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Motor de arranque

El futuro puede ser aquí, pero aún no lo es

GUADALAJARA, JALISCO (24/JUN/2010).- La producción mundial de vehículos ha dado un giro espectacular en años recientes y todo viene de los llamados países emergentes. La ola de crecimiento está ahogando como un tsunami el mercado mundial de automóviles, con los BRIC – Brasil, Rusia, India y China, principalmente éste último, funcionando como el motor de un Ferrari  que compite contra lo que, en este momento, parecen ser puros y aburridos vehículos familiares, es decir, la producción y consumo de autos en el mundo desarrollado.

De acuerdo con una estadística revelada por la compañía francesa Renault, los mercados emergentes, particularmente China, viven un momento de expansión sin igual, que hará que este 2010 termine con una cifra récord de más de 70 millones de autos nuevos vendidos en todo el planeta.

Es que a pesar de que Estados Unidos, Japón y Europa aún detienen, colectivamente, la mayor rebanada del pastel de automóviles en todo el mundo, los chinos, que ya son líderes como productor y consumidor mundial de automóviles, no paran de crecer de una manera tan espectacular que pareciera imposible. El año pasado consumieron más de 13 millones de vehículos nuevos, de los cuales poco más de 10 millones fueron de pasajeros, pero en los cinco primeros meses de 2010 China creció nada menos que 48.5 por ciento, para un número total de ventas de 6.7 millones de vehículos. Esto es cerca de nueve veces lo que México vendió durante todo 2009. China, solita, ya es dueña de 23 por ciento del mercado mundial de automóviles nuevos. Impresionantes sus números.

Brasil, un ejemplo mucho más cercano, que sigue produciendo escalofríos en el Gobierno mexicano a cada vez que lo usamos como ejemplo, creció 13 por ciento en el mismo periodo. Brasil tiene 4 por ciento del mercado mundial. India, que ya es propietaria de 3 por ciento de las ventas mundiales de automóviles, vio su mercado interno aumentar 30 por ciento en estos cinco meses de 2010.

El único que desentona en el grupo es Rusia, que sintió la crisis internacional que comenzó en 2008, de forma mucho más fuerte que en México. El mercado ruso de autos en 208 fue de 2.7 millones de vehículos, pero en 2009 bajó a 722 mil. La previsión de la consultoría JD Power para este año, es que el mercado de Rusia sea capaz de absorber a 1,47 millones de vehículos nuevos, alcanzado 1.7 millones en 2011. Durante los primeros tres meses del año el mercado ruso cayó cerca de 26 por ciento, pero abril y mayo mostraron crecimientos espectaculares, que llegó a 31 por ciento en el quinto mes de este 2010. Esto se debe a incentivos del gobierno y ayudará a en la confirmación de la previsión de JD Power.

A pesar de su fuerte caída en 2009, Rusia seguirá siendo un mercado más poderoso que el mexicano, que apenas ha logrado crecer 1.9 por ciento entre enero y mayo, comparado al mismo periodo del año anterior.

A pesar de su caída y sus deficiencias, el mexicano aún es uno de los mercados más importantes y de futuro en el mundo. Marcas como Ford, Volkswagen, Nissan y Renault, han decidido hacer fuertes inversiones en el sector manufacturero del país, lo que ha hecho que la producción crezca mucho más que la demanda interna. Esto es bueno, cierto, pero el problema es que una economía no puede sostenerse con un modelo marcadamente exportador. La exportación depende de muchas variables, algunas de las cuales no están bajo el control del exportador, como el tipo de cambio, la eficiencia del transporte y las políticas de los países importadores. Para ser realmente fuerte, México necesita ampliar y mucho, su mercado interno.

En este sentido, la decisión que en esta semana difundió el Presidente Felipe Calderón, de quitar la tenencia para vehículos con costo inferior a los 250 mil pesos, es buena, aunque está lejos de ser suficiente. Hace falta detener la entrada de autos usados desde Estados Unidos, estimada en medio millón de unidades en lo que va del año. Es necesario aumentar aún más el rango de precio para la deducción de impuestos, que pasó de 170 mil a 250 mil pesos. Es también imperativo rever otros impuestos duros, como el ISAN; el Impuesto Sobre la venta de Automóviles Nuevos. Pero más que todo esto, es necesario trabajar para que el mexicano aumente su capacidad adquisitiva, como han hecho, precisamente, Brasil, Rusia, India y China. Mientras se busque sólo medidas de impacto, como quitar la tenencia para algunos, en lugar de tomar acciones de fondo, el futuro será de los países emergentes, cierto, pero no incluirá a México.
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