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Martín-Barbero, un cimiento de la comunicación
La casa de estudios reconoce la labor del investigador español en los procesos de comunicación
Martín-Barbero con un
Doctorado Honoris Causa, en una ceremonia celebrada en el Paraninfo Enrique Díaz de León donde se recordó la lucidez de quien, hace más de 30 años, se atrevió a cuestionar los paradigmas que situaban el estudio de los procesos comunicativos en los medios y sus contenidos, para proponer la noción de “sujeto comunicante”, es decir, quien procesa desde su propia experiencia —particular y social— estos contenidos.
En palabras de Guillermo Orozco Gómez, coordinador del Departamento de Estudios de la Comunicación Social de la UdeG, Martín-Barbero ha hecho aportaciones de índole “universal” a la enseñanza, que ahora se basa en “la exploración creativa, donde comanda el que aprende”.
Crítico y propositivo
Artífice de una obra “crítica y propositiva”, Martín-Barbero fue descrito por el rector general de la máxima casa de estudios, Tonatiuh Bravo Padilla, como alguien que entendió la necesidad de “enfrentar una perspectiva hegemónica” y que centró su labor “en los públicos y la cultura” para encarar su análisis de la comunicación social, disciplina donde planteó “nuevos ejes de estudio”.
Por ello, aseguró Bravo Padilla antes de hacer entrega de la distinción e imponer la medalla conmemorativa al maestro, la UdeG reconoce “la trascendencia” de su legado y sus aportes para incluir “una perspectiva integral y multidisciplinaria” en el ámbito de la comunicación, donde sus ideas contribuyeron a “replantear” los estudios y comprender “la relación dialéctica” entre los públicos y la cultura, lo que hace que continúen “vigentes sus propuestas e ideas”.
Repensar nuestra cultura
Durante su participación, el investigador rememoró no sólo la importancia de la UdeG como “una de las grandes universidades de América Latina” sino, también, la experiencia que significó su primera visita a México, donde descubrió la necesidad de no dedicar “tanto tiempo a criticar a los estadounidenses” y, en contrario, “estudiar cómo se comunica la gente”, lo que implicaba “repensar nuestra cultura” desde el principio de que “los tercos hechos han cambiado la perspectiva de comunicadores e investigadores”.
En estos términos, afirmó que por eso nuestro país “fue mi lugar de estreno”, el sitio donde descubre que, tras un periodo difícil para Latinoamérica, “la realidad de sus países cambió y había que comenzar a entender sus procesos sociales, con sus arraigos y continuidades, su memoria y la diversidad de sus culturas” (lo que, dijo, se relaciona directamente con lo que Néstor García Canclini nombraría después como “culturas híbridas”).
Así, fue en México donde, “al llegar”, comentó Martín-Barbero, “sentí que América Latina estaba aquí y creo que ahí —en una cita académica sobre comunicación que se realizó en la UAM Xochimilco a principios de los ochenta— nació un pensamiento latinoamericano sobre los procesos sociales, hecho no sólo de expertos en comunicación sino también en historia y antropología, y por tanto de memoria”.
Procesos contemporáneos
En cuanto a sus “preocupaciones de fondo” en la actualidad, Martín-Barbero señaló que “la idea de información”, por mucho tiempo “secuestrada por lo que hacían los medios”, hoy día padece “un singular no-encontrarse” y, de este forma, se requiere hacer énfasis en la información que circula en redes y que “la damos con ingenuidad” sin saber “exactamente a dónde va”, lo que encarna un riesgo latente.
Para concluir, recomendó especial atención que deben dedicar las universidades a “escuchar a la gente joven”, de quienes no comprendemos “modos de pensar, soñar y entender las relaciones amorosas”; así, sentenció, “las universidades públicas no pueden aplicar a los estudiantes de ahora las relaciones de los de antes”.
Caminos de un investigador
Jesús Martín-Barbero estudió Filosofía en el Instituto de Filosofía de Lovaina, Bélgica, doctorado en 1971, e hizo estudios de posdoctorado en Antropología y Semiótica en la Escuela de Altos Estudios de París.
Director del Departamento de Comunicación de la Universidad del Valle en Cali (Colombia), donde trabajó de 1975 a 1995. Entre 1999 y 2003, ejerció la docencia en Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Ha sido profesor visitante de las Universidades Complutense de Madrid, Autónoma de Barcelona, Standford, Libre de Berlín, King’s College de Londres, Puerto Rico, Buenos Aires, Sao Paulo, Lima, etcétera.
