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La geometría en rectas y curvas

Damos por hecho muchas veces que una motocicleta tiene un alto grado de perfección, no pensamos que podemos nosotros mismos afinar algunos detalles incluso involuntariamente, pero de la misma manera, podemos echar a perder algo sin siquiera proponérnoslo.

No me refiero en este caso a la potencia del motor, hoy hablo de la simple y sofisticada geometría de la moto, tan sencilla y a la vez tan elaborada que estamos acostumbrados a recibir sus beneficios sin saber que tan cerca estamos de generar otra sensación al avanzar, al enfrenar, al tomar una curva a velocidades diversas.

Ya había mencionado con anterioridad el ángulo al cual la dirección se inclina con respecto a la perpendicular, este ángulo, unido a la distancia entre ejes, nos da la interacción de diversos factores. Vamos a analizarlos un poco más a fondo:
Primero, la inclinación de la suspensión delantera con respecto a la vertical, este ángulo se denomina “lanzamiento” aunque hay quienes le llaman también “caster o ángulo castor.

Segundo, la distancia que hay entre la prolongación de el ángulo de lanzamiento hasta el piso, y el parche de contacto de la llanta con ese piso, este se denomina “avance”

Tercero, la distancia entre el centro del eje delantero y el centro del eje trasero.

Como estos tres elementos interactúan, habrá que tomar esto siempre en cuenta. El ángulo de lanzamiento tendrá siempre relación con el avance. Un ángulo de lanzamiento normal varía entre los 22 y los 29 grados. Por supuesto, una chopper trae un ángulo mucho mayor, pero el precio que paga ya lo discutiremos.

El avance es un factor de vital importancia, ya que es el responsable de proporcionar estabilidad en la recta, a cambio de brindar agilidad en las maniobras. Me explico: Un avance superior a los 120 milímetros nos dará una gran sensación de estabilidad en rectas, pero será una gran desventaja en maniobras donde se requiera de agilidad, como en las maniobras evasivas.

Un avance menor de 80 milímetros a la menor provocación la dirección puede causarnos una dolorosa caída. Esto lo conocen muchos que han tenido que trasladarse en una moto que a resultas de un choque haya sufrido deformación en su geometría.

El avance se puede explicar también como un “momento de fuerzas” que resulta de multiplicar fuerza por distancia, en este caso, la fuerza es el resultado de la resistencia de la llanta al avance de la motocicleta y la distancia, 80 milímetros, por decir una cifra.

Por supuesto, tener una mayor estabilidad en rectas implica sacrificar la maniobrabilidad en curvas. Una Chopper será magnífica para rectas, pero en las curvas, ante todo en ciudad, donde se requiere precisión y un margen de error menor, este efecto es más evidente.

La distancia entre ejes también influye en este cuadro. Una distancia entre ejes ideal se ubica en la coita de 1300 a 1500 milímetros, por supuesto que la potencia del motor también tiene que ver con esta ecuación, pero hablemos de máximos y mínimos para motorizaciones entre 100 y 500 centímetros. Esos veinte centímetros de diferencia son la distancia óptima aceptada, siendo más adecuada la distancia corta para motores pequeños y la distancia larga para el motor mayor.

Una distancia entre ejes corta, será más estable en recta a bajas velocidades, pero poco estable en altas velocidades. Lo contrario es válido para distancias largas, estable en altas velocidades, poco estable en bajas velocidades.

¿Cómo podemos jugar con estos ajustes? Tan solo poniendo neumáticos de perfil más alto cambiamos el lanzamiento y el avance. Subiendo la suspensión trasera podemos cambiar estos dos y también la distancia entre ejes.

Muchos modelos nos permiten, mediante la operación de subir o bajar la orquilla delantera, ajustar estos tres parámetros. ¿Cuándo decidimos si los ajustes nos sientan bien o mal? Muy sencillo: Si al entrar a una curva en carretera con neumáticos en buen estado, nos cuesta esfuerzo extra, la distancia entre ejes es muy larga, aquí, los ajustes pueden realizarse en pasos muy pequeños, con variantes de un par de milímetros cada vez.
Si en las curvas amplias y rápidas la motocicleta se siente inestable, se tiene una distancia entre ejes muy corta o un ángulo de lanzamiento muy cercano a la perpendicular.

Regulando la precarga de los resortes traseros o de la orquilla también podemos hacer que varíen estos ajustes en el momento en que lo deseemos, una precarga fuerte puede hacer variar los ajustes en altas velocidades, mientras que en bajas se sentirá uniforme, aunque el paso será más rígido.

En resumidas cuentas. ¿Cómo debemos ajustar a nuestra motocicleta? La respuesta es tan variada como el número de motociclistas, pero el mejor consejo que recibí de expertos motociclistas fue de tomar notas y poner marcas en cada ajuste que le hacía a mi máquina, para poder regresarla a la posición original si la geometría nueva me sentaba mal, también si los neumáticos nuevos me hacían perder el toque fino que ya le había encontrado.

Esa precaución, que con el tiempo se convirtió en un cuaderno de respetable tamaño.
Y un último consejo: Jamás cambie neumáticos a otra medida o varíe radicalmente ajustes para comprobar en un paseo largo que no era lo que deseaba realmente.

¿Ideas, sugerencias?
adrianc@informador.com.mx
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