, el Río Palizada es de los pocos navegables de la península yucateca, y ha sido desde siempre un medio de comunicación entre el sureste y el centro del país; la región es especial para quienes gustan de la variedad de flora y fauna, pues se ubica en zona de manglares y pantanos y muy pocos lugares de la República tienen un ecosistema de sus características.
Su historia
La historia del lugar comienza con sus primeros pobladores, los chontales, pero es en el siglo XVII cuando arriban los primeros conquistadores españoles. En 1792 se le reconoce como parte de la corona de Carlos II y se le llegó a conocer como “La perla de los ríos”, un sitio de riqueza y esplendor (sus maderas eran codiciadas en Europa) escondido de los ataques de piratas por su ubicación geográfica (en esa época era difícil que un barco grande llegara sin ser notado), por lo que adquirió fama como espacio de quietud y belleza.
Para 1850 alcanzó la categoría de Villa y, después de la Revolución Mexicana, en 1916 la denominación de “municipio libre” para, en 1959, convertirse formalmente en ciudad; así, Palizada se reconoce por su gente sencilla y cordial que se enorgullece de la belleza del lugar y lo refiere, por lo que tiene la fama de ser cuna de poetas y trovadores.
Para recorrer el lugar
Por supuesto, el atractivo central para los visitantes es el Río Palizada, un cauce con una extensión de 120 kilómetros que desemboca en la Laguna de Términos (declarada como área protegida en 1994, como la mayor reserva estuarina del país); desde siempre fue enclave comercial —sobre todo de maderas preciosas— pero hoy día pueden realizarse también actividades ecoturísticas como la observación de aves y manatíes, paseos en kayak, pesca deportiva o natación.
Ahora bien, el pueblo cuenta con espacios recreativos como el Parque Juárez, el Parque de la Libertad (donde se ubica una famosa réplica de la estatua de la Libertad de Nueva York), el malecón y el Playón (pequeña playa natural), pero su más preciada joya arquitectónica es sin duda la Parroquia de San Joaquín, el inmueble religioso más importante, cuya construcción inicia en 1835 y donde se venera a San Joaquín desde 1785. Aunque su estructura ha sido modificada con el tiempo, conserva la sencillez de su fachada con sus elementos arquitectónicos de origen.
Destaca por su valor histórico el Palacio Municipal, construido a mediados del siglo XIX; el Mercado Municipal, primer inmueble de la cinta urbana sobre el Malecón, con clara influencia art-déco y que, se cree, se construyó durante las décadas de los veinte o treinta del pasado siglo; a estas edificaciones se suman el Edificio “El Gallito” —del siglo XVIII— y la Casa Hidalgo No. 11, cuyos elementos arquitectónicos están en buen estado.
Festividades tradicionales
La feria más importante y de mayor representatividad en Palizada es la que se celebra en honor del santo patrono, Señor de San Joaquín, en la segunda quincena de agosto, donde los gremios de artesanos, comerciantes, pescadores, ganaderos y tablajeros, marchan entre música, cantos y voladores, además de sus juegos mecánicos, exposiciones ganadera y agrícola, bailes y concursos deportivos.
La segunda fiesta en importancia es la del Señor de Tila, que se celebra en la ribera del mismo nombre; también está presente el carnaval (sobre todo el tradicional carnaval femenino, al que sólo asisten mujeres de la comunidad). Estas fiestas son reflejo de las tradiciones y costumbres del pueblo, entre las que destaca reunirse en el mercado público, donde los puestos de café son espacios para el intercambio de información, el humor y el comercio.
Gastronomía
En Palizada existe una amalgama de ingredientes y sabores que refleja la identidad del pueblo y se basa en los productos de la pesca; así, se debe probar el pescado frito o asado, en sopa o empapelado, sea mojarra, robalo o pejelagarto. También son típicos los tamales y empanadas de pejelagarto, el filete de cocodrilo o la hueva frita de pescado, a los que se suman el pibipollo de gallina, el chilmole de res, mondongo, manea de puerco, pijiji en arroz y frito, pollo en mango verde, en estofado o en escabeche.
