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El derecho, entre la práctica y la docencia

Semblanza del doctor José Luis Leal Sanabria, quien en vida también dejó huella por su pasión por las artes

GUADALAJARA, JALISCO (19/MAR/2017).- Maestro emérito de la Universidad de Guadalajara, el doctor José Luis Leal Sanabria falleció la madrugada del 27 de enero de este año, a los 77 años de edad. Nacido un 17 de enero de 1940, José Luis fue hijo de José Leal Bernal y Beatriz Sanabria de Leal, el menor de tres hermanos. Los primeros años de su vida, infancia y adolescencia, transcurrieron en el icónico Barrio de Analco, cultivando la amistad con los niños de la cuadra, una evocación que mantuvo durante toda su vida.

Tras terminar los estudios básicos, se matriculó en la Escuela Secundaria para Varones núm. 2, entonces dirigida por Víctor Cadena Aguayo. A la par del corazón del barrio, la escuela secundaria fue un espacio para cultivar las amistades que seguiría frecuentando durante su vida. El bachillerato lo cursó en la Escuela Preparatoria de Jalisco. Fue allí donde nació su pasión por las ciencias sociales y las humanidades, motivo por el cual comenzó en 1956 sus estudios de Derecho. A mediados del siglo pasado, la sede de la entonces Facultad de Derecho se ubicaba en el edificio central de la UdeG, máxima casa de estudios de Jalisco. Formó parte de la generación 1956-1961 Lic. Constancio Hernández Alvirde.

Combinó los estudios de la carrera con la docencia, pues en 1957 dictó cátedra de Historia Universal en nivel secundaria, en las escuelas 1 y 2 para varones. Cuatro años después se unió a las filas de su alma máter, institución académica donde pasó más de cinco decenios. Medio siglo, toda una vida, la pasó también al lado de María Soledad, su esposa con quien tuvo tres hijos.

Por los 50 años dedicados a la enseñanza, en 2013 la UdeG lo reconoció públicamente; en 2014 lo nombró maestro emérito. Aquella vez, su discurso de aceptación versó sobre los ideales y motivaciones de su vida, regida por la “libertad para ser; igualdad para proceder; generosidad para servir; justicia con tolerancia; solidaridad sin distinciones”. Todo ello para tener “acciones que influyan en el escenario social y lo mejoren”. Su inclusión como profesor de la UdeG tuvo diferentes etapas: fue miembro de la plantilla de la Escuela Preparatoria de Jalisco y de las facultades de Ciencias Químicas, de Economía y de Derecho.

En las leyes, en el ahora Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, sus materias fueron el Derecho Constitucional y de Garantías Individuales. Su interés por reflexionar su oficio lo orilló a ser miembro fundador de la Academia de Derecho Constitucional, que presidió. En varias ocasiones recibió la presea Ignacio L. Vallarta en reconocimiento de sus labores en la enseñanza del Derecho.  

Quienes lo tuvieron al frente del salón de clases recuerdan al profesor con reconocimiento y admiración por su dedicación y compromiso con los alumnos.

En el año 2000 regresó al otro lado del aula, para la Maestría en Derecho Constitucional del Centro Universitario San Pablo (CEU), en Madrid. Allí mismo continuó con el doctorado, que concluyó en 2016 con la defensa de su tesis doctoral “Transición democrática y reformulación de la división de poderes: el papel de los organismos constitucionales autónomos en México”. Gracias a su texto, se retiró de la universidad con el reconocimiento “Magna Cum Laude” por el jurado, que tuvo a renombrados abogados españoles bajo la dirección de Pedro José González-Trevijano Sánchez (magistrado del Consejo Constitucional Español). El jurado destacó la tesis como una “tesis de vida”, exhortando a su publicación como libro.

Uno de sus últimos cargos públicos fue el de presidente del Colegio de Jalisco, que ocupó desde 2005 hasta enero del año pasado. En concordancia con la vocación del Colegio, trabajó en busca del beneficio para la comunidad al incentivar la reflexión histórica y social, con un perfil de investigación científica. El Colegio de Jalisco es sede de estudios posgrado sobre Jalisco y el occidente de México.  

En un camino paralelo a su actividad académica, José Luis se desempeñó igualmente como funcionario público y como notario. En cargos de gobierno, en su juventud (1965) arrancó con la administración del Instituto Nacional de la Vivienda en Guadalajara, mientras que el notariado lo inició en 1983. Dentro de la política destacaron sus puestos como titular del Departamento de Educación Pública, subsecretario y secretario general de Gobierno, diputado, presidente del Congreso en tres ocasiones (dos como coordinador de la bancada de su partido, el PRI).

En el Palacio Legislativo tuvo lugar el homenaje de cuerpo presente de José Luis Leal Sanabria, llamado “Hombre emérito e ilustre de Jalisco” por el actual presidente del Poder Legislativo, Oswaldo Bañales Orozco. De José Luis, Bañales Orozco lo evocó como “tesonero, fuerte, educado, civilizado, respetuoso e institucional”. El actual gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, se expresó de él resaltando su pasión por las artes (literatura, música, pintura), fue también aficionado a los deportes, los toros y el séptimo arte.

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