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Motor de arranque

Finalmente Infiniti

GUADALAJARA, JALISCO (16/ABR/2011).- Una de las muchas desagradables consecuencias del terremoto que azotó a Japón el 11 de marzo pasado, fue que escondió dos buenas noticias del mayor fabricante japonés en operación en México: Nissan. Ambas se anunciaron el mismo día, sólo 96 horas después del suceso que chocó al mundo. La primera fue el anuncio formal de la llegada del March, hecho en Aguascalientes, al mercado nacional. Pero era por la segunda que yo, particularmente, esperaba desde hace un buen rato, el arribo de Infiniti, la división de lujo de Nissan, ahora como marca separada e individual, a territorio mexicano.

La perfecta distinción

Al igual que Acura y Lexus para Honda y Toyota, respectivamente, Infiniti es el ejemplo máximo de la gama de vehículos Nissan, representa el segmento superior, tiene los autos más veloces, equipados y bien terminados entre todos los que fabrican. Hay, empero, una diferencia fundamental entre los tres representantes de la línea más elevado de autos nipones. Mientras Acura y Lexus son, en mayor o menor proporción, réplicas lujosas de los Honda y Toyota, Infiniti tiene alma propia, con una rara y perdonable excepción: el G.

Ya hubo autos Infiniti en México, es cierto. I30, I35 y Q45 tuvieron a felices propietarios en este país. A excepción de éste último, sin embargo, los otros eran algo así como un Maxima con ropa de gala. Infiniti hoy, vive tiempos muy distintos a esos.

He tenido desde siempre una fuerte curiosidad con relación a esa marca. Al igual que he tenido el apoyo de Nissan Mexicana –particularmente de su director de Relaciones Públicas, Diego Arrazola- para que, en viajes a Estados Unidos, me permitieran conducir varios de esos exquisitos vehículos.

El primero que me tocó fue un G35 cupé. Exactamente el único que comparte plataforma con un Nissan, en el caso el 370Z. Ahora ya saben por qué encuentro perdonable ese “desliz” de compartir una plataforma entre marcas distintas. El G es un auto tan divertido, rápido y adictivo como el 370Z. Pero es también más elegante, refinado, equipado, lujoso. Nissan supo compartir plataformas de la manera más inteligente posible: una buena base y dos carrocerías completamente distintas, todo aderezado con la dosis exacta de materiales exclusivos, equipos únicos y mano de obra cuidadosa para justificar el precio más elevado.

Al nivel de los alemanes

Pero fue el segundo Infiniti que conduje el que más me impresionó. El M35 no me conquistaba por su diseño. Antes de manejarlo tenía la impresión que la marca oriental buscaba emular un Muscle Car, algo rápido y poderoso, pero tosco. Qué equivocado estaba. El M35 fue una de las más agradables sorpresas que tuve al volante de un auto. Bien hecho, sofisticado, elegante, amplio. Más que esto, empero, se conduce como los mejores. Su aplomo sólo encuentra parangón en los mejores modelos alemanes. El Infiniti M se compara directamente contra el BMW de la Serie 5. Y pondrá en aprietos al coche germano, que a nadie le quede ninguna duda.

El más reciente Infiniti que manejé fue la FX. Le traía ganas desde hacía muchos años. Me encanta su diseño atrevido, fuerte, musculoso. Es hasta algo arrogante, lo que no está mal en su segmento. Su conducción es igualmente sólida, estable y predecible que la del M, pero la posición del conductor es algo rara, muy atrás con relación a la defensa, nos hace repensar en las curvas y maniobras. Aún así, me parece tan bonita que no tendría ningún problema en convivir con ella al menos un par de años.

Falta algo

Como pueden ver, me gustan los Infiniti y apenas puedo esperar por octubre, cuando finalmente estarán abiertas las primeras agencias de la marca. Para el que no sabe, la de Guadalajara estará ubicada en avenida Patria, justo al lado de la Mercedes-Benz.

Lo único que se me hizo raro de la llegada de Infiniti a México, fue la decisión de Nissan Mexicana de no incluir la EX en los productos de la marca. Me parece que la EX es justo el producto con mayores posibilidades aquí. Es una SUV compacta, con todo el nivel de desempeño, terminados y elegancia de los demás Infiniti. La EX está justo en el segmento que la mayoría quiere: una “camioneta” de dimensiones contenidas, con todo el lujo que se quiere para mostrar en la ciudad y disfrutar en la carretera. Espero que el tiempo haga a nuestros amigos de Nissan repensar esa decisión. Desde ahora, como admirador y hasta posible cliente, levanto la mano pidiendo la EX.
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