Maternidad en forma
Existen tratamientos naturales y cuidados preventivos que ayudan a la piel a mantenerse firme
GUADALAJARA, JALISCO (04/MAY/2017).- La flacidez y estrías son casi inevitables después del embarazo. Es normal que el cuerpo sume “kilos de más” durante la gestación y que tras dar a luz el cuerpo tenga complicaciones para recuperar su aspecto previo.
Además de acompañarse por médicos que supervisen y garanticen la salud del bebé durante el embarazo, también es importante que la mujer preste atención a esos pequeños cambios en su piel, especialmente si se tiene tendencia a la celulitis o resequedad, pues de esto dependerá la facilidad con la que el cuerpo puede retornar a su aspecto hidratado.
Aunque son inevitables las estrías ante la formación de la barriguita de embarazo, existen tratamientos naturales y cuidados preventivos que ayudan a la piel a mantenerse firme para que no sufra un cambio o desgaste drástico y sea más sencillo y rápido adelgazar esos kilos de más que quedan tras el embarazo.
En internet existen un sinfín de recomendaciones y ejercicios para fortalecer la piel y músculos durante la gestación, sin embargo, es necesario que este tipo de prácticas sean aprobadas o estipuladas por expertos en embarazos para evitar reacciones o efectos secundarios si es que tienes la inquietud de aplicar algún producto con ingredientes que es tán prohibidos durante la gestación.
Si bien cada metabolismo es diferente y reacciona de diversas formas ante un cambio físico de impacto como lo es un embarazo, es importante no desesperarse y esperar cambios a los pocos días de haber tenido un parto natural o por cesárea, pues durante los primeros seis meses posteriores el cuerpo entrará por sí solo en un proceso de normalización para deshincharse.
Alimentación: la clave
Los antojos de alimentos o sabores específicos en el embarazo son comunes y aunque aún persiste la creencia de que la futura madre tiene que comer más para mandar nutrientes a su bebé y no descompensarse ella, esto es un mito. Cada embarazada debe adaptarse a una dieta ajustada a sus necesidades, especialmente, si se ha detectado alguna complicación médica a causa del embarazo.
Hay que tener en cuenta que una cosa es aumentar de peso por el bebé y otra por el tipo de alimentos que se ingieren durante la gestación, particularmente si existe un consumo habitual de harinas, refrescos o jugos artificiales, maíz y dulces, por ejemplo, durante todo el día por los llamados “antojos”.
En el caso de que la futura madre sea una deportista habitual que antes del embarazo suela correr, nadar, asistir al gimnasio o cualquier otro deporte, también es importante acudir con un especialista que determine cuál es la dieta recomendada para no perder ese balance de calorías consumidas y quemadas antes y después de la actividad física.
¿Hacer ejercicio?
A menos de que se trate de un embarazo de riesgo, la mujer embarazada no está limitada a practicar alguna actividad física con moderación para no sólo ejercitar sus músculos, sino también para facilitar el parto natural, principalmente, y de paso, evitarle lesiones o dolores comunes como hinchazón en los tobillos y piernas y cansancio en la espalda.
El yoga es una de las principales prácticas para mantener un peso normal durante el embarazo, que además de activar y ofrecer elasticidad y fortaleza a los músculos, ayuda a la mujer a mantener a la barriguita en su lugar al mejorar las posturas al caminar, estar sentada o acostada conforme se acerca el día de dar a luz.
Aunque nadar y trotar —caminar no es tan recomendable por los posibles calambres musculares y náuseas que naturalmente aparecen en el embarazo—, tampoco se trata de estar sentada o acostada todo el día, para ello es vital que un entrenador con experiencia en temas de embarazo sea quien determine cuánto tiempo es el recomendado para ejercitarse al día, qué tipo de superficie es la más adecuada para reducir el impacto en rodillas y sobre todo, qué tipo de calzado es más cómodo para una mujer que a lo largo de nueve meses aumentará de peso.
Paciencia magistral
El mundo de la farándula ha hecho creer que tener un cuerpo escultural tras el embarazo es posible a escasos días de parir. Lo primero que hay que entender es que la mayoría de celebridades que presumen un vientre plano a semanas de convertirse en mamás, tienen un acceso más sencillo a instructores personalizados para su ejercicio físico y que previamente mantenían un régimen alimenticio escaso en grasas y harinas, lo que facilita eliminar esos kilos de más en cuestión de meses.
Es importante no desesperarse e identificar de qué manera nuestro cuerpo ha reaccionado al embarazo y si es que aplicamos los cuidados indispensables como fajas o pantalones de control para brindar soporte a la barriguita y así evitar un exceso de estiramiento en la piel que propicie mayor número de estrías o flacidez.
Entre los primeros seis meses y el año tras dar a luz es el tiempo recomendable para recuperar la figura previa al embarazo, tomando en cuenta que no quedó alguna lesión en la espalda o que la cicatriz de la cesárea ha cerrado por completo.
¡A sudar!
• Abdominales: Aunque se piense que haciendo diariamente se obtendrá el “six-pack”, lo cierto es que para lograrlo hay que evitar consumir harinas y refrescos.
• Elíptica: Si tu primera meta es decir adiós a esos kilos de más y recuperar tu peso habitual o recomendado, este aparato te ayudará a quemar calorías de una manera moderada. Treinta minutos al día de tres a cuatro días a la semana serán suficientes para comenzar a ver resultados.
• Nadar: Aunque al principio es cansado en lo que se acostumbra el cuerpo, en un par de semanas comenzarás a ver tonificados los brazos, abdomen y espalda.
• Alimentación: Para lidiar con la flacidez y la celulitis es importante que sobresalga el músculo, así que si ejercitarte no es tu mejor opción, consumir diariamente frutas, verduras y cereales por encima de grasas, harinas y azúcares, será el primer paso para adelgazar naturalmente.
• Horarios: Aunque con la llegada del bebé a tu vida parecerá imposible dedicarte tiempo exclusivo por tus nuevas responsabilidades maternales, esfuérzate por organizar tus horarios de comida y descanso para que tu metabolismo se equilibre.
• Sin salir de casa: Puedes realizar ejercicios básicos con los libros más pesados que tengas, botellas llenas de tierra o piedras o con el palo de la escoba puedes improvisar un pequeño espacio de ejercicio y realizar abdominales, giros de cintura y levantamiento para bíceps.