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Explorando el mundo
Precios según la oferta y la demanda
Hoy en día nos podemos ir acostumbrando a pagar los servicios turísticos de acuerdo a la oferta y la demanda. Lo cual quiere decir que un boleto de avión entre más vacío esté, el costo será menor. Y por el contrario, si mucha gente lo quiere, entonces sube de precio.
Lo interesante es que este modelo ayuda a todos, pues el usuario podrá encontrar precios verdaderamente bajos en fechas y horas que muy poca gente los usa. Y para los propietarios se convierte en un ingreso seguro.
Ya en muchos hoteles también se aplica este mismo sistema, si son fechas muy cotizadas, entonces la noche costará también mucho más, en cambio si es un día cualquiera, lo puedes tener a precios regalados. Esto ayuda a comprender porque hay algunas cadenas de hoteles que bajan sus precios en ciertas fechas y hacen fuertes promociones para vender sus cuartos. Cuando antes preferían vacío el hotel que malbaratarlo. Esto es importante saberlo, pues de igual manera se pueden conseguir súper ofertas, o estar preparado para costos inalcanzables.
Esta flexibilidad y apertura a la movilidad de los precios, tiene además la ventaja de poder anticiparse y comprar barato por adelantado. Así muchos viajeros ya saben en qué fecha quieren viajar y compran todo mucho más barato, que adquirirlo a última hora.
Falta que este mismo método se aplique en otros servicios, como en la renta de autos, espectáculos, entradas a museos y lugares de diversión. Pero quizá lo más interesante es que lo comiencen a usar los restaurantes. En los días de menor flujo de comensales que aumente el descuento en la cuenta, y en cambio entre más lleno se incremente la propina, por ejemplo. De esta manera los consumidores podrán programar sus consumos, también sabiendo los días en que vale la pena ir a comer o a cenar, por saber que les saldrá más económico.
Está muy claro que la rigidez en los precios va de salida en el esquema turístico, hoy la tendencia es cobrar según la oferta y la demanda. Es lo mejor para todos, hay que adaptarnos ya.
Hasta la próxima
Lo interesante es que este modelo ayuda a todos, pues el usuario podrá encontrar precios verdaderamente bajos en fechas y horas que muy poca gente los usa. Y para los propietarios se convierte en un ingreso seguro.
Ya en muchos hoteles también se aplica este mismo sistema, si son fechas muy cotizadas, entonces la noche costará también mucho más, en cambio si es un día cualquiera, lo puedes tener a precios regalados. Esto ayuda a comprender porque hay algunas cadenas de hoteles que bajan sus precios en ciertas fechas y hacen fuertes promociones para vender sus cuartos. Cuando antes preferían vacío el hotel que malbaratarlo. Esto es importante saberlo, pues de igual manera se pueden conseguir súper ofertas, o estar preparado para costos inalcanzables.
Esta flexibilidad y apertura a la movilidad de los precios, tiene además la ventaja de poder anticiparse y comprar barato por adelantado. Así muchos viajeros ya saben en qué fecha quieren viajar y compran todo mucho más barato, que adquirirlo a última hora.
Falta que este mismo método se aplique en otros servicios, como en la renta de autos, espectáculos, entradas a museos y lugares de diversión. Pero quizá lo más interesante es que lo comiencen a usar los restaurantes. En los días de menor flujo de comensales que aumente el descuento en la cuenta, y en cambio entre más lleno se incremente la propina, por ejemplo. De esta manera los consumidores podrán programar sus consumos, también sabiendo los días en que vale la pena ir a comer o a cenar, por saber que les saldrá más económico.
Está muy claro que la rigidez en los precios va de salida en el esquema turístico, hoy la tendencia es cobrar según la oferta y la demanda. Es lo mejor para todos, hay que adaptarnos ya.
Hasta la próxima
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