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Motor de arranque
Los desafíos de Fiat (y Chrysler)
2007 fue un gran año para Fiat. Principalmente en Italia. La marca estaba saliendo de uno de sus mayores “baches”, conducida por su Jefe Ejecutivo, Sergio Marchionne, hacia un éxito que culminó con el lanzamiento del 500 en Turín, con un espectáculo digno de una apertura de olimpiada. Desde entonces, empero, las cosas no han ido tan bien.
Durante los primeros ocho meses de 2010, las ventas de Fiat han bajado 13.7 por ciento, de acuerdo con Automotive News, una de las más respetadas agencias de noticias del planeta. Las ventas de Fiat Automóviles en Europa cayeron 20.4 por ciento en junio, 31.1 por ciento en julio y 23.8 por ciento en agosto.
Los autos Fiat se hacen viejos y no hay sustitutos inmediatos. Se llega a la situación de vender tres generaciones del mismo auto, como el Punto, que tiene el Punto Classic, el Grande Punto y el Punto Evo. El Panda cumplirá ocho años en 2010, cuando finalmente deberá llegar su reemplazo. Fiat Italia ha sobrevivido gracias a su fortaleza en Brasil, donde la marca detiene cerca de 25 por ciento de un mercado de más de tres millones de unidades. Brasil vende tanto que en 2009 rebasó a Italia, de acuerdo con palabras del mismo Marchionne.
Ahora, Fiat cambia la cabeza que estará al frente de Fiat Automóviles. Andrea Formica, un italiano de 49 años de edad, llega al lugar de otro paisano, Lorenzo Sistino, quien se hará cargo del área de operaciones internacionales. Formica estuvo en Toyota Europa, en el área de ventas, comunicación, mercadotecnia y plan de producto.
Formica tendrá mucho trabajo por delante. Principalmente porque Marchionne está muy ocupado con Chrysler.
La marca estadounidense comienza a poner en el mercado productos nuevos o mejorados. Ha estado trabajando para que modelos como la nueva Jeep Grand Cherokee ayuden a recuperar el prestigio perdido por años de lanzar productos de baja calidad de diseño, materiales y producción. Por lo menos la Grand Cherokee 2011 mejora en las dos primeras áreas, pero le falta afinar su producción para que los detalles finos no sean su talón de Aquiles. Otros productos llegan bajo esa base, como la nueva Dodge Durango, que no es más que una Grand Cherokee con tres filas de asientos y sin tracción integral.
Otros productos están mejorando sus interiores, que fue tal vez el punto más débil de Chrysler en años recientes. Uno de ellos es el Jeep Patriot, que será lanzado en el Salón de París, la semana entrante.
Falta aún mucho para que Chrysler vuelva a ocupar la posición sólida que tenía a principios de la década pasada. Lo que haga ahora, puede arrastrar a Fiat con ella, sea para arriba o para abajo. Y Marchionne lo sabe.
México, donde producirá el 500, será clave para Fiat. Porque del éxito del auto en Estados Unidos, dependerá mucho su futuro. Un eventual fracaso del auto en la Unión Americana, debilitará los músculos de ambas empresas, Fiat y Chrysler, al igual que sus planes de recuperación.
Con tres años en el mercado, el Cincuecento (500) sólo es realmente exitoso en Europa. En América Latina, la gente lo ha visto como un producto “bonito, pero caro”. Sus ventas no son exactamente un motivo de optimismo para la marca.
En nuestro país, la marca Fiat ha sufrido lo indecible. Llegó primero con General Motors. Luego, al deshacerse la alianza que ambos grupos tenían, quedó fuera de mercado por casi dos años. Volvió de manos del grupo SK Bergé, un importador que construyó su red de agencias, sólo para ver que, en 2009, Fiat se aliaba con Chrysler y en 2010, todo venía abajo.
Hoy en día, lo que ve el público que tiene un Fiat o pensaba tener uno, son agencias desoladas, como la que se ve en Guadalajara, en la avenida López Mateos sur. La imagen de Fiat sufre otro muy duro golpe.
Ahora, quien importará los autos de Fiat y distribuirá los 500 fabricados en México, es Chrysler. Sus distribuidores serán algunos de los que hoy en día no tienen Mitsubishi en sus pisos de venta. En Guadalajara, van a ser la agencia Contry (así es escribe) en la misma López Mateos, a pocos metros de la antigua Fiat, y Camarena, en la avenida Lázaro Cárdenas.
Fiat y Chrysler, como vimos, tienen mucho en común. Unidas, son tan grandes, que no podemos más que desearles éxito, porque de ello dependerá la vida de mucha gente en muchos países, incluyendo México. Pero a pesar de su tamaño, innegable talento y determinación, no la tienen nada fácil para su futuro.
Entresacado
Fiat Italia ha sobrevivido gracias a su fortaleza en Brasil, donde la marca tiene cerca de 25% de un mercado de más de tres millones de unidades.
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