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Fatiga Crónica

Un oasis en medio del Colli

GUADALAJARA, JALISCO (23/JUL/2011).- “A mí me gusta venir a Acortar Distancias. Estoy muy contento porque mi papá se apuntó al taller de carpintería y desde entonces los fines de semana practica y ya no se la pasa tomando”.

Es el testimonio de Jonathan Alexis Vargas, un niño de ocho años de mirada pícara.

“Antes era muy sumisa, me deprimía y me sentía solitaria. Ahora tengo paz interior. Estoy bien yo, estoy bien con mi familia y tenemos más unión. Aquí eres especial. Recibo sonrisas, abrazos, gente que me escucha. Mis hijos aprovechan su tiempo libre, en vez de estar viendo sólo la tele. Les encanta venir a diario. Uno de ellos, el de 16 años, gracias a Acortar Distancias, donde le han inculcado el valor de la responsabilidad, es muy entregado y trabajador. Mi esposo está dejando el vicio, ahora ve y se involucra en las necesidades de la casa, me apoya y ya no es tan macho”.

Este otro testimonio es de Claudia Teresa Barrón, madre de familia de 33 años de edad.
Acortar Distancias es una asociación civil cuya sede se encuentra ubicada en Prolongación Guadalupe 3185, en la colonia Miramar, de Zapopan, a las faldas del cerro de El Colli. No está precisamente sobre la avenida, primero hay una construcción de un edificio que dicen es del Ayuntamiento y que se encuentra en obra negra y junto a este resalta el edificio blanco de dos pisos, en medio de las casitas de ladrillo y frente a un amplio terreno baldío.

La asociación se fundó en 1998 y atiende principalmente a personas que viven en la zona de El Colli: Arenales Tapatíos, El Fortín, Mariano Otero, Lomas de La Primavera, Miramar, entre otras. Colonias que presentan elevadas tasas de violencia, consumo y venta de drogas, pandillerismo, violencia, desintegración familiar… En la zona habitan más de 100 mil personas, el 36% de los menores de 14 años no saben leer ni escribir. El 91% de las viviendas no cuentan con agua corriente y tienen piso de tierra.

Quizá más que leer los testimonios de quienes han pasado por la asociación o de quienes siguen asistiendo, haga falta ver en vivo lo que sucede ahí todos los días. ¿Por qué cientos de niños corren todos los días al edificio blanco y desean más estar ahí que quedarse a ver la tele? Porque los ponen a practicar su deporte favorito, porque les enseñan arte circense, porque les dan atención. Muchos niños llegan solos, sus padres los dejan todo el día por irse a trabajar (en su gran mayoría se trata de madres solteras). En lugar de andar vagando en las calles, Acortar Distancias les ofrece atención en su tiempo libre. Pero la atención no es solo para los pequeños, sino para toda la familia.

El mes pasado, por ejemplo, se llevó a cabo una actividad a la que se bautizó como el “reciclatón”. Rodrigo, quien imparte algunos talleres voluntariamente, ideó la actividad, luego de observar, cada sábado que iba a la sede, que había tirados a lo largo de prolongación Guadalupe cientos y cientos de envases de plástico. Convocó a la comunidad a que recogieran botes por todas las colonias aledañas, cada bote les daría puntos, con los que a su vez podrían obtener diversos regalos. Ni Rodrigo ni nadie en Acortar Distancias imaginaron el éxito de la convocatoria, a lo largo del mes más de 100 personas lograron reunir tres toneladas de botes. Se necesitaron dos contenedores para llevarse a reciclar todo. Hace un par de semanas se entregaron los regalos, aportados por donantes: licuadoras, chocomileras, una vajilla, playeras… un padre de familia, rogaba porque le tocara de regalo un galón de pintura, pues quería pintar su casa. Y se lo llevó. Fabuloso que con apenas 300 pesos mensuales se pueda apadrinar un niño. Interesados, vayan a: www.acortardistancias.org

david.izazaga@gmail.com
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