Suplementos

Paisajes de inspiración

Pedro Páramo y El llano en llamas están en distintos rincones de Jalisco; la aventura está a unos pasos

GUADALAJARA, JALISCO (03/FEB/2013).- Nacido al sur de Jalisco, Juan Rulfo (1917-1986) inspiró a Latinoamérica por sus letras. Destacan El llano en llamas (1953) y Pedro Páramo (1955), el primero una serie de cuentos y el segundo una novela, que tuvieron su fuente universal en una ruta mágica, trazada recientemente por la Secretaría de Turismo de Jalisco, como La Ruta Rulfiana.

La narrativa de Rulfo se describe visualmente en 10 municipios que tocaron el corazón del escritor, que se dice nació en Sayula, otros dicen que en Apulco. Lo cierto es que Juan Rulfo hizo de la región sureña su musa y, también dicen, no se sabe si los pobladores y campesinos hablan como Rulfo escribe de ellos, o ellos se inspiraron en las obras de Rulfo para hablar así: certeros y metafóricos.

Comienza el camino


“Después de tantas horas de caminar sin encontrar una sombra de árbol, ni una semilla de árbol, ni una raíz de nada, se oye el ladrar de los perros”. Aquí inicia el recorrido que nos lleva a Tapalpa y Sayula, dos municipios importantes en el Estado —a 97 kilómetros de Guadalajara— y claves en los trabajos de Rulfo. El primero, un Pueblo Mágico donde las calles y su olor por la mañana describen el ambiente natural de este municipio.

Destaca la presa del Nogal, donde la gente acude a pescar o nadar, o ir a “Las Piedrotas” y sentarse por un rato a observar el paisaje. Además, aquí se puede disfrutar una de las joyas de la gastronomía sureña de Jalisco: el ponche de granada.

En Sayula, el ambiente seco y tranquilo de sus calles polvorientas, tiene una tradición añeja y obligada para quienes lo visitan: disfrutar del dulce de cajeta. Este manjar se adquiere en un típico empaque de madera de pino, desde 10 pesos. También, en este municipio Juan Rulfo fue dado de alta en el Registro Civil, por ello se dice que su natalicio fue aquí. Tanto en Tapalpa como en Sayula, las opciones de hospedaje son incontables, desde cabañas hasta hoteles en viejas casonas.

San Gabriel, el pueblo ilustre

“Se oye que ladran los perros y se siente en el aire el olor del humo, y se saborea ese olor de la gente como si fuera una esperanza”. La verdadera casa de inspiración de Juan Rulfo es San Gabriel, un lugar que celebra su Festival Cultural. En 2012 la festividad conmemoró los 95 años del natalicio de Juan Rulfo, y se trata de un evento que se celebra a finales del mes de mayo, con exposiciones fotográficas, musicales y literarias, que hacen un recuento de personajes y paisajes del lugar, obviamente inspirados en los escritos de Rulfo.

En las festividades, la Plaza Revolución se convierte cada noche en un espectáculo donde las obras de teatro atrapan a los visitantes. Muestras de danza y presentaciones de libros, también tienen cabida en este rincón cultural.

La Comala de Rulfo es San Gabriel, un municipio donde los personajes de Pedro Páramo cobran esplendor en este recorrido turístico y cultural. Por otro lado, los paseos a caballo, o viajes en cuatrimoto, nos adentran a una lección literaria. Para los que gustan de deportes extremos, la tirolesa, el parapente y ciclismo de montaña, son algunas opciones.

La diversa flora y fauna, así como la gastronomía y artesanías, son otro atractivo en esta región. Liebres, tejones, zorrillos, ardillas, así como un sinfín de recursos naturales adornados por pinos, encinos, huizache y granjeno, pintan el escenario literario de Rulfo, que se encuentra a 150 kilómetros de Guadalajara.

Este recorrido representa un bajo costo para los turistas tapatíos, sin casetas que pagar, únicamente la gasolina es el gasto fuerte, donde un día de ida y vuelta a San Gabriel tiene un desembolso de 500 pesos aproximadamente. O si lo prefiere, para que llegue descansado y temprano a degustar una birria de chivo, sopes o mole, desde la Central Vieja y Nueva, salen autobuses todos los días.

La historia de Juan Rulfo no se detiene en San Gabriel, otros municipios que conforman la Ruta Rulfiana son Tonaya, Tolimán, Tuxcacuesco, Amacueca, Atemajac de Brizuela, Techaluta de Montenegro y Zacoalco de Torres. En cada uno se escribe un pasaje inolvidable, que antes debe recorrer en la obra del jalisciense.

“El paisaje que corresponde a lo que yo escribo es la tierra de mi infancia. Éste es el paisaje que yo recuerdo. Es la atmósfera de ese pueblo en que viví lo que me ha dado el ambiente. Ubicado en ese lugar, me siento familiarizado con personajes que no existieron, o que quizá sí”, declaró algún día Juan Rulfo.

EL DATO

¿Cómo llegar?

Para realizar el recorrido de la Ruta Rulfiana, tome la salida a Colima en Avenida López Mateos Sur. Adelante de Acatlán de Juárez habrá una bifurcación, una lleva a Atemajac de Brizuela-Tapalpa-San Gabriel (MEX-437), y la otra va a Zacoalco-Techaluta-Amacueca-Sayula-San Gabriel (MEX-431), para después conectar desde aquí a Tolimán, Tuxcacuesco y Tonaya (MEX-432).
Síguenos en

Temas

Sigue navegando