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Explorando el mundo
El restaurante destiladeros
Bueno, es una vil palapa rumbo a Punta Mita en las cercanías de Puerto Vallarta.
Para mala fortuna de los clientes es el único restaurante a la redonda, y claro, eso facilita que se pongan los precios como ellos quieran y si te parece bien, pues perfecto y si no, pues ni modo. Porque no hay nada qué hacer.
De hecho es de los peores lugares que he pagado tan caro un platillo popular con cinco camarones gratinados, un arroz mal hecho y las peores papas fritas que visto en mi historia, pero eso si te cobran como restaurante de lujo, el platillo mencionado cuesta 140 pesos.
Desde luego el servicio es pésimo, pero si por todo lo anterior no es suficiente, desde que llegas te inventan la historia de que si te quieres quedar en el restaurante tienes que dejar un depósito de 200 pesos, por estar dentro y 150 pesos si quieres quedarte en una sombrilla afuera, si consumes 400 pesos por mesa, entonces te los abonan a tu cuenta, pero si no lo consumes, eso te cuesta quedarte en el lugar.
Es desconfiada y ventajosa la propuesta, y claro no hay autoridad que pueda poner un final decoroso a semejante arbitrariedad.
Eso se lo aplican a quien llegue al lugar, nacionales y extranjeros, la verdad me da vergüenza ajena que los turistas se puedan topar con semejantes barbaridades, ese tipo de propuestas desacreditan todo nuestro esfuerzo por mantener una adecuada calidad en el servicio.
Esperamos que las autoridades pertinentes hagan conciencia de que las palapas y restaurantes de playa también se tienen que ajustar a las normas que se aplican para todos los restaurantes y bares, y claro también las regulaciones de higiene y seguridad. Especialmente de los sanitarios.
En este país nos ponemos muy exigentes con ciertos giros y en ciertas zonas, pero somos demasiado blandos y descuidados con otras, como es el caso del disque restaurante señalado.
El dicho popular se aplica muy bien en estos casos, o todos coludos o todos rabones.
Vamos haciendo que se metan en cintura todos estos lugares playeros y hagan las cosas bien, desde pagar impuestos.
¿No creen?
Para mala fortuna de los clientes es el único restaurante a la redonda, y claro, eso facilita que se pongan los precios como ellos quieran y si te parece bien, pues perfecto y si no, pues ni modo. Porque no hay nada qué hacer.
De hecho es de los peores lugares que he pagado tan caro un platillo popular con cinco camarones gratinados, un arroz mal hecho y las peores papas fritas que visto en mi historia, pero eso si te cobran como restaurante de lujo, el platillo mencionado cuesta 140 pesos.
Desde luego el servicio es pésimo, pero si por todo lo anterior no es suficiente, desde que llegas te inventan la historia de que si te quieres quedar en el restaurante tienes que dejar un depósito de 200 pesos, por estar dentro y 150 pesos si quieres quedarte en una sombrilla afuera, si consumes 400 pesos por mesa, entonces te los abonan a tu cuenta, pero si no lo consumes, eso te cuesta quedarte en el lugar.
Es desconfiada y ventajosa la propuesta, y claro no hay autoridad que pueda poner un final decoroso a semejante arbitrariedad.
Eso se lo aplican a quien llegue al lugar, nacionales y extranjeros, la verdad me da vergüenza ajena que los turistas se puedan topar con semejantes barbaridades, ese tipo de propuestas desacreditan todo nuestro esfuerzo por mantener una adecuada calidad en el servicio.
Esperamos que las autoridades pertinentes hagan conciencia de que las palapas y restaurantes de playa también se tienen que ajustar a las normas que se aplican para todos los restaurantes y bares, y claro también las regulaciones de higiene y seguridad. Especialmente de los sanitarios.
En este país nos ponemos muy exigentes con ciertos giros y en ciertas zonas, pero somos demasiado blandos y descuidados con otras, como es el caso del disque restaurante señalado.
El dicho popular se aplica muy bien en estos casos, o todos coludos o todos rabones.
Vamos haciendo que se metan en cintura todos estos lugares playeros y hagan las cosas bien, desde pagar impuestos.
¿No creen?
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