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En mi maleta
La promoción de boca en boca
Aunque parezca desbalanceado, el dato es significativo porque como sabemos, las malas noticias corren más rápido y son mejor escuchadas por la gente, que las buenas notas, las cuales parecen pasar más inadvertidas.
Este fin de semana anterior que tuve la suerte de estar en Los Ángeles visitando a queridos amigos, me encontré con la sorpresa de que tapatíos avecindados en aquellos lares californianos tienen una imagen muy clara de Guadalajara: la ciudad donde ya se desató la violencia y a la que no se puede ni llegar porque de plano va a suceder algo malo.
En una tienda de un centro comercial de Ontario, una empleada al escuchar nuestro español y quizá el tono tapatío que por excelencia nos caracteriza a nivel nacional, confirmó que efectivamente éramos de la capital jalisciense y eso precisamente nos cuestionó: que si era verdad que la ciudad estaba tan mal como se decía y se veía en las noticias, y que si recomendábamos ir porque algunos de sus familiares de plano ya habían cancelado su visita a Guadalajara por los problemas de inseguridad que se dieron la semana anterior.
Luego de la sorpresa, le dijimos que para nosotros y nuestro punto de vista, la Perla Tapatía, la famosísima ciudad de las Rosas y cuna de todo lo más mexicano que existe como el mariachi, el tequila y la charrería, no tenía nada de insegura y que eran puros cuentos lo que ellos creían en ese momento. Que se lo dijeran a su familia y que “mi casa es su casa”, como nos conocen los gringos. Mentira. Eso es dientes para afuera. La verdad es que uno sí siente ciertos temores de andar por las calles de la ciudad y sobre todo a altas horas de la noche y por ciertas colonias no tan recomendables.
Cierto es que muchas urbes de países desarrollados viven el azote de la delincuencia y son presas de la inseguridad, pero hay que recordar que la promoción de boca en boca es la más efectiva, tanto en lo positivo como en lo no tan bueno.
Vienen juegos Panamericanos a Guadalajara en octubre próximo; más nos vale poner orden en ciertas áreas o de plano nos tendremos que conformar con que sea un evento de asistencia completamente de gente local y que la promoción de la ciudad se siga dando por medio de trípticos y folletos, muy bien hechos sí, pero que no muestran la realidad de esta “leal ciudad” como dice la Minerva. El tiempo lo dirá y por supuesto que hacemos votos para que ahora sí en verdad digamos que en nuestra bella ciudad no pasa nada, y no sólo de dientes para afuera.
COMENTARIOS: ramongodinezortiz@gmail.com
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