Suplementos
Mujeres que dejan huella
Patricia Calleros habla de José María Morelos y Pavón
Invitada por el director Ladrón de Guevara, imparte clases en la licenciatura en Historia, en la facultad de Filosofía y Letras, permaneciendo 10 años.
En el Colegio Los Altos ha dado múltiples asignaturas: Historia, Cultura del Arte, México, Historia Universal, de las religiones. Lleva 30 años de magisterio en esta institución.
En Rinconada, lleva 10 años con la cátedra de Historia de la Cultura en los Centros de Formación, y como práctica hace giras históricas a sus grupos.
En la Universidad Panamericana (UP) imparte asignaturas en la licenciatura de Negocios Internacionales, y durante 13 años ha impartido Valores Socio Culturales del Mundo, Historia de México, Historia de la Educación en la Escuela de Pedagogía.
- Estamos celebrando el Bicentenario ¿tu héroe más insigne?
- “Morelos, personaje sencillo y humilde, comparado con Hidalgo en cuanto a posición y considerado como de los mejores teólogos. Morelos inicia en las letras elementales por su madre. Tardíamente ingresa al Colegio de San Nicolás. Tuvo contacto y experiencia con el pueblo, levantaba iglesias, construyó cementerios, caminos, no se limitaba sólo a los aspectos espirituales, era magnífico administrador de los escasos recursos que percibía de sus pobres parroquias. Muy importante su trabajo con 'los arrieros', con una recua de un tío, obteniendo conocimientos extraordinarios de la zona del Sur. Morelos había conocido a Hidalgo cuando éste fue rector de San Nicolás, enterándose del levantamiento en armas, deja su humilde curato y se le une en Charo, pidiendo incorporarse en el ejercito como capellán. Hidalgo lo nombra ‘Lugarteniente del Ejercito Insurgente’, para insurreccionar el Sur y tomar Acapulco.
“Con esta misión de tal envergadura, podemos hablar de Morelos como político y militar. Trazó cuatro campañas con su ejército bien constituido y disciplinado, exigía obediencia y no admitía sólo porque quisieran incorporarse. Si no tenían armas, él las conseguía por habérsele unido criollos ricos como Nicolás Bravo, que las proporcionaban, no palos, machetes y piedras. Como militar cumplió su objetivo, tomó Acapulco y las fuerzas Virreinales concentraron su atención en él.
“Como político convoca al Primer Congreso de Anáhuac, pensando elaborar la primera Constitución de México en 1814, para presentarla en el Congreso de Chilpancingo, que finalmente fue en Apatzingán, desgraciadamente no se puso en vigor.
“El documento político más importante: 'Los sentimientos de la Nación', acentuando 'sentimientos', no 'pensamientos', plasma las necesidades existentes en México, como sacerdote de parroquias muy sencillas, Caracúaro, Tierra Caliente, lugares insalubres y paupérrimos, había sufrido en carne propia la pobreza y desigualdad social, decía: 'La única diferencia que debería existir en un mexicano y otro, no es la situación social y económica, sino la virtud o el vicio', ansiando desaparecieran las castas. En sus años de acción, 1810-1815, alcanza la gloria con el sitio de Cuautla, trascendiendo fronteras, se dijo que Napoleón admiró a Morelos.
“Ejecutado en San Cristóbal Ecatepec, el 22 de diciembre de 1815, habiéndosele hecho juicio militar y declarado traidor a la patria. La iglesia lo declaró hereje hiriéndolo profundamente. Morelos fue un hombre muy religioso, iniciaba sus actividades oficiando misa.
“Nunca perdió piso, a diferencia de Hidalgo que admitió en Guadalajara se le llamara alteza, excelencia, etcétera. Cuando se le quiso otorgar un título a Morelos, contestó: 'Simplemente soy el Siervo de la Nación'”.
Síguenos en