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Esos horribles Orcs
Una larga historia de sonidos estruendosos
Faltaron unos pocos minutos para que El Hobbit: la desolación de Smaug, quedara en tres horas. Se trata de una segunda parte, la anterior rebasó por un mínimo esa duración. La novela que ambas vierten a imágenes llena cerca de 300 páginas. Los acontecimientos de la desolación de Smaug toman unas 100 páginas cuando mucho. La película, como la literatura de Tolkien, es un ejercicio perfecto de vacío. Todo es asombroso, todo se desarrolla de modo claro, y todo es tan poco interesante.
El director toma de pretexto los enfrentamientos para escenificar unos trepidantes cocteles de efectos visuales y sonoros. Por lo general los protagonistas realizan proezas físicas, como desmembrar de un solo golpe a todo adversario que los superan en número y tamaño; correr y saltar con agilidad nunca vista en ser vivo alguno; tirar flechas como si fueran ametralladoras, por supuesto, con una puntería mortal y economía de medios: hay un momento, seguramente cómico, en que una sola saeta se clava al mismo tiempo en dos cabezas.
Los enemigos preferidos son los orcs, personajes de un mal humor excepcional, que tienen la capacidad de mostrarse furiosos aunque estén en aprietos. En una escena, el rey de los elfos luciendo un atuendo de estrella de glam rock, interroga a uno de esos seres que, rabioso, no deja de gruñir ni cuando tiene el filo de una espada en la yugular. Otra peculiaridad de esa raza es que son guerreros de a montón pero muy escasos en resistencia y en estrategia para la batalla, pues lo normal es que los contrarios acaben con ellos sin grandes dificultades. También presentan problemas de higiene —dientes sucios, cabello lodoso— que añadidos a los de temperamento terminan por dar a su aspecto un aire tan atemorizante como ridículo.
Uno de los puntos fuertes de la historia es la intervención de un dragón, el cual duerme en una bóveda repleta de monedas de oro que recuerda la del tío Rico Mc Pato de las historietas. Bilbo, así se llama el enano patón de orejas picudas que encabeza el carnaval, llega hasta ahí en busca de una piedra que hará milagros, y como era de esperarse, pues había una advertencia de no despertarlo, lo despierta. El dragón lo imaginaron bastante bonito, y le dieron una voz armoniosa, lo que sí, no se comporta de modo amigable.
Toma nota
Ficha técnica
> El Hobbit 2: la desolación de Smaug (The Hobbit: The Desolation of Smaug), EUA/ Nueva Zelanda, 2013.
> Dirección: Peter Jackson.
> Guión: Fran Walsh, Philippa Boyens, Guillermo Del Toro, Peter Jackson, a partir de la novela de J.R. Tolkien.
> Actuación: Martin Freeman, Luke Evans, Richard Armitage, Ian McKellen.
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