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Lo que debes saber de la esclerosis múltiple
Alteraciones de la visión, mareos y entumecimiento son algunas de las señales
Para aclarar estas inquietudes, la neuróloga Brenda Bertado –coordinadora de la Clínica de Enfermedades Desmielinizantes del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI– recomienda estar atentos a diversas alteraciones que notemos tanto en nuestros familiares como en nosotros mismos, “pues en la mayoría de las enfermedades neurológicas, el tiempo de respuesta es fundamental para preservar la calidad de vida”.
Los síntomas a los que debemos prestar especial atención son:
1. Alteraciones visuales agudas: La visión borrosa y/o ceguera de instalación súbita, en uno o ambos ojos, son síntomas de esta enfermedad autoinmune que afecta al sistema nervioso central.
2. Problemas para caminar: Percibir una sensación de calambre en la espalda o debilidad en una o ambas piernas –si no se atienden a tiempo– pueden derivar en una discapacidad que obligue a utilizar silla de ruedas. Para evitar secuelas –dependiendo de la gravedad del daño causado por el brote, que consiste en la exacerbación de los síntomas, y también conocido como recaída– es necesario un diagnóstico oportuno.
3. Mareos: Existen brotes en la EM que dañan las áreas del sistema nervioso central donde se controla el equilibrio, en estos casos la persona no puede mantenerse de pie o puede sufrir de mareo constante.
4. Fatiga severa: La avasallante sensación de cansancio es un síntoma característico de la EM, en estos casos, las personas que no cuentan con un tratamiento oportuno, no pueden desarrollar sus actividades cotidianas.
5. Incontinencia: Quienes viven con EM – dependiendo del tipo, años de la enfermedad y circunstancias particulares – en ocasiones no pueden llevar su vida de manera normal debido a la incontinencia –que puede ser permanente– a consecuencia de la enfermedad.
6. Entumecimiento (brazos y piernas): Otra de las señales de alerta es cuando se pierde sensibilidad en una o más extremidades, sin causa aparente.
7. Alteraciones en la memoria: Este síntoma afecta en gran medida la calidad de vida de los pacientes porque no pueden realizar sus labores cotidianas y en ocasiones son necesarios los cuidados de otra persona, lo que influye a todo el círculo familiar.
8. Falta de concentración: La EM –si no se diagnostica a tiempo– puede impedir una correcta concentración y, en conjunto con los otros síntomas de la enfermedad, impacta en la vida laboral y puede ocasionar la pérdida del empleo, con la consiguiente afectación a la economía de la familia, pues la EM se desarrolla en las etapas más productivas.
“Si una persona presenta alguno de estos síntomas y en especial por más de 24 horas, es vital acudir con el especialista en neurología, de ese modo podemos ofrecer un diagnóstico expedito y puntual, para evitar la progresión de la enfermedad, la pérdida de volumen cerebral y que el daño neurológico avance. Actualmente existen tratamientos modificadores de la enfermedad que buscan la nula actividad –progresión– y métodos de seguimiento completos. Lo más importante es detectar la EM a tiempo”, concluyó Bertado.
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