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Fomentar lazos en Navidad, benéfico para salud emocional de niños
Señalan que el entusiasmo por creer en fechas emblemáticas ayuda a tener una mayor confianza en sí mismos
CIUDAD DE MÉXICO (18/DIC/2014).- Fomentar la ilusión por las fiestas de fin de año, la unión familiar, la amistad y los lazos afectivos tiene efectos positivos en la salud emocional de las niñas y los niños, informó el Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI).
En un comunicado, refiere que el juego, los afectos, las ilusiones por el futuro, el entusiasmo por aprender, la capacidad de asombro y creer en fechas emblemáticas como Navidad y Año Nuevo les ayuda a tener una mayor confianza en sí mismos y en su entorno.
De acuerdo con estudios del centro especializado, los niños menores de ocho años creen en su padres, en sus maestros, en los Reyes Magos, les ilusiona la época navideña y en términos generales, consideran que la mayor parte de la gente es buena.
Mientras que los pequeños de nueve a 12 años comienzan a tener una percepción negativa de su entorno y piensan que la mayoría de las personas no son buenas, por lo que son susceptibles de vivir con temor y frustración, que puede desembocar en conductas hostiles y agresivas.
"El pesimismo que asumimos en la vida se refleja en la impresión que los menores tienen", y aunque siguen creyendo en los ideales de siempre, tienen una percepción más negativa a diferencia de años anteriores, destacó la directora del CEEPI, Claudia Sotelo Arias.
"Si no creemos en nada, los niños creerán que viven en un mundo en donde a lo mejor nada vale la pena. Eso es nocivo porque podrían desarrollar trastornos emocionales. Una niñez desconfiada dará como resultado adultos hostiles y altamente egocéntricos", explicó.
Por su parte, la coordinadora del organismo, Vanesa Echandi Delgado, dijo que "no se trata de mentirle a los niños, la idea es respetar esta etapa basada en creer. Si no lo hacemos tendremos adultos frustrados en los que germinará la depresión y conductas agresivas".
De tal forma, resulta fundamental que los niños mantengan la ilusión en esta época de Navidad y de Fin de Año, porque simboliza, entre otros elementos, unión familiar y valores como el amor, la amistad, la confianza y la honestidad, concluyó.
En un comunicado, refiere que el juego, los afectos, las ilusiones por el futuro, el entusiasmo por aprender, la capacidad de asombro y creer en fechas emblemáticas como Navidad y Año Nuevo les ayuda a tener una mayor confianza en sí mismos y en su entorno.
De acuerdo con estudios del centro especializado, los niños menores de ocho años creen en su padres, en sus maestros, en los Reyes Magos, les ilusiona la época navideña y en términos generales, consideran que la mayor parte de la gente es buena.
Mientras que los pequeños de nueve a 12 años comienzan a tener una percepción negativa de su entorno y piensan que la mayoría de las personas no son buenas, por lo que son susceptibles de vivir con temor y frustración, que puede desembocar en conductas hostiles y agresivas.
"El pesimismo que asumimos en la vida se refleja en la impresión que los menores tienen", y aunque siguen creyendo en los ideales de siempre, tienen una percepción más negativa a diferencia de años anteriores, destacó la directora del CEEPI, Claudia Sotelo Arias.
"Si no creemos en nada, los niños creerán que viven en un mundo en donde a lo mejor nada vale la pena. Eso es nocivo porque podrían desarrollar trastornos emocionales. Una niñez desconfiada dará como resultado adultos hostiles y altamente egocéntricos", explicó.
Por su parte, la coordinadora del organismo, Vanesa Echandi Delgado, dijo que "no se trata de mentirle a los niños, la idea es respetar esta etapa basada en creer. Si no lo hacemos tendremos adultos frustrados en los que germinará la depresión y conductas agresivas".
De tal forma, resulta fundamental que los niños mantengan la ilusión en esta época de Navidad y de Fin de Año, porque simboliza, entre otros elementos, unión familiar y valores como el amor, la amistad, la confianza y la honestidad, concluyó.
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