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Explorando el mundo
Todo incluido
A simple vista resulta muy evidente que siempre tienes la libertad de ir a donde quieras, pero en realidad los grandes hoteles están diseñados para que tu estancia sea tan agradable como para que ni se te ocurra salir de allí.
De hecho, he conocido a mucha gente que se hospeda en alguno de esos hermosos hoteles y acaba por no conocer del lugar más que el trayecto del aeropuerto.
La verdad es que ni se te antoja moverte, una vez que estas disfrutando de todo lo que te ofrecen. Es un estilo de viaje que se sustenta en la visión de darte todo lo que requieres para que prácticamente no te tengas ni qué mover. Y si acaso insistes, hasta pereza mental te va a dar, dado que suelen ser hoteles lejanos a los lugares turísticos.
Haciendo memoria de algunas de las ocasiones que he tenido el privilegio de quedarme en uno de esos hoteles, confieso que no he salido de ellos durante los tres días y dos noches que me he hospedado. Y te pregunto si te ha sucedido lo mismo.
¿Qué le recomendarías a una pareja joven que precisamente va a Los Cabos por un fin de semana y te pregunta si le dará tiempo para ir de visita a los distintos puntos turísticos del lugar?
Al menos mi respuesta sería que intentara hacer cualquier visita, pero que de cualquier manera entrará en el dilema de si alejarse del hotel para tomar el tour o el taxi, para dejar una cómoda o agradable mañana o tarde para dedicárselos a pasear.
Cuando la pareja volvió de su viaje, me confirmó la sospecha. En tres días no se les antojó ni asomar las narices fuera del maravilloso hotel en el que se quedaron.
Es la magia del todo incluido.
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