Ahora bien, no se adentra uno en la tradición del lugar si no se prueba el chocolate, aunque hay otras bebidas como atole de masa, avena, pinole, pozol y agua de frutas de la región; asimismo, Palizada cuenta con una gran variedad de dulces, pastas y conservas, hay desde dulce de leche, de papaya, pay de mango, de calabaza, de coco con leche, de yuca, dulce de ciricote, de ciruelas de nance, de grosella, merengue, buñuelos, melcocha, queso de guanábana, suspiros, pasta de guayaba, arroz con leche y flan de elote.
Artesanías
La diversidad de sus artesanías, como objetos en madera, bordados a mano, elaboración de artes de pesca, de chocolate, de dulces tradicionales, pan, quesos y urdido de hamacas; además, se busca que el criadero de cocodrilos de Santa Isabel sea proveedor futuro de material para artesanías en piel.
El trabajo en madera incluye la elaboración de cayucos por parte de los pescadores, además de bebederos de agua para animales, muebles y accesorios; de igual forma, se impulsa la elaboración de pan de nata, panetela y pan de castaña, al igual que de quesos frescos y de hebra; para la pesca de pigüa se hacen canastos de bejuco y madera, pero también se tejen redes de sedal o nylon.
TOMA NOTA
¿Cómo llegar?
Para llegar a Palizada, desde Campeche se toma la carretera federal 180 hasta Champotón, se sigue por la 261 hasta Escárcega y, de ahí, se toma la 186, rumbo a Villahermosa (Tabasco), hasta el ramal del kilómetro 65 pasando por Jonuta.
Para comer
> Cafetería El Negro Alí
Se sitúa justo en el mercado municipal y es uno de los sitios de tradición para degustar del desayuno acompañado de chocolate.
> Flor de Tila
Es para quienes buscan descubrir los placeres de la comida mexicana y regional (sobre todo, basada en la pesca de río) con elementos típicos de esta zona del país. Una experiencia para los sentidos, que también sorprende a todos sus visitantes.
Palizada debe su nombre a la gran cantidad de palo de tinte o palo de Campeche que caracteriza a la zona —en especial el río, afluente del Usumacinta, que se cargaba de troncos en ciertas épocas del año—, en épocas remotas los náhuatl chontales la bautizaron en su lengua como “Lugar de canoas”; pero en este sitio convergieron varias culturas y, con la llegada de los españoles, se llamó primero San Joaquín de la Palotada, después San Ignacio de la Empalizada y finalmente Palizada.
Así, el Río Palizada es de los pocos navegables de la península yucateca, y ha sido desde siempre un medio de comunicación entre el sureste y el centro del país; la región es especial para quienes gustan de la variedad de flora y fauna, pues se ubica en zona de manglares y pantanos y muy pocos lugares de la República tienen un ecosistema de sus características.
Su historia
La historia del lugar comienza con sus primeros pobladores, los chontales, pero es en el siglo XVII cuando arriban los primeros conquistadores españoles. En 1792 se le reconoce como parte de la corona de Carlos II y se le llegó a conocer como “La perla de los ríos”, un sitio de riqueza y esplendor (sus maderas eran codiciadas en Europa) escondido de los ataques de piratas por su ubicación geográfica (en esa época era difícil que un barco grande llegara sin ser notado), por lo que adquirió fama como espacio de quietud y belleza.
Para 1850 alcanzó la categoría de Villa y, después de la Revolución Mexicana, en 1916 la denominación de “municipio libre” para, en 1959, convertirse formalmente en ciudad; así, Palizada se reconoce por su gente sencilla y cordial que se enorgullece de la belleza del lugar y lo refiere, por lo que tiene la fama de ser cuna de poetas y trovadores.
Para recorrer el lugar
Por supuesto, el atractivo central para los visitantes es el Río Palizada, un cauce con una extensión de 120 kilómetros que desemboca en la Laguna de Términos (declarada como área protegida en 1994, como la mayor reserva estuarina del país); desde siempre fue enclave comercial —sobre todo de maderas preciosas— pero hoy día pueden realizarse también actividades ecoturísticas como la observación de aves y manatíes, paseos en kayak, pesca deportiva o natación.
