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Explorando el mundo

El efecto Jimena

GUADALAJARA, JALISCO (29/AGO/2010).- Es evidente que el triunfo de una tapatía, como Miss Universo, se ha convertido en una noticia agradable y muy positiva en medio de un mar de malas noticias.

Como la granada que explotó en un bar en la ciudad de Puerto Vallarta, o la masacre de indocumentados en Tamaulipas.

El turismo internacional, se basa también en la imagen y el prestigio que tienen los lugares, y la verdad es que últimamente México anda por lo suelos, con su empeño por vivir en la violencia.

Por eso mismo, es un verdadero regalo que la belleza jaliscience se haga presente, en el ámbito mundial, y tengamos un rostro agradable y positivo qué mostrar. Ya sabemos que los concursos de belleza, juegan un papel muy atractivo en la industria turística, y que las ganadoras se convierten también en embajadoras de nuestro país, junto con todas nuestras costumbres. Esa es, entre otras responsabilidades, la tarea que tenemos que realizar en la función pública.

Estamos de fiesta porque las tapatías son bellas, porque siempre han sido atractivas y mujeres íntegras y alegres. Da gusto que nuestra representante sea ampliamente conocida, en muchos sectores de nuestra ciudad, y cuanta gente he conocido que sabe de ella, nos han dado muy buenas referencias de su calidad humana, moral y autenticidad. Lo cual es, sin duda, una prueba de lo valioso que es preservar nuestros valores y costumbres en lo alto de nuestra convivencia.

Se ha convertido en un ejemplo de tenacidad y empeño, de saber que sí se puede lograr mucho en la vida, que de una sencilla alumna del colegio Veracruz y el Cervantes Costa Rica, surja una belleza de estas dimensiones, como lo ha sido también la reconocida Lorena Ochoa en el ámbito del golf.

Sí, tenemos que reconocer que también tenemos un lado maravilloso y encantador, que la gente de Guadalajara es cordial, amigable y llena de bellezas.
Para los turistas es importante toparse con el lado humano de una ciudad, identificar sus virtudes y ensalzar las bondades.

El regalo que nos trae la Miss Universo tapatía, es motivo de orgullo y alegría para todos. Su triunfo trae un efecto positivo en cascada.
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