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En mi maleta
¿A dónde ir?
Si de playas y Sol se trata, Puerto Vallarta levanta la mano para recibir a los habitantes de Guadalajara y de otros estados vecinos como Nayarit, Aguascalientes, Guanajuato y Nuevo León. Barra de Navidad y todo el litoral jalisciense como Tenacatita y Chamela anuncian casi lleno, pero esperando aún a los que deciden de última hora.
Pero si de Pueblos Mágicos se trata, Jalisco tiene tres y muy presumibles: dos de montaña como son Tapalpa y Mazamitla, y la mismísima cuna del tequila, población con una gran muestra de lo que representa esta bebida a nivel nacional y por qué no, mundial.
Si es de varios días, en los dos pueblos de la Sierra del Tigre se puede aprovechar la buena calidad del aire, llevarse una chamarra para las noches y amaneceres frescos y además poder comer muy rico. En Tapalpa, por supuesto la sugerencia es la barbacoa de borrego, los tamales de acelgas y de postre el pegoste de durazno con crema; en Mazamitla no se pierda el “bote”, una especie de cocido de res también con pollo, puerco, muchas verduras y hasta frutas.
Qué decir de Tequila, además de visitar Mundo Cuervo ahí en el centro del pueblo, donde le darán a conocer el proceso de la elaboración del aguardiente y donde se puede degustar una margarita de sabores, también recomendamos continuar su recorrido a cuatro calles de ahí para conocer los lavaderos. Definitivamente un traslado al México pasado con grandes tintes del presente y por añadidura, obtener unas magníficas fotos de recuerdo.
¿Turismo religioso? Varias opciones. San Juan de los Lagos en los Altos de Jalisco tiene a la virgen que recibe a más peregrinos en México luego de la Basílica de Guadalupe en la capital del país. Talpa de Allende es un pueblo con encanto y prácticamente a dos horas y media de Guadalajara la cual se ha convertido en una localidad religiosa que vive del turismo y ha sabido cómo tratarlo y atenderlo.
Todavía más cerca de Guadalajara y definitivamente recomendable, está Chapala, hoy convertido en un verdadero centro de atracción turística, incluso casi me atrevo a decir internacional como otrora. El malecón tuvo una remodelación millonaria y no únicamente en lo económico, se percibe limpio de basura, de vendedores ambulantes y algo importante en cualquier destino, la actitud amable de toda la gente que ahí vive.
Ya de plano a la gente que quiere disfrutar de la Zona Metropolitana de Guadalajara en estos días de asueto, la cual sí se queda muy tranquila de tanto tráfico vehicular, sugerimos una vuelta a Tlaquepaque para poder caminar por sus calles Independencia y Juárez donde hay una enorme variedad de tiendas de artesanía para todos los gustos y bolsillos. Al final de estas avenidas está el Parían, ahí lo espera una fría y tradicional chabela.
Destinos hay muchos para complacer a propios y extraños. Haga turismo, conviva con su familia y conozca las costumbres y tradiciones de un Estado que se muestra al mundo como un excelente anfitrión.
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