Ahora bien, el pueblo cuenta con espacios recreativos como el Parque Juárez, el Parque de la Libertad (donde se ubica una famosa réplica de la estatua de la Libertad de Nueva York), el malecón y el Playón (pequeña playa natural), pero su más preciada joya arquitectónica es sin duda la Parroquia de San Joaquín, el inmueble religioso más importante, cuya construcción inicia en 1835 y donde se venera a San Joaquín desde 1785. Aunque su estructura ha sido modificada con el tiempo, conserva la sencillez de su fachada con sus elementos arquitectónicos de origen.
Destaca por su valor histórico el Palacio Municipal, construido a mediados del siglo XIX; el Mercado Municipal, primer inmueble de la cinta urbana sobre el Malecón, con clara influencia art-déco y que, se cree, se construyó durante las décadas de los veinte o treinta del pasado siglo; a estas edificaciones se suman el Edificio “El Gallito” —del siglo XVIII— y la Casa Hidalgo No. 11, cuyos elementos arquitectónicos están en buen estado.
Festividades tradicionales
La feria más importante y de mayor representatividad en Palizada es la que se celebra en honor del santo patrono, Señor de San Joaquín, en la segunda quincena de agosto, donde los gremios de artesanos, comerciantes, pescadores, ganaderos y tablajeros, marchan entre música, cantos y voladores, además de sus juegos mecánicos, exposiciones ganadera y agrícola, bailes y concursos deportivos.
La segunda fiesta en importancia es la del Señor de Tila, que se celebra en la ribera del mismo nombre; también está presente el carnaval (sobre todo el tradicional carnaval femenino, al que sólo asisten mujeres de la comunidad). Estas fiestas son reflejo de las tradiciones y costumbres del pueblo, entre las que destaca reunirse en el mercado público, donde los puestos de café son espacios para el intercambio de información, el humor y el comercio.
Gastronomía
En Palizada existe una amalgama de ingredientes y sabores que refleja la identidad del pueblo y se basa en los productos de la pesca; así, se debe probar el pescado frito o asado, en sopa o empapelado, sea mojarra, robalo o pejelagarto. También son típicos los tamales y empanadas de pejelagarto, el filete de cocodrilo o la hueva frita de pescado, a los que se suman el pibipollo de gallina, el chilmole de res, mondongo, manea de puerco, pijiji en arroz y frito, pollo en mango verde, en estofado o en escabeche.
Ahora bien, no se adentra uno en la tradición del lugar si no se prueba el chocolate, aunque hay otras bebidas como atole de masa, avena, pinole, pozol y agua de frutas de la región; asimismo, Palizada cuenta con una gran variedad de dulces, pastas y conservas, hay desde dulce de leche, de papaya, pay de mango, de calabaza, de coco con leche, de yuca, dulce de ciricote, de ciruelas de nance, de grosella, merengue, buñuelos, melcocha, queso de guanábana, suspiros, pasta de guayaba, arroz con leche y flan de elote.
Artesanías
La diversidad de sus artesanías, como objetos en madera, bordados a mano, elaboración de artes de pesca, de chocolate, de dulces tradicionales, pan, quesos y urdido de hamacas; además, se busca que el criadero de cocodrilos de Santa Isabel sea proveedor futuro de material para artesanías en piel.
El trabajo en madera incluye la elaboración de cayucos por parte de los pescadores, además de bebederos de agua para animales, muebles y accesorios; de igual forma, se impulsa la elaboración de pan de nata, panetela y pan de castaña, al igual que de quesos frescos y de hebra; para la pesca de pigüa se hacen canastos de bejuco y madera, pero también se tejen redes de sedal o nylon.
TOMA NOTA
¿Cómo llegar?
Para llegar a Palizada, desde Campeche se toma la carretera federal 180 hasta Champotón, se sigue por la 261 hasta Escárcega y, de ahí, se toma la 186, rumbo a Villahermosa (Tabasco), hasta el ramal del kilómetro 65 pasando por Jonuta.
Para comer
> Cafetería El Negro Alí
Se sitúa justo en el mercado municipal y es uno de los sitios de tradición para degustar del desayuno acompañado de chocolate.
> Flor de Tila
Es para quienes buscan descubrir los placeres de la comida mexicana y regional (sobre todo, basada en la pesca de río) con elementos típicos de esta zona del país. Una experiencia para los sentidos, que también sorprende a todos sus visitantes.
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