Suplementos

Crónicas marcianas

Desde Marcianos al ataque, hasta aquel cha cha cha que pregonaba que 'los marcianos llegaron ya', el Planeta rojo ha fascinado a los terrícolas. Con el envío del Curiosity apenas comienzan a desvelar sus secretos

GUADALAJARA, JALISCO (12/AGO/2012).- La posibilidad de que el hombre llegara a Marte, el misterioso planeta rojo, había sido hasta ahora sólo una trama de las novelas de ciencia ficción o de las películas que nos hablaban de peligrosas misiones que terminaban extraviadas en las candentes atmósferas de este planeta que nos precede en el Sistema Solar.

Desde las Crónicas marcianas de una tira cómica, hasta Marcianos al ataque, de Tim Burton, o aquel sabroso cha cha cha que pregonaba que “los marcianos llegaron ya”, Marte siempre ha ejercido una fascinación especial en los terrícolas.

Por eso, hoy que vemos por primera vez imágenes nítidas, clarísimas sobre la superficie de Marte y ahora buscan descifrar si hay o hubo alguna vez vida en este cuerpo planetario, aunque parezca increíble, el hombre está dando pasos tan agigantados en lo que es, sin duda, el inicio de la conquista de Marte, emprendida por la NASA con el ya célebre robot motorizado Curiosity, que con sus cámaras y sistemas de rastreo y análisis  capta, recolecta y procesa información que busca satisfacer la curiosidad eterna del ser humano.

De terror

Es la “escena del crimen”, así describió la NASA la  imagen que divulgó el martes pasado de una vista aérea del lugar donde tocó suelo marciano este vehículo no tripulado de exploración planetaria.

La llegada al Planeta rojo el 6 de agosto del Laboratorio Científico de  Marte (MSL, por su sigla en inglés), apodado Curiosity, fue la maniobra más  compleja hasta ahora para colocar un vehículo robótico en la superficie del planeta más cercano a la Tierra. Requirió un escudo protector de calor, un paracaídas supersónico y una grúa espacial propulsada por un cohete espacial.

El proceso, conocido como EDL (sigla en inglés de ingreso —a la atmósfera—, descenso y aterrizaje), fue llamado “Siete minutos de terror” por la NASA, pero se realizó sin ningún problema, en una operación que el presidente  estadounidense Barack Obama calificó de “hazaña sin precedentes de la  tecnología”.

¿Hay vida en Marte?

El rover (robot con ruedas), del tamaño de un coche, tiene como misión estudiar si hay condiciones ambientales compatibles con la vida (o si las hubo en el pasado) en el cráter Gale, donde los científicos creen que hace tres mil millones de años había un lago. Durante los próximos dos años, Curiosity recorrerá esta llanura desierta dominada por una montaña central y la escudriñará con su brazo mecánico de dos metros y sus 10 instrumentos de medición: cámaras, diferentes tipos de láser, instrumentos de rayos X y una estación meteorológica, entre otros.

Con ellos analizará los minerales presentes en el terreno, el comportamiento de la atmósfera, el ciclo del agua y las propiedades de las radiaciones solar y cósmica que llegan a la superficie, entre otros aspectos. “Es una misión gigantesca comparada con todas las anteriores”, afirma Agustín Chicarro, científico principal en asuntos de Marte de la Agencia Espacial Europea (ESA). Curiosity pesa 899 kilos, casi 10 veces más que Spirit y Opportunity, los dos últimos rovers que la NASA envió al Planeta rojo, en 2004 (la sonda europea Beagle-2 desapareció en 2003; la plataforma Phoenix aterrizó en 2007).

El vehículo podría tardar un año antes de que alcance la montaña Monte  Sharp, uno de sus objetivos científicos.

La fabricación del Curiosity empezó en 2004, cuando nada indicaba la magnitud de la crisis económica en la que se encontrarían sumidos Estados Unidos y Europa. La NASA lleva años enlazando recortes en sus presupuestos y ha cerrado algunos de sus programas de más peso, como el de los transbordadores espaciales y el proyecto de volver a enviar a un ser humano a la Luna.

El explorador rodante no para de tomar fotografías en Marte y envió el jueves a la Tierra otra tarjeta postal: la primera panorámica a color en 360 grados del cráter Gale. Los científicos se admiraron de esta vista majestuosa en la que se aprecia polvo rojo, dunas de arena oscura y rocas de diversos tonos.
Síguenos en

Temas

Sigue navegando