Suplementos
Mujer al volante
Mamá ¿móvil?
La semana pasada dimos espacio a hablar de los automóviles como accesorios para las mujeres, pero no para todas, pues para aquellas que ya son mamás, existen modelos ideales catalogados como Mini van, reconocidos en el argot coloquial como “mamámoviles”.
Estos vehículos son particularmente grandes, están completamente accesorizados y casi todas las marcas automotrices fabrican uno de estos ejemplares, que aunque parecen exclusivos para las mujeres no lo son, hay hombres que se sienten atraídos por el espacio y la comodidad que representan.
El calificativo mamámóvil tiene su origen en la pésima reputación de las mujeres al volante, hay varios dichos que dicen que si vas junto a una de estas camionetas en la calle procures: salir de su camino aunque eso incluya ceder el paso; dado a que son una amenaza para el tránsito vial.
Es cuestión de género y efectivamente he sido testigo de que las recomendaciones tienen un mucho de razón y además del mal manejo son mujeres más estresadas que el promedio, esto me recuerda una anécdota muy divertida… Una amiga que es madre de cuatro pequeños y que es dueña de una magnífica mamámóvil, después de dejar a los niños en la escuela tomó camino a la farmacia y entonces otra mamámóvil se le emparejó, intentó invadir su carril, en respuesta mi amiga le tocó el claxon para advertirle que pusiera su flecha, la otra pasó por desapercibida la atención y –literal- le echó la camioneta encima, el choque fue inevitable, pero antes de hacer lo que cualquier persona civilizada haría –llamar al seguro- se bajaron del auto y se deschongaron; tras la riña entre rasguños y jalones de cabello llegó la calma una vez que calmaron su ira, cuando eso sucedió, ambas camionetas ya no tenían espejo lateral y su condición era desfavorable. Nadie se dio cuenta de nada y ellas siguieron su camino una vez que se sientieron desquitadas…
Ese ejemplo me puso las luces en rojo y creanme que cada vez que veo una mamámóvil recuerdo la escena anteriormente descrita y me quito de su camino.
La recomendación sería que el lujo de tener una camioneta de suave conducción, llena de accesorios y opciones de expandirse para permitir el mayor almacenaje tiene un precio que va más allá del costo.
(Por cierto ambas mamás se encontraron en el colegio de sus hijos).
Estos vehículos son particularmente grandes, están completamente accesorizados y casi todas las marcas automotrices fabrican uno de estos ejemplares, que aunque parecen exclusivos para las mujeres no lo son, hay hombres que se sienten atraídos por el espacio y la comodidad que representan.
El calificativo mamámóvil tiene su origen en la pésima reputación de las mujeres al volante, hay varios dichos que dicen que si vas junto a una de estas camionetas en la calle procures: salir de su camino aunque eso incluya ceder el paso; dado a que son una amenaza para el tránsito vial.
Es cuestión de género y efectivamente he sido testigo de que las recomendaciones tienen un mucho de razón y además del mal manejo son mujeres más estresadas que el promedio, esto me recuerda una anécdota muy divertida… Una amiga que es madre de cuatro pequeños y que es dueña de una magnífica mamámóvil, después de dejar a los niños en la escuela tomó camino a la farmacia y entonces otra mamámóvil se le emparejó, intentó invadir su carril, en respuesta mi amiga le tocó el claxon para advertirle que pusiera su flecha, la otra pasó por desapercibida la atención y –literal- le echó la camioneta encima, el choque fue inevitable, pero antes de hacer lo que cualquier persona civilizada haría –llamar al seguro- se bajaron del auto y se deschongaron; tras la riña entre rasguños y jalones de cabello llegó la calma una vez que calmaron su ira, cuando eso sucedió, ambas camionetas ya no tenían espejo lateral y su condición era desfavorable. Nadie se dio cuenta de nada y ellas siguieron su camino una vez que se sientieron desquitadas…
Ese ejemplo me puso las luces en rojo y creanme que cada vez que veo una mamámóvil recuerdo la escena anteriormente descrita y me quito de su camino.
La recomendación sería que el lujo de tener una camioneta de suave conducción, llena de accesorios y opciones de expandirse para permitir el mayor almacenaje tiene un precio que va más allá del costo.
(Por cierto ambas mamás se encontraron en el colegio de sus hijos).
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