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Maniobras de cuidado y placer

Deja a un lado los prejuicios y complejos, y déjate consentir con las suaves caricias de tu media naranja

Por más que uno intente no cargar con las presiones  laborales y personales, es imposible que el cuerpo no resienta toda la tensión y estrés que se genera durante el día. Las malas posturas al momento de sentarse, el extenso trabajo físico o el nerviosismo incrementan los dolores y malestares que afectan directamente a los músculos, ocasionando que los tejidos se contraigan y paralicen ciertas áreas, afectando principalmente la espalda, hombros, pies y manos.

Aunque parezca mentira, estos padecimientos son factores que incrementan los problemas en la vida sentimental, ya que al estar fatigado, naturalmente el cuerpo reclama un descanso inmediato, por lo que la atención hacia lo que nos rodea disminuye de manera considerable, generando discusiones por falta de atención y afecto hacía la pareja. Soluciónalo en un dos por tres con esta práctica guía de masajes, que ayudarán a mejorar la calidad de vida de los dos. Complaciéndose mutuamente con la magia del masaje, que además de desaparecer el dolor, creará un vínculo más cercano y confiable.

Antes de comenzar, debes tener en cuenta ciertos puntos clave para que el masaje sea realmente relajante y no cause mayores complicaciones a tu pareja, ya que hay algunas personas que son intolerantes a las roces y no soportan la presión ejercida sobre las zonas de dolor. Al igual de cerciorarte que la piel a masajear no se encuentre con heridas, golpes o alergias; de mismo modo el lugar donde la persona se recostará sea una camilla, que esté a la altura de tus manos y ésta le permita posicionarse de la forma adecuada.
Armoniza tu ambiente y haz de esto un espacio totalmente relax, coloca incienso y algunas velas aromáticas, música de fondo con sonidos de la naturaleza o que evoquen paz. Una vez listo todo tu escenario terapéutico, aplica sobre tus manos un poco de aceite aromático que contenga propiedades exfoliantes y fortificadoras para la piel.

Cabeza: Despertar con un suave masaje en la cabeza te ayudará a iniciar con buen ánimo el día, ya que cada cabello de la cabeza, tiene una terminación nerviosa. Usando ambas manos, haz movimientos circulares con los dedos, haciendo presión por todo el cuero cabelludo, desde la parte donde inicia la nuca, hasta topas con la frente.
Nuca: Con el cuerpo recostado boca abajo, utiliza los nudillos de la mano como estimulante para  desaparecer la tensión que se acumula cuando no se camina en posición recta. Puedes usar un poco de aceite aromático y así hacerlo más placentero.

Hombros: Comienza haciendo una delicada presión desde la base de la nuca hasta los hombros, deslizándote paulatinamente hacia arriba y abajo. Después con los dedos índice y pulgar, haz movimientos circulares en la parte central del trapecio de derecha a izquierda respectivamente y finalmente, realiza pequeñas presiones en la parte superior del trapecio en cada lado, la presión debe simular un pellizco en esta zona. 

Espalda: Por cada costado, realiza  movimientos circules, puedes utilizar los puños o los dedos índice y medio. Teniendo a la espina dorsal como centro, continúa con movimientos en zig-zag, partiendo desde los hombros hasta la parte baja de la espalda, y viceversa. Por último, en la misma dirección de arriba abajo, utiliza los dedos pulgares y deslízate lentamente ejerciendo un poco de presión.

Pies: Desliza lentamente los dedos pulgares por la planta de arriba hacia abajo, después toma el pie con una mano y haz movimientos circulares, de izquierda a derecha alternadamente. Usando los dedos índice y medio presiona con movimientos circulares en el área del tobillo. Y por último realiza un masaje en cada uno de los dedos con el dedo pulgar e índice. Rota cada dedo en ambas direcciones y estíralo suavemente.

Facial: Centra el dedo índice y pulgar en la frente y masajea haciendo movimientos circulares en dirección hacia las sienes, en ambos lados. Continúa éstos movimientos en las cuencas de los ojos, y con los parpados cerrados sigue con los movimientos circulares. Finalmente haz todos los movimientos anteriores en la superficie restante del rostro.
Mentón: Con el dedo índice y medio juntos, y apoyándote del pulgar, simula una escuadra acomodando estos dedos en el mentón, haciendo un poco de presión deslízate hacia arriba y abajo simultáneamente.

Manos: Comienza con movimientos circulares en la parte central de la palma; seguido de esto ejerce un poco de fuerza desde la muñeca hasta la punta de los dedos en dirección recta, de arriba hacia abajo alternadamente.
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