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Junto a la playa y el mar

A unos minutos de Ibiza está Isla Formentera, un bello rincón que conjuga historia y cultura

GUADALAJARA, JALISCO (13/ENE/2013).- Uno de los pocos lugares en donde aún se aprecian playas desiertas, es la Isla Formentera, situada entre España y África, y que destaca por sus preciosas grutas y pequeños cafés. Son diversas las actividades que se pueden realizar en esta isla, y sin duda una de ellas es la fotografía, pues bien vale la pena guardar de forma electrónica los paisajes del lugar, más allá de la memoria.

Isla Formentera tiene gran cultura e historia; su clima veraniego es similar al de la playas mexicanas del Pacifico y del Atlántico.

Se puede recorrer en motocicleta la isla más pequeña de las Baleares, viendo las grutas milenarias y zonas que en tiempos antiguos eran atacadas por los piratas y donde lo pobladores tuvieron que hacer torres estratégicas de vigilancia en sus extremos que aún existen, el único modo de acceder es desde Ibiza en hidrojets, barcos de gran velocidad que llegan en menos de 30 minutos.

La isla de Formentera es la isla habitada de menor tamaño de las Baleares y la más meridional. Se encuentra situada al sur de la isla de Ibiza, de la que está separada por un canal de 3,6 kilómetros. Su punto más próximo en la Península Ibérica  es Denia (Alicante), a 100 kilómetros.

Cuenta con 69 kilómetros de litoral, repletos de playas y acantilados de gran belleza. Se trata de una isla muy llana, siendo su altura máxima de 192 metros (acantilados de La mola).

El clima es suave, con una temperatura media anual de 18,6 grados centígrados y dos mil 883 horas de Sol anuales, como media. La vegetación, de tipo mediterráneo, combina zonas de dunas con bosques de pino, sabina  y matorral.

Al norte de la isla se encuentran varios islotes deshabitados, entre los más importantes destacan Espalder  (de unas 240 hectáreas) y Espardell (de 60 hectáreas).

La mejor época para ir es de mayo a octubre, porque el clima está soleado y se puede disfrutar de la playa con sus atractivos y diversidad de actividades a realizar, como el buceo, paseos en moto, al igual que la pesca y disfrutar del típico restaurante que se llama El Chiringuito en la playa.

Ahí preparan “Fideua”, un platillo típico de las Islas Baleares que lleva pasta con mariscos, callo, calamar, almeja, camarón, mejillones, pimientos, ajo, jitomate, cebolla, azafrán y aceite de oliva. Todo se cuece en un caldo de pescado preparado previamente.

Se dora el fideo y enseguida se agrega el jitomate, después el caldo y al empezar a hervir se acomodan el pulpo y el calamar, y se deja hervir durante 20 minutos; después se agrega el camarón y el jugo de limón y a los cinco minutos se agregan los mejillones y la almeja; al final, después de otros cinco minutos se añade el callo, se apaga, se cubre con una toalla húmeda y se deja reposar unos minutos antes de servir.

La bebida típica de la región es la sangría de vino blanco con durazno, melón y uvas verdes, la cual se sirve en jarras con bastante hielo y un poco de limón.

Otra bebida típica es el  vino tinto de la región, y por supuesto el vino espumoso de cava de San Sadurni. Esto servido en mesas largas campestres de madera, y compartes la mesa con la gente que va llegando.

La vegetación son pinos, de los cuales cuelgan hamacas; el suelo es arena. Para los que gusten hacer la siesta después de comer, en un fabuloso entorno de tranquilidad.

De hecho, es un paseo padrísimo y se pueden hospedar en el hotel Marisol en la isla de Ibiza, enfrente del puerto donde se toma el hidrojet para ir a Formentera, transporte que (por cierto) sale cada hora. Si gustan se pueden regresar al día siguiente a Formentera para seguir disfrutando. Todo esto con precios muy accesibles.

El misterio de las cuevas y cavernas de Formentera es la aventura de localizarlas y explorarlas, están increíbles. Se han encontrado en ellas señales en diferentes idiomas y dibujos hechos por los antiguos habitantes, estas escrituras también se pueden encontrar dentro de las antiguas torres de vigilancia.

No puedes dejar de conocer los pequeños barecitos locales con tapas de diferentes tipos, en donde la especialidad son los mejillones al mojo de ajo, cerveza de barril, y una bebida local de anís  y hierbas  ibicencas.

En Isla Formentera, se percibe en el aire el misterio de aquellas épocas en donde las diferentes culturas y razas fueron llegando, la mayoría sólo de paso entre fenicios, moros y piratas.

Esta isla, parece, se quedó estática en el tiempo, en algunas zonas tal y como lo disfrutaron los antepasados.

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