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Cuitzeo, Pueblo Mágico
Poco antes de llegar a la desviación a Morelia, viniendo por la autopista a la Ciudad de México, existe una carretera que cruza el lago de Cuitzeo, para conducirte a esta hermosa población. Sus calles y edificaciones conservan el toque de una ciudad virreinal, su uniformidad y armonía llaman la atención, al paso que se nota el toque de la vieja cultura purépecha. Es un pueblo con carácter rivereño, en sus tianguis se ven pecesillos de gran variedad y hasta las tradicionales ranas, que ya son escasas en otras localidades.
Gente sencilla y de bajos recursos, los costos de los alimentos van acorde al bolsillo de sus habitantes, por lo que puede sorprender los precios de muchos productos.
Los más grandioso que impactar a cualquiera es su Iglesia y sobre todo un convento del siglo XVI, casi intacto, hasta las letrinas originales aun existen. De gran majestuosidad y elegancia, este convento agustino, dedicado a María Magdalena se puede convertir en uno de los lugares más interesantes que puedas visitar, por su originalidad arquitectónica y pinturas, bien conservadas, en muchos de sus pasillos y celdas.
Es un Pueblo Mágico que puede atraparte por unas horas, pero no más. Y por ello lo más curioso del lugar, es que no tiene un sólo buen hotel. Se ve que la gente sólo se puede hospedar en la cercana ciudad de Morelia. En donde, desde luego, existen muchos y magníficos hoteles.
Pero nos preguntamos, es elegible para Pueblo Mágico una población que no tiene manera de atender al turismo ni siquiera hospedarlo con sencillez y limpieza, porque simplemente no hay un sólo espacio digno. Es extraño que un lugar tan atractivo, no tenga un sólo inversionista que ponga su capital para darle a los visitantes una recepción más cálida, sin tener que pensar en la Capital.
Es una oportunidad para que los visionarios la sepan aprovechar, pero mientras tantos hay que visitar este Pueblo Mágico, que aun conserva su auténtico sabor y costumbres.
Hasta la próxima
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