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Explorando el mundo
¿Canadá, un país amigo?
Reflexión obligada, es asimilar el tremendo golpe que ha dado la política migratoria de, hasta la semana pasada, uno de los mejores aliados de México.
Resulta que muchos mexicanos de clase media y acomodada, acostumbraban irse de vacaciones, a estudiar y a probar fortuna a un amigable lugar.
Sin embargo, algo ha pasado con nuestros anfitriones que se han convertido en unos gringos más, sin sensibilidad y fraternidad. Además han dado de palos a los turistas en plenas vacaciones de verano, sin agua va. Eso no se vale. Simplemente no se hace eso a tus invitados.
Que existieron abusos de parte de muchos mexicanos, que se pasaron de la raya en algunos asuntos, ni lo negamos. Pero ahora agarrar parejo, no es correcto.
Duele, si que duele, tan gustado su país para nosotros y ahora salir con estas exigencias.
Ni hablar, tienen derecho a ponerse sus moños son soberanos y no hay manera de discutirles.
Vancouver es la ciudad más gustada de los tapatíos, pero con esta nueva modalidad, tendremos que buscar otros lugarcitos del planeta, que no nos salgan con estas sorpresitas.
Quizá no supieron distinguir que a los Estados Unidos se van muchos ilegales de bajo nivel social, pero a Canadá se iban de las mejores familias, muchos de ellos con más dinero que los canadienses, incluso sin realmente con ganas de quedarse a vivir allá. Para nosotros, su clima acaba siendo un verdadero inconveniente.
Ni modo, ahora muchas niñas bien ya no podrán irse de nanas ni a mejorar su inglés, la visa se ha convertido en un obstáculo incómodo para nuestra muy particular sensibilidad. Nos gustaba mucho ese trato amable y cortes de las autoridades migratorias, haciendo una gran diferencia con los “gringos”.
Se acabó, ahora a pasar por engorrosos y molestos trámites. Y peor aún, que hay que ir a la capital de la República mexicana para hacer la solicitud.
¿Se les pasará? ¿Fue un arranque impulsivo?
La verdad es nuestro mejor deseo que recapaciten y abran de nuevo las puertas a tantos mexicanos que tenemos en muy buen concepto su cultura y costumbres.
Ojala y que busquen la manera de controlar las fronteras sin llegar a estos excesos.
La amistad entre nuestras naciones lo exige.
¿No lo creen?
Resulta que muchos mexicanos de clase media y acomodada, acostumbraban irse de vacaciones, a estudiar y a probar fortuna a un amigable lugar.
Sin embargo, algo ha pasado con nuestros anfitriones que se han convertido en unos gringos más, sin sensibilidad y fraternidad. Además han dado de palos a los turistas en plenas vacaciones de verano, sin agua va. Eso no se vale. Simplemente no se hace eso a tus invitados.
Que existieron abusos de parte de muchos mexicanos, que se pasaron de la raya en algunos asuntos, ni lo negamos. Pero ahora agarrar parejo, no es correcto.
Duele, si que duele, tan gustado su país para nosotros y ahora salir con estas exigencias.
Ni hablar, tienen derecho a ponerse sus moños son soberanos y no hay manera de discutirles.
Vancouver es la ciudad más gustada de los tapatíos, pero con esta nueva modalidad, tendremos que buscar otros lugarcitos del planeta, que no nos salgan con estas sorpresitas.
Quizá no supieron distinguir que a los Estados Unidos se van muchos ilegales de bajo nivel social, pero a Canadá se iban de las mejores familias, muchos de ellos con más dinero que los canadienses, incluso sin realmente con ganas de quedarse a vivir allá. Para nosotros, su clima acaba siendo un verdadero inconveniente.
Ni modo, ahora muchas niñas bien ya no podrán irse de nanas ni a mejorar su inglés, la visa se ha convertido en un obstáculo incómodo para nuestra muy particular sensibilidad. Nos gustaba mucho ese trato amable y cortes de las autoridades migratorias, haciendo una gran diferencia con los “gringos”.
Se acabó, ahora a pasar por engorrosos y molestos trámites. Y peor aún, que hay que ir a la capital de la República mexicana para hacer la solicitud.
¿Se les pasará? ¿Fue un arranque impulsivo?
La verdad es nuestro mejor deseo que recapaciten y abran de nuevo las puertas a tantos mexicanos que tenemos en muy buen concepto su cultura y costumbres.
Ojala y que busquen la manera de controlar las fronteras sin llegar a estos excesos.
La amistad entre nuestras naciones lo exige.
¿No lo creen?
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