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Llorar puede curar
Asómate a la belleza
No reprimas tus emociones, deja salir todo ese dolor que has estado ahogando. El llanto es bueno para curar la mente y el cuerpo.
Aunque parezca un síntoma de depresión, y el extremo opuesto a la felicidad, hacerlo de vez en cuando libera las emociones reprimidas, disminuye la tensión arterial ayuda a relajar los músculos.
La mecánica del llanto se inicia cuando los centros cerebrales perciben el estado de animo, ya sea alegría, placer, nostalgia, impotencia o infelicidad, y esta información viaja por el sistema nervioso parasimpático, que controla las emociones corporales. Es entonces cuando las lágrimas brotan.
Al llorar se disipan las emociones reprimidas, como si las lágrimas aliviaran el exceso de tensión o ansiedad, es el resultado de un proceso liberador. Hipócrates, padre de la medicina, recomendaba llorar para liberarse en cada etapa de la vida humana, del líquido emocional que aprisiona al hombre. Para este personaje, derramar lágrimas era una manera de desprenderse de los fluidos que le sobran al cuerpo, lo aprisionan, le deprimen o causan ansiedad
Charles Darwin creía que las lágrimas eran efecto secundario del sentimiento involuntario de las llamadas de auxilio.
El llanto sintetiza y alivia el pesar humano, ya que libera tensión y hasta evita ulceras en el cuerpo. Él entendía que no sólo se trataba de un asunto espiritual o anímico, sino que tenía un efecto saludable.
De acuerdo con algunos psiquiatras el llanto limpia el alma de las frustraciones. De igual forma las lágrimas contienen enzimas, sales y, sobre todo varias hormonas del estrés, como la prolactina expulsada por el cerebro durante las emociones intensas, al parecer, cuando se llora, se expulsa esta sustancia química y es entonces cuando se comienzas a sentirte más sosegada, libre de palpitaciones tensiones y depresiones.
Si el llanto es sincero se convierte en un recurso de primer orden para conectar con sentimientos profundos, cerrar heridas y tener una visión más equilibrada y realista de la vida.
No satisfacer nuestras necesidades o perder lo que amamos nos duele y siempre nos va a doler, pero el llanto que asoma a nuestros ojos es una respuesta saludable para aliviar el dolor.
Si nos entregamos suavemente al llanto, este nos puede conectar con ciertos pesares que están en lo más profundo de nuestro corazón, puede ser el dolor del amor que no recibimos, el dolor sentirnos vulnerables a los acontecimientos de la vida etc.
Llorar no es exclusivo de las mujeres, hombres y mujeres vivimos los mismos sentimientos de soledad, desamor, frustración desilusión, angustia y muchos otros sentimientos, son los hombres los que supuestamente deben ser fuertes, jamás llorar porque se ha dicho a lo largo de la vida que: los hombres no lloran, los hombres se aguantan…y los hombres cuando lloran, están mostrando la sensibilidad de un ser con sentimientos tan nobles como cualquier ser humano.
Llorar no es síntoma de debilidad es una necesidad de auto curarse con lagrimas propias… levantarse cada amanecer con renovadas energía; se feliz, llora si así te lo pide tu alma.-
Blanca_alcala@hotmail.com
Aunque parezca un síntoma de depresión, y el extremo opuesto a la felicidad, hacerlo de vez en cuando libera las emociones reprimidas, disminuye la tensión arterial ayuda a relajar los músculos.
La mecánica del llanto se inicia cuando los centros cerebrales perciben el estado de animo, ya sea alegría, placer, nostalgia, impotencia o infelicidad, y esta información viaja por el sistema nervioso parasimpático, que controla las emociones corporales. Es entonces cuando las lágrimas brotan.
Al llorar se disipan las emociones reprimidas, como si las lágrimas aliviaran el exceso de tensión o ansiedad, es el resultado de un proceso liberador. Hipócrates, padre de la medicina, recomendaba llorar para liberarse en cada etapa de la vida humana, del líquido emocional que aprisiona al hombre. Para este personaje, derramar lágrimas era una manera de desprenderse de los fluidos que le sobran al cuerpo, lo aprisionan, le deprimen o causan ansiedad
Charles Darwin creía que las lágrimas eran efecto secundario del sentimiento involuntario de las llamadas de auxilio.
El llanto sintetiza y alivia el pesar humano, ya que libera tensión y hasta evita ulceras en el cuerpo. Él entendía que no sólo se trataba de un asunto espiritual o anímico, sino que tenía un efecto saludable.
De acuerdo con algunos psiquiatras el llanto limpia el alma de las frustraciones. De igual forma las lágrimas contienen enzimas, sales y, sobre todo varias hormonas del estrés, como la prolactina expulsada por el cerebro durante las emociones intensas, al parecer, cuando se llora, se expulsa esta sustancia química y es entonces cuando se comienzas a sentirte más sosegada, libre de palpitaciones tensiones y depresiones.
Si el llanto es sincero se convierte en un recurso de primer orden para conectar con sentimientos profundos, cerrar heridas y tener una visión más equilibrada y realista de la vida.
No satisfacer nuestras necesidades o perder lo que amamos nos duele y siempre nos va a doler, pero el llanto que asoma a nuestros ojos es una respuesta saludable para aliviar el dolor.
Si nos entregamos suavemente al llanto, este nos puede conectar con ciertos pesares que están en lo más profundo de nuestro corazón, puede ser el dolor del amor que no recibimos, el dolor sentirnos vulnerables a los acontecimientos de la vida etc.
Llorar no es exclusivo de las mujeres, hombres y mujeres vivimos los mismos sentimientos de soledad, desamor, frustración desilusión, angustia y muchos otros sentimientos, son los hombres los que supuestamente deben ser fuertes, jamás llorar porque se ha dicho a lo largo de la vida que: los hombres no lloran, los hombres se aguantan…y los hombres cuando lloran, están mostrando la sensibilidad de un ser con sentimientos tan nobles como cualquier ser humano.
Llorar no es síntoma de debilidad es una necesidad de auto curarse con lagrimas propias… levantarse cada amanecer con renovadas energía; se feliz, llora si así te lo pide tu alma.-
Blanca_alcala@hotmail.com