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Divorcios sin pleito y relaciones salvables

La propuesta es salvar el matrimonio, pero si la única salida es la separación, hay varios aspectos a considerar

GUADALAJARA, JALISCO (07/ENE/2014).- Las relaciones de pareja a menudo sufren altibajos, son parte de una vida compartida, no siempre están en condiciones óptimas las cuestiones sentimentales, pero es deber de los involucrados solucionar los conflictos a tiempo para que esto no se convierta en cuestiones más drásticas como el divorcio. Cuando éste es inevitable, pueden darse separaciones tranquilas, incluso amistosas, todo es cuestión de que exista el dialogo y la cordialidad de que ambos están dispuestos a cooperar para volver a rehacer sus vidas en solitario.

El abogado Guillermo Ogarrio Saucedo, especialista en Derecho Familiar explica que antes de tomar la decisión definitiva del divorcio, hay que tratar de salvar el matrimonio, donde en la mayoría de los casos sí es posible; él confiesa que en su despacho de 10 visitas que tiene, el 70 por ciento está en condiciones de arreglar sus diferencias, los ejemplos son muchos, una mujer que sufre menopausia, los celos enfermizos, malos entendidos y perspectivas distintas de vida, que atendiendo a la brevedad todo tiene un final feliz.

“Hay casos de infidelidad sexual  donde hasta se han procreado hijos fuera del matrimonio, pero los cónyuges trabajan en salvar la relación, hay un perdón y lejos de separarse se fusionan, se unen más y salen adelante”.

En el caso de las separaciones necesarias, previamente hay que tomar medidas cautelares y enfocarse en la línea de una disolución amigable. “Las personas deben asistir con abogados especialistas en el área familiar, que se aseguren de que van con alguien profesional para que pueda orientarlos bien, tenemos el deber de hacer todo lo posible por preservar el matrimonio, tratar de reconciliar a los cónyuges y aconsejarlos, hacerles ver los alcances sociales y jurídicos que conlleva un divorcio”. Ogarrio señala que desde los años 70 comenzó a tener más vigencia el tema de las rupturas matrimoniales y ya se ven con más normalidad.

“El abogado debe de tener contacto con especialistas en psicología, vamos de la mano los psicólogos y abogados para tratar de salvar el matrónimo, anteriormente se acudía con el sacerdote si se es católico y trataban de pedir consejo, pero había quienes decían  ‘es tu cruz mijita’. Todo eso es una herencia de un machismo que hay que ir superando. Cuando llega el cliente se hace un análisis de la problemática, porque cada juicio y cada asunto es distinto”.

Cuando hay situaciones donde existe un  padre violento, el abogado enfatiza que en esos casos no puede enviar a terapia al esposo, más bien, se recomienda tomar medidas para preservar la integridad de la mujer y los hijos. Inclusive, la Ley General de Acceso de la Mujer a una Vida Libre de Violencia establece que es inviable la mediación y la conciliación tratándose de problemas  de violencia intrafamiliar, esa disposición que está en la ley  a nivel Federal no se recoge en la Estatal y Ogarrio exclama que eso es una pena.

Sin líos

Arreglo de mutuo consentimiento


Que ambos decidan poner fin a la relación con los derechos que les corresponden, el 50 por ciento si es liquidación de sociedad legal o  la compensación del 40 % que proviene del artículo  417 bis del Código Civil para el que se dedicó a las tareas del hogar y el cuidado de los hijos.  “El divorcio de mutuo acuerdo se hizo para la gente culta y madura, para la gente razonable”, el especialista Guillermo Ogarrio Saucedo.

Divorcio unilateral

La Ciudad de México es el único lugar en la República donde se da la separación unilateral y ésta es que cualquiera de los dos solicita el divorcio sin invocar motivo o causa alguna y se resuelve en 60 días, pero se reserva la cuestión de la indemnización y las vistas de convivencia de los hijos si es que los hay para el juicio a posteriori.

Contencioso y necesario

Una de las reformas del artículo 404 del Código Civil que contempla las causales de divorcio en la fracción 19 se incorpora la separación injustificada por cualquiera de los cónyuges, por más de dos años muchos se separan, esperan este tiempo y piden el divorcio, presentan dos testigos y se da la disolución sin contratiempos.
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