En 2003, obtuvo la nacionalidad colombiana. Es doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional de Rosario (Argentina), la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá (Colombia) y ahora por la Universidad de Guadalajara (UdeG).
GUADALAJARA, JALISCO (16/JUN/2014).- En reconocimiento a una destacada labor académica y por sus aportaciones conceptuales y metodológicas en el campo de la comunicación social, la Universidad de Guadalajara (UdeG) distinguió al profesor e investigador español Jesús
En palabras de Guillermo Orozco Gómez, coordinador del Departamento de Estudios de la Comunicación Social de la UdeG, Martín-Barbero ha hecho aportaciones de índole “universal” a la enseñanza, que ahora se basa en “la exploración creativa, donde comanda el que aprende”.
Crítico y propositivo
Artífice de una obra “crítica y propositiva”, Martín-Barbero fue descrito por el rector general de la máxima casa de estudios, Tonatiuh Bravo Padilla, como alguien que entendió la necesidad de “enfrentar una perspectiva hegemónica” y que centró su labor “en los públicos y la cultura” para encarar su análisis de la comunicación social, disciplina donde planteó “nuevos ejes de estudio”.
Por ello, aseguró Bravo Padilla antes de hacer entrega de la distinción e imponer la medalla conmemorativa al maestro, la UdeG reconoce “la trascendencia” de su legado y sus aportes para incluir “una perspectiva integral y multidisciplinaria” en el ámbito de la comunicación, donde sus ideas contribuyeron a “replantear” los estudios y comprender “la relación dialéctica” entre los públicos y la cultura, lo que hace que continúen “vigentes sus propuestas e ideas”.
Repensar nuestra cultura
Durante su participación, el investigador rememoró no sólo la importancia de la UdeG como “una de las grandes universidades de América Latina” sino, también, la experiencia que significó su primera visita a México, donde descubrió la necesidad de no dedicar “tanto tiempo a criticar a los estadounidenses” y, en contrario, “estudiar cómo se comunica la gente”, lo que implicaba “repensar nuestra cultura” desde el principio de que “los tercos hechos han cambiado la perspectiva de comunicadores e investigadores”.
En estos términos, afirmó que por eso nuestro país “fue mi lugar de estreno”, el sitio donde descubre que, tras un periodo difícil para Latinoamérica, “la realidad de sus países cambió y había que comenzar a entender sus procesos sociales, con sus arraigos y continuidades, su memoria y la diversidad de sus culturas” (lo que, dijo, se relaciona directamente con lo que Néstor García Canclini nombraría después como “culturas híbridas”).
Así, fue en México donde, “al llegar”, comentó Martín-Barbero, “sentí que América Latina estaba aquí y creo que ahí —en una cita académica sobre comunicación que se realizó en la UAM Xochimilco a principios de los ochenta— nació un pensamiento latinoamericano sobre los procesos sociales, hecho no sólo de expertos en comunicación sino también en historia y antropología, y por tanto de memoria”.
Procesos contemporáneos
En cuanto a sus “preocupaciones de fondo” en la actualidad, Martín-Barbero señaló que “la idea de información”, por mucho tiempo “secuestrada por lo que hacían los medios”, hoy día padece “un singular no-encontrarse” y, de este forma, se requiere hacer énfasis en la información que circula en redes y que “la damos con ingenuidad” sin saber “exactamente a dónde va”, lo que encarna un riesgo latente.
Para concluir, recomendó especial atención que deben dedicar las universidades a “escuchar a la gente joven”, de quienes no comprendemos “modos de pensar, soñar y entender las relaciones amorosas”; así, sentenció, “las universidades públicas no pueden aplicar a los estudiantes de ahora las relaciones de los de antes”.
Caminos de un investigador
Jesús Martín-Barbero estudió Filosofía en el Instituto de Filosofía de Lovaina, Bélgica, doctorado en 1971, e hizo estudios de posdoctorado en Antropología y Semiótica en la Escuela de Altos Estudios de París.
Director del Departamento de Comunicación de la Universidad del Valle en Cali (Colombia), donde trabajó de 1975 a 1995. Entre 1999 y 2003, ejerció la docencia en Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Ha sido profesor visitante de las Universidades Complutense de Madrid, Autónoma de Barcelona, Standford, Libre de Berlín, King’s College de Londres, Puerto Rico, Buenos Aires, Sao Paulo, Lima, etcétera.
En 2003, obtuvo la nacionalidad colombiana. Es doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional de Rosario (Argentina), la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá (Colombia) y ahora por la Universidad de Guadalajara (UdeG).
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