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Monitos peleoneros
Thor: un mundo oscuro modera las imágenes de los estragos de las cruentas batallas
GUADALAJARA, JALISCO (03/NOV/2013).- Thor: un mundo oscuro es pura artesanía del espectáculo. Cinco cabezas concibieron la historia, seis productores ejecutivos la llevaron a cabo. Quien hizo el milagrito de darle ritmo y sentido a la acción es un realizador que suma en su currículo 60 episodios de series de televisión. En la que se piense ahí está: Juego de tronos, Mad Men, Boardwalk Empire, Nurse Jackie, La ley y el orden, Los Soprano, Roma, Lost, Sex and the City, Six Feet Under, West Wing.
El meollo de la película consiste en saber si triunfa el plan siniestro de un duende malote llamado Malekith, que se propone acabar con los nueve reinos del universo en los que manda Odín, donde también, en uno de ellos, habita la Humanidad. Como la tarea no es cosa de todos los días se necesita la asistencia de un auténtico profesional de la destrucción, una sustancia conocida como Aether. O algo así.
La narración arranca en el reino del Playstation, con una vertiginosa batalla de esforzados vikingos intergalácticos contra monstruos. Se lanzan rayos y centellas, y se cortan piernas y brazos con afiladas espadas. En la cuenta final la raza malévola a la que pertenece Malekith es puesta a raya, de ahí su deseo de venganza maximalista.
Por culpa de una película anterior, Thor trabaja pacificando el Universo a base de martillazos, aunque se da tiempo de conversar entre guerras con su padre. Todo lo que hablan ayuda a comprender qué pasó antes, y qué puede pasar ahora. Luego, gracias a la complicidad del guardián del portal de Asgard puede visitar a la terrícola que también en otra cinta le robó el corazón. Dama que por cierto acabará envuelta en los problemas.
En general, la fantasía la dominan los efectos especiales y las poses fanfarronas. En esto vale la pena hacer notar que, a diferencia de otros filmes de superhéroes de la misma compañía, el tratamiento de la destrucción resulta muy discreto. Las imágenes de edificios en ruinas y de muertos por las peleas de seres poderosos, se redujeron bastante. Hay que recordar cómo quedó Nueva York según Los vengadores (2012), para apreciar el avance en esta nueva aventura de Thor.
El comité creativo de la cinta recurre al sentido del humor en varias escenas, y logra que esos momentos se sientan como descansos ante el heroísmo grandilocuente tan común en éste tipo de historietas. Para los seguidores hay graciosas intervenciones de otros personajes de Marvel, y como va siendo marca de fábrica, durante la lista de créditos finales se intercalan secuencias que son el anzuelo para pescar espectadores para las próximas películas.
SABER MÁS
La ficha técnica
Thor: un mundo oscuro (Thor: The Dark World), EUA, 2013; Dirección: Alan Taylor; Guión: Christopher Yost, Christopher Markus, Stephen McFeely, Don Payne, Robert Rodat; Actuación: Chris Hemswort, Tm Hiddleston, Christopher Eccleston, Natalie Portman, Anthony Hopkins.
El meollo de la película consiste en saber si triunfa el plan siniestro de un duende malote llamado Malekith, que se propone acabar con los nueve reinos del universo en los que manda Odín, donde también, en uno de ellos, habita la Humanidad. Como la tarea no es cosa de todos los días se necesita la asistencia de un auténtico profesional de la destrucción, una sustancia conocida como Aether. O algo así.
La narración arranca en el reino del Playstation, con una vertiginosa batalla de esforzados vikingos intergalácticos contra monstruos. Se lanzan rayos y centellas, y se cortan piernas y brazos con afiladas espadas. En la cuenta final la raza malévola a la que pertenece Malekith es puesta a raya, de ahí su deseo de venganza maximalista.
Por culpa de una película anterior, Thor trabaja pacificando el Universo a base de martillazos, aunque se da tiempo de conversar entre guerras con su padre. Todo lo que hablan ayuda a comprender qué pasó antes, y qué puede pasar ahora. Luego, gracias a la complicidad del guardián del portal de Asgard puede visitar a la terrícola que también en otra cinta le robó el corazón. Dama que por cierto acabará envuelta en los problemas.
En general, la fantasía la dominan los efectos especiales y las poses fanfarronas. En esto vale la pena hacer notar que, a diferencia de otros filmes de superhéroes de la misma compañía, el tratamiento de la destrucción resulta muy discreto. Las imágenes de edificios en ruinas y de muertos por las peleas de seres poderosos, se redujeron bastante. Hay que recordar cómo quedó Nueva York según Los vengadores (2012), para apreciar el avance en esta nueva aventura de Thor.
El comité creativo de la cinta recurre al sentido del humor en varias escenas, y logra que esos momentos se sientan como descansos ante el heroísmo grandilocuente tan común en éste tipo de historietas. Para los seguidores hay graciosas intervenciones de otros personajes de Marvel, y como va siendo marca de fábrica, durante la lista de créditos finales se intercalan secuencias que son el anzuelo para pescar espectadores para las próximas películas.
SABER MÁS
La ficha técnica
Thor: un mundo oscuro (Thor: The Dark World), EUA, 2013; Dirección: Alan Taylor; Guión: Christopher Yost, Christopher Markus, Stephen McFeely, Don Payne, Robert Rodat; Actuación: Chris Hemswort, Tm Hiddleston, Christopher Eccleston, Natalie Portman, Anthony Hopkins